Una adelantada a su época y un ejemplo para las mujeres en la minería peruana. Así la describen sus familiares y colegas. Juana Rosa del Castillo nació un 29 de diciembre de 1951 en Huaraz y, desde pequeña, tenía grandes aspiraciones que la llevaron a ocupar altos cargos en la industria minera que por mucho tiempo estuvieron reservados a los varones.
Su trayectoria académica incluye estudios de Ingeniería Química en la Universidad Nacional San Agustín, de Arequipa, la misma que le otorgó el título de Profesora Honoraria. Además, realizó una maestría en Procesamiento de Minerales en la Montana School of Mines, en EE.UU. y una maestría en Metalurgia Extractiva en el Imperial College, de la Universidad de Londres.
Una muestra de su tenacidad es que, en 1978, Juana Rosa ganó un concurso para ingresar como ingeniera al Departamento de Investigaciones de Centromin Perú, en el Complejo Metalúrgico de La Oroya. Pero, el director de dicho departamento no quería mujeres en esa área. Sin embargo, con el apoyo de sus colegas hizo valer sus derechos y el gerente general de la minera estatal aceptó su reclamo e hizo que ingrese a trabajar como investigadora metalurgista.
Luego, Juana Rosa demostraría que para jugar en las ligas mineras mayores no importaba el género. Al paso de pocos meses, ese mismo director le propuso participar en un concurso de becas del Consejo Británico para hacer una maestría en Metalurgia Extractiva en el Imperial College de Londres, donde se graduó con las más altas calificaciones en 1980.
En sus más de 40 años de experiencia en el sector minero, Juana Rosa fue la primera presidenta del Instituto de Geología, Minería y Metalúrgica del Perú (INGEMMET) y gerente general de Centromin Perú durante el proceso de promoción de la inversión privada en esa empresa pública. Además, participó en la operación y desarrollo de varios proyectos mineros en el Perú y el extranjero.
Dejando huella
En noviembre de 2011, Juana Rosa del Castillo fue nombrada gerente general del proyecto Zafranal, en Arequipa, cargo que desempeñó hasta fines de 2019.
Juana Rosa estuvo muy comprometida con Zafranal y era todo un reto para ella y su equipo porque había que empezar casi desde cero. Pero, gracias a su experiencia, estuvo a la altura de los desafíos.
Además, buena parte de la gestión gerencial de Juana Rosa la pasó desarrollando relaciones con los líderes comunitarios, siempre con humildad y amabilidad, ya que estaba convencida que llevarse bien con las comunidades cercanas al proyecto sería el mejor activo para el desarrollo del proyecto. “Fue una mujer con una personalidad única, muy serena, muy tranquila, respetaba mucho a las personas, sumamente empática con todos. Eso hacía que la gente la apreciara. Como gerente general, visitaba comunidades que nadie había visitado”, comentó Rubén Arratia, su esposo.
Por último, para asegurar que el legado de Juana Rosa continue siendo fuente de inspiración para los jóvenes profesionales de ingeniería de minas, química, geología y metalúrgica, Compañía Minera Zafranal creó la beca Juana Rosa del Castillo para mujeres como ella, decididas buscan abrirse paso en la industria minera.
Fuente: https://www.zafranal.com.pe/becajuanarosadelcastillo/