Como parte de las ponencias llevadas a cabo en el XI Simposium del Agua, organizado por la SNMPE, Edmundo Claro, líder de investigación de CSIRO Chile —subsidiaria de la Agencia de Investigación Aplicada de Australia, y que promueve la transferencia de conocimientos y desarrollo tecnológico en diversos ámbitos, como la minería—, compartió la experiencia australiana en la gestión de los recursos hídricos y que viene siendo aplicada, parcialmente, en Chile.
Para ello, explicó que ante la reciente problemática de sequías en Australia se aplicó el concepto de “ciencia participativa y gobernanza con base científica”, que se refiere a la creación de instancias con legitimidad e inclusivas con las comunidades, pero también muy informadas con “la mejor ciencia disponible” para la gestión exitosa de los recursos hídricos.
Estas instancias, remarcó, deben estar en constante interacción con las partes interesadas alrededor de los proyectos a desarrollarse y en sus diferentes etapas, porque sus intereses frente al agua pueden cambiar con el tiempo. Esto permite tomar acuerdos conjuntos, zanjar diferencias y tomar decisiones de manera transparente.
Otra respuesta de Australia ante la falta de agua fue implementar la Recarga de Acuíferos Gestionada (RAG), término que alude al conjunto de métodos utilizados para abastecer de agua a los acuíferos para su recuperación y uso posterior, o para la obtención de un beneficio ambiental.
Actualmente, esta tecnología se aplica en gran parte de las ciudades pobladas de Australia, representa el 8% del agua subterránea utilizada en el país y sirve para recuperar los niveles de los acuíferos afectados por diversas causas, entre ellas el aumento de las actividades extractivas, pero también es una alternativa atractiva frente a los embalses. De la misma manera, obliga a las partes interesadas a conocer mejor los acuíferos y ayuda a hacer más sostenibles los ecosistemas dependientes de aguas subterráneas, así como convertirse en una barrera contra la intrusión salina.
En Chile, aseguró Claro, estas medidas se vienen aplicando en las cuencas de los ríos Copiapó, Rapel, Choapa y San Pedro, pero también en el altiplano, en la costa de Antofagasta, en la región Valparaíso y en la zona central del país. “El desafío que tenemos en CSIRO es hacer que la ciencia participativa y la RAG se hagan de manera conjunta y combinada en Chile”, concluyó.