“El 7 de enero de 1999, cuando comenzó a trabajar en Antamina, nevaba; luego, llovía y volvía a nevar… Henri había viajado desde Puno hasta Áncash en busca de oportunidades y a fines de 1998 se encontró con un anuncio en un diario huaracino: Antamina necesitaba un operador de perforadora y él se presentó a la convocatoria e ingresó. Cada noche realiza el esforzado trabajo de taladrar la piedra, entre el movimiento de la tierra”.
Esta es una de las tantas historias de los miles de trabajadores que forman y han formado parte de Antamina que se recopila en su nueva plataforma 20masjuntoalperu.antamina.com, en la que la empresa minera reconoce —como parte de las celebraciones de su 20 aniversario— a su equipo humano, que ha hecho posible convertirla en una de las mineras más importantes y reconocidas del Perú por su aporte económico, social y ambiental, sustentado por datos recopilados por Apoyo Consultoría.
Áncash ha progresado con Antamina. Desde el primer embarque de 17 mil TM de concentrados de cobre el 10 de julio del 2001, la minera ha contribuido en la mejora de la infraestructura educativa y centros de salud, así como en la conservación del legado histórico de la cultura Chavín. Actualmente, da trabajo a más de 2,200 trabajadores cada año, de los cuales el 40% pertenece a Áncash. Todo esto ha permitido elevar la calidad de vida de las comunidades aledañas al proyecto.
Sin ir más lejos, en medio de la crisis generada por la pandemia del coronavirus, Antamina brindó un apoyo trascendental en la comunidad: donó plantas de oxígeno, equipamiento, ambulancias y personal de salud. También apoyó el proceso de vacunación con brigadas de vacunación, termos porta vacunas y transporte, con el objetivo de vacunar a la población mayor de 18 años en 5 meses.
Contribución económica
Las inversiones realizadas por Antamina a lo largo de estos 20 años han contribuido con el crecimiento de la región, sus comunidades y los trabajadores.
La empresa minera ha realizado inversiones por un acumulado de US$ 7,209 millones, las cuales han crecido a una tasa promedio anual de 11%. Esto corresponde al 43% del PBI de Áncash, que es 2.9% del PBI nacional, 2% de la recaudación a nivel nacional. Sus compras totales equivalen a US$ 11,611 millones, de las cuales el 90% proviene del ámbito nacional.
También ha aportado US$ 12,530 millones desde el inicio de sus operaciones en impuestos; US$ 3,882 millones en canon, con un promedio anual de US$ 243 millones; y US$ 408 millones en regalías. Este aporte equivale al 29% de los recursos del gobierno local de Áncash.
Además, ha aportado voluntariamente US$ 262 millones al Fondo Minero Antamina destinado a acciones que contribuyen a la mejora de calidad de vida de sus áreas de influencia operativa.
Contribución social
Antamina ha desarrollado un “enfoque de responsabilidad social basado en una visión de desarrollo sostenible”, señala en su micrositio web. Mediante este enfoque —llamado modelo multiactor— la empresa propicia espacios de diálogo y asume un rol de catalizador social para el progreso de Áncash.
Una de las mejores maneras de medir el éxito de este enfoque es a través del Índice de Desarrollo Humano, que valora, por ejemplo, la capacidad de gozar de una vida larga y saludable, el acceso oportuno a la educación y la capacidad de contar con ingresos que permitan una vida digna y decorosa. Este índice se ha incrementado más del 50% en el ámbito de influencia de la minera en los últimos 18 años.
Si vamos a las cifras, 347 mil personas dejaron de ser pobres en Áncash entre los años 2000 y 2020, al mejorar sus ingresos promedio. Además, se han realizado 59 proyectos de infraestructura por un monto acumulado de US$ 345 millones.
Si quieres conocer en detalle la contribución de Antamina en educación, salud y nutrición, institucionalidad, desarrollo productivo e infraestructura, puede visitar 20masjuntoalperu.antamina.com/contribucion-social/
Contribución ambiental
Desde el inicio de sus operaciones, Antamina ha realizado diversas acciones para el cuidado y protección del medio ambiente, cumpliendo con los estándares de calidad de agua en los monitoreos ambientales exigidos por el Estado. Así, por ejemplo, la minera reutiliza el agua para reforestar mediante proyectos socioambientales que benefician tanto a las comunidades como al medio ambiente.
Ha desarrollado, por ejemplo, 800 hectáreas de bosque con la participación de 30 centros poblados en Huari; y 105 hectáreas de área forestal en el desierto de Huarmey, regadas con agua tratada del mineroducto. Además, en sus operaciones utiliza la totalidad del agua superficial recolectada de lluvias, recircula el 97% del agua en su planta concentradora, y realiza un uso responsable del agua fresca en el proceso de concentración de minerales.