La actividad minero energética y el agro son pilares de la economía peruana. En el caso de la minería, representó el 9% del Producto Bruto Interno (PBI) en el 2023; mientras que el agro, el 5.9%, según el Banco Central de Reserva.
La evidencia sugiere que una colaboración efectiva entre el sector minero energético moderno y la agricultura puede generar beneficios significativos para ambos sectores, promoviendo un desarrollo sostenible y productivo.
COOPERACIÓN EFECTIVA
Esta cooperación no solo es posible sino también beneficiosa. En lugares donde estos sectores han trabajado conjuntamente, se han registrado mayores ingresos per cápita, menores tasas de analfabetismo y un mayor Índice de Desarrollo Humano (IDH), sostiene el BBVA Research.
Este enfoque cooperativo se destaca especialmente en la gestión del recurso hídrico, un tema recurrente de conflicto. La minería, con su capacidad de generar excedentes económicos, puede invertir en infraestructura hidráulica que beneficie tanto a la agricultura como a la minería, asegurando un uso eficiente y sostenible del agua.
EXPERIENCIAS DIVERSAS
A continuación, sin ser una lista exhaustiva, se mencionan algunos casos de empresas minero energéticas que han implementado proyectos para y junto con el agro.
Cerro Verde y el éxito de La Enlozada. Sociedad Minera Cerro Verde financió, construyó y actualmente opera el sistema de tratamiento de aguas residuales La Enlozada, la cual procesa el 95.5% de los desagües de Arequipa metropolitana, descontaminando el río Chili y recuperando su ecosistema. Un río con agua limpia beneficia al sector agropecuario, permitiendo cultivar productos de alta calidad con posibilidad de exportación y brinda agua apta para la ganadería. Además, la empresa ha construido y mejorado más de 90 km de canales de riego, así como bocatomas en La Joya, Uchumayo y Tiabaya.
Miski Mayo y los emprendimientos agropecuarios. Miski Mayo ha centrado sus esfuerzos en la provincia de Sechura, trabajando con emprendedores agropecuarios para promover cultivos innovadores y sostenibles implementando el riego tecnificado y promoviendo la asociatividad. Este proyecto se ha desarrollado en tres fases: generación de confianza, incubación y aceleración, logrando resultados positivos que han mejorado significativamente los ingresos y la sostenibilidad de los pequeños agricultores del desierto de Sechura. El cambio de cultivos tradicionales a promisorios como papaya, ají habanero, frijol lactao, entre otros ha reducido el impacto ambiental y ha aumentado la rentabilidad, beneficiando a los agricultores locales.
ENGIE con su programa “Agroemprendimientos”. Junto con la Asociación Central de Productores Agropecuarios del Valle Agrícola del Paucartambo (CEPROVAPP), desarrollaron la marca colectiva “entrefrutos”, que promueve un modelo de negocio competitivo para mejorar la calidad de vida de los productores agropecuarios. Esta marca aborda la informalidad y el bajo retorno económico de los agricultores al eliminar intermediarios y fomentar el comercio directo entre los pequeños productores y la gran industria, markets y consumidor final. Así, se crea una cadena de valor más justa y sostenible, incentivando a la asociación a desarrollar cultivos de mayor demanda y calidad. Además, se ha empoderado a las mujeres líderes de las comunidades, logrando que más del 30% de las registradas participen activamente y que siete formen parte de los concejos directivos de sus asociaciones.
PetroTal y Agroideas. PetroTal, operador del Lote 95, firmó recientemente un convenio con el Programa de Compensaciones para la Competitividad (Agroideas) del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), que beneficiará a los agricultores del distrito de Puinahua, donde se ubica el campo Bretaña Norte. Este acuerdo permitirá a los pequeños y medianos productores agrarios acceder a cofinanciamiento no reembolsable para planes de negocio y proyectos de reconversión productiva, facilitando la adopción de tecnología, fortalecimiento de la gestión, asociatividad y la participación de la mujer en la agricultura. Además, PetroTal promoverá proyectos sostenibles, apoyará a las organizaciones de agricultores, facilitará la logística necesaria y difundirá casos de éxito.
Estos casos ejemplifican cómo la colaboración entre el sector minero energético y la agricultura pueden promover un desarrollo económico y social más equilibrado. La implementación de infraestructuras compartidas, la gestión sostenible del agua y la inversión en proyectos comunitarios son claves para lograr una convivencia productiva y armónica entre estos dos sectores fundamentales de la economía peruana.