A diferencia del GLP, el diésel o gasolinas, el GNV es un combustible con precio estable, esto debido a que más del 50% del precio final que paga el usuario final corresponde a componentes regulados por el Estado. Dicha estructura permite que los usuarios de Lima y Callao puedan acceder a dicho producto con un precio final similar, más allá del lugar en dónde se encuentre.
Una de las principales razones por las que el GNV tiene dicha estabilidad en su precio es que este combustible se produce en el país, a diferencia de los otros que no pueden ser elaborados de manera suficiente y, por tanto, deben ser importados.
De igual manera, las primeras actividades de la cadena del valor (producción, transporte y distribución mayorista) son realizadas por empresas concesionarias, las cuales se encuentran sujetas a una regulación tarifaria. Esto permite que existan los mismos costos operativos para quienes comercializan el GNV.
“En contraste a estas primeras etapas del proceso, la comercialización del GNV se desarrolla en un ambiente altamente competitivo, ya que existe una elevada oferta de estaciones de servicio (EE.SS.) que, en muchas ocasiones, están ubicadas a poca distancia, por lo que el consumidor tiene la facilidad de sustituir una EE.SS. por otra”, señaló Gonzalo Tamayo, socio director de Macroconsult.
Asimismo, como parte de esta alta competitividad, se debe considerar que en Perú hay una sola presentación del GNV y, al ser definido como un commodity, hay una restricción de diferenciar el producto, como sí sucede con las gasolinas y el diésel. Por su parte, existe una alta transparencia de precios, ya que las EE.SS. están obligadas a publicar en paneles visibles y luminosos los precios de venta al público de todos los combustibles disponibles, los cuales también son reportados en el portal web de Osinergmin.
“Bajo ese contexto, las EE.SS. determinan sus precios bajo tres indicadores: entorno geográfico en donde se encuentren, promociones u ofertas aplicadas, y los servicios adicionales brindados al usuario como, por ejemplo, las tiendas de conveniencia”, agregó Tamayo.
La propuesta de masificación del gas: una oportunidad para impulsar el GNV en todo el país.
Recientemente el Gobierno ha propuesto cambios normativos (Resolución Ministerial N°029-2021-MINEM/DM) a fin de impulsar la masificación del gas en todo el país. En el caso del GNV es necesario desplegar mayores incentivos para extender su comercialización a nivel nacional.
“Para lograr dicha masificación, es necesario crear una agenda de trabajo público-privada en la que, principalmente, se impulse a los usuarios, a través de subsidios u otros incentivos, a la conversión de sus autos a GNV. Esto permitirá desarrollar una alta demanda y, en consecuencia, un alto interés de inversión privada”, destacó Tamayo.
Como se recuerda, en el país no hay barreras estructurales que limiten o dificulten la entrada de nuevos competidores al mercado del GNV, por lo que, ante una mayor demanda de este combustible se impulsa también una mayor oferta, lo cual contribuirá a que el precio siga siendo altamente competitivo y muy accesible para el usuario final.