Los registros dicen que la historia del petróleo en la selva peruana se remonta a hace más de diez siglos, cuando los nativos usaban este aceite de los afloramientos o depósitos superficiales que había en sus tierras con fines principalmente medicinales. Con el paso del tiempo, la humanidad encontró diversos usos para el también llamado “oro negro”, como sus propiedades combustibles para hacer funcionar las cocinas o para iluminar lámparas y farolas.
El primer pozo petrolero perforado en el Perú estuvo en la localidad de Zorritos, Tumbes. Su perforación se realizó en 1863 y fue pionero en Sudamérica, tan solo cuatro años después de que se iniciara la extracción de petróleo en Estados Unidos.
En 1969, durante el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, se promulgó la Ley 17440, que impulsó la exploración petrolera mediante la creación de Petroperú y por parte de las empresas extranjeras que buscaban este recurso con avidez. Estos contratos de exploración fueron denominados como el “modelo peruano”. La fórmula: el Estado peruano se declaraba propietario de las reservas petroleras y de la producción, mientras que las empresas que asumían estas inversiones entregaban hasta el 50% del crudo a cambio de estar exonerados del pago de impuestos.
Cuando se inició esta búsqueda en los años setenta, 40 pozos exploratorios fueron perforados en los Lotes 1 y 8, en Loreto, pero todos resultaron secos. Como sucede en esta actividad, no siempre es posible encontrar petróleo en todos los yacimientos.
Hasta que un 16 de noviembre de 1971, en un alejado pozo denominado Pozo 1X Corrientes, ubicado en la margen izquierda del río amazónico del mismo nombre, el anhelado recurso emergió. El descubrimiento dejó entusiasmados a los trabajadores de Petroperú y a los de Occidental Petroleum (la Oxy), socios en este proyecto de la petrolera estatal.
Ese mismo año también se encontró petróleo en el pozo Capahuari Norte 1X, ubicado en el Lote 1AB, así como también en los pozos de Capirona, Pavayacu, Yanayacu, Valencia, Nueva Esperanza y Chambira, todos en el Lote 8. Dichos hallazgos iniciaron un auge exploratorio en la selva norte.
En 1974, llegaron a operar 14 empresas en esta región del Perú, en su mayoría estadounidenses. Sin embargo, como la calidad del crudo no justificaba los altos costos de explotación —a diferencia de los yacimientos descubiertos por Petroperú y la Oxy—, la mayoría de las empresas abandonó sus exploraciones el área entre 1975 y 1976.
Fue la construcción del Oleoducto Norperuano, obra iniciada en 1972 y concluida en 1977, la que hizo posible que la producción de petróleo en la selva peruana se comercialice a gran escala. En ese lapso, mientras se planificaba y construía el oleoducto, el crudo debía ser transportado en barcazas hasta Brasil, lo que limitaba y demoraba la plena producción de los yacimientos.
El pasado 16 de noviembre, Petroperú conmemoró el 50 aniversario del descubrimiento de petróleo en la selva, homenajeando al ingeniero Jorge Rivera, uno de los protagonistas de este hallazgo histórico.
Fuentes consultadas
- Evaluación ambiental territorial de las cuencas de los ríos Tigre–Pastaza, publicado por Ministerio de Energía y Minas (1998).
- Actividades de exploración y explotación de hidrocarburos en el Perú, publicado por Perupetro (2015).
- Más de 40 años de extracción petrolera, publicado por el Ministerio del Ambiente.