La energía no puede detenerse. El 25 de diciembre el personal de las centrales de generación eléctrica, transmisión de energía y distribución debe cumplir, como ya es usual, con su turno y recibir la Nochebuena trabajando. Y repetir lo mismo en Año Nuevo.
En el centro de control de Engie en Lima, desde donde se supervisa el despacho de energía de sus plantas al Sistema Interconectado Nacional (SEIN), la expectativa es permanente. . En este centro hay cuatro coordinadores que se rotan turnos de 12 horas, de 7 de la mañana a 7 de la noche, y de 7 de la noche a 7 de la mañana, para velar porque la energía no se detenga.
Así, en la medianoche de Navidad y Año Nuevo, hay solo una persona a cargo de este centro de control . “A quién le toca trabajar en un año, en el siguiente descansa. Si bien es un turno tranquilo, nunca se sabe. Puede ocurrir alguna falla que deje sin suministro a alguna zona”, dice Ramiro Tapia, gerente de Planificación Operativa de Engie.
El centro de control de Engie es el nexo entre sus plantas y el COES (Comité de Operación Económica del SEIN), la entidad que vela por la seguridad del abastecimiento de energía eléctrica. Cada empresa generadora y sus plantas tienen su propio centro de control, al igual que las empresas de transmisión y las distribuidoras.
Cuando llegan las 12, el personal de turno recibe correos o llamadas telefónicas de otros colegas del sistema eléctrico que, como ellos, están trabajando. Como todo el sector, ante cualquier emergencia, las cuadrillas de las transmisoras también actúan para no dejar sin luz a la noche con más celebraciones en el año.
En el caso de Engie, el coordinador de su centro de control recibe más temprano una cena especial para que lo acompañe cuando llegue la noche. Los clientes no suelen comunicarse tanto, como sí sucede en una fecha normal, y tampoco se programan mantenimientos. El coordinador cumple con sus reportes y otras actividades rutinarias. Mientras en los hogares abren regalos, él se mantiene a la expectativa. El COES avisa si hay algo qué solucionar y qué centrales deben sumarse a la tarea.
Generalmente, el mayor consumo de energía eléctrica en el Perú sucede entre la última quincena de noviembre y la primera mitad de diciembre, un mes en el que las empresas elevan su producción para cerrar bien el año. Sin embargo, en las fechas festivas de diciembre, la demanda aminora. La mayoría de industrias baja sus revoluciones, los comercios se toman una pausa, son días de descanso para casi todos.
En la mañana del 25 de diciembre y del 1 de enero, se debe adecuar la producción habitual de las plantas de ciclo combinado a esta situación de menor consumo, de acuerdo con las indicaciones y la planificación del COES. “A veces es más difícil tener una menor demanda, en términos de despacho, porque se deben hacer diversas gestiones para las grandes plantas de ciclos combinados, que usualmente operan de base [en el SEIN]”, explica Tapia. Pero como ya es algo programado, el responsable del turno en el centro de control tiene pautado lo que debe hacer hasta que su jornada acabe.