Una de las alternativas que ha demostrado eficacia es la fertilización con abonos orgánicos, como compost, bocashi y biol. La constante incorporación de guano de corral y otros derivados orgánicos viene mejorando la calidad del suelo, regulando el pH y promoviendo la actividad microbiana. La combinación de esta práctica con la rotación de cultivos fortalece la resistencia de los cultivos y mejora la salud del suelo, reduciendo así la vulnerabilidad ante plagas y enfermedades, como el gusano picador de brotes, la Mancha chocolate, la pulguilla saltona y la roya del maíz.
El trabajo conjunto entre los productores locales, el PRA Buenaventura y el Proyecto San Gabriel, ha desarrollado prácticas innovadoras y amigables con el medio ambiente, para minimizar las pérdidas y preservar la integridad de los cultivos.