Conelsur es una empresa de transmisión eléctrica que opera cerca de mil kilómetros de líneas y tiene presencia en 20 subestaciones en el Perú. Con la evaluación y desarrollo continuo de proyectos, tiene como objetivo duplicar su tamaño en los próximos cuatro años, y su propuesta es convertirse en un socio fundamental del sector minero peruano.
“Nuestra matriz Transelec, la principal compañía de transmisión de energía de Chile, comenzó a mirar dónde se podían enfocar los negocios del futuro y, hace ocho años, surgió la posibilidad de entrar al mercado peruano a través de la compra de activos de transmisión a Enel, que en ese entonces se llamaba Edegel”, explicó Cristián Arratia, gerente general de Conelsur. Este fue el punto de entrada al mercado peruano, elegido por su similitud regulatoria con Chile y la presencia de varias empresas chilenas en el país.
Durante los últimos años, Conelsur no solo ha operado los activos adquiridos en ese entonces, sino que también ha sumado a sus filas instalaciones de transmisión de empresas mineras y desarrollado nuevos proyectos. “En los últimos dos años hemos concretado el desarrollo de la subestación Portillo, con una inversión de US$ 11.3 millones, y estamos desarrollando una línea de transmisión y una subestación para una empresa minera”, detalló Arratia.
“La transmisión eléctrica es un eslabón fundamental para la producción minera y en Conelsur apuntamos a ser un socio estratégico de las empresas mineras y de otros grandes sectores industriales, brindando soluciones a la medida de sus necesidades con un suministro continuo y de alta calidad, lo cual es esencial para sus procesos productivos”, afirmó Arratia.
Diversificación y desafíos
Conelsur, en línea con la estrategia de desarrollo de Transelec, también está explorando nuevas oportunidades para diversificarse. Tan es así que, dentro de sus proyecciones está el incursionar en proyectos de desalinización y transporte de agua, sistemas de almacenamiento de energía y en el prometedor campo del hidrógeno verde. “En Chile ya cerramos contratos relacionados con desalinización y transporte de agua. Esto nos ha llevado a diversificar nuestro negocio para fortalecer nuestro objetivo de sostenibilidad”, indicó Arratia.
“La permisología es un dolor que sufre toda la región”, afirmó el ejecutivo. “Se necesita estandarizar criterios para dar certeza a las empresas y lograr un equilibrio que permita el desarrollo de los proyectos, respetando el medio ambiente y las comunidades”, agregó.
El futuro
Arratia avizora un futuro prometedor tanto para el mercado de transmisión de energía como para el sector minero en el Perú. “Nuestra estrategia a largo plazo es permanecer y crecer en el país. La minería, especialmente la del cobre, es fundamental para la transición energética global. Confiamos en que los proyectos mineros se desarrollarán y que esto incrementará la demanda de nuestros activos de transmisión”, proyectó Arratia.