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KMMP: “Los proveedores tenemos una visión positiva sobre la minería y sobre el 2024”

Julio Molina, nuevo CEO de la empresa, nos comparte los principales proyectos y desafíos que enfrentará este año, destacando la importancia de la adaptación tecnológica y la gestión de la energía en la industria minera.

En un escenario donde la producción minera y la demanda de equipos están en aumento, Komatsu-Mitsui Maquinarias Perú (KMMP) se prepara para asumir nuevos retos y oportunidades en el 2024. En una entrevista para Desde Adentro, Julio Molina, nuevo CEO de la empresa, nos comparte los principales proyectos y desafíos que enfrentará este año, destacando la importancia de la adaptación tecnológica y la gestión de la energía en la industria minera.

¿Cómo describiría el panorama actual del sector proveedores peruano de la industria minera?
Los proveedores van a estar siempre alineados a cómo esté en general el mercado minero. Nosotros tenemos una visión positiva. Ciertamente es más complejo iniciar un proyecto nuevo en este momento, pero estamos ante un escenario en donde los proyectos nuevos están configurados para los siguientes 3 o 4 años. El desafío global que tiene la minería en general es aumentar la producción, y esto va a ser soportado por los proyectos actuales, los que llamamos brownfield (de expansión en yacimientos ya explotados). Todos los clientes mineros están con proyectos de expansión y viendo cómo van mejorando sus operaciones. Ahí es donde los proveedores de la minería soportan y ayudan a los clientes a cumplir sus metas. Por tanto, nosotros tenemos una visión positiva sobre la minería y sobre el 2024.

A partir de este panorama que nos describe, ¿cuál cree que será su principal reto como CEO de KMMP este año?
Creo que los principales retos vienen internamente. Estamos trabajando en darle un plan a Komatsu-Mitsui para los siguientes tres años. Somos una empresa que el año pasado finalizó con buenos resultados. Integrándonos con Komatsu Mining Corp. (KMC), ahora somos una empresa que está en proceso de unificación y esperamos ser una sola entidad legal en el segundo semestre de este año. Nuestro primer desafío es convertirnos en el distribuidor del portafolio completo de la marca Komatsu. Esto también viene alineado con los requerimientos de los clientes, que querían ver lo mejor de ambas compañías en un solo distribuidor, es decir, una sola compañía distribuidora de equipos Komatsu en el Perú. Consideramos que la integración tiene sus desafíos, sobre todo en términos culturales y transaccionales. En sentido, el reto a nivel de proceso interno y concretar la integración de ambas compañías.

¿Cómo está evolucionando la industria minera peruana en respuesta a los desafíos de descarbonización y cómo influyen los proveedores en este proceso de transición energética?
La minería está en un proceso de transición interesante. Las grandes mineras han establecido compromisos de ser carbono-neutral al 2050, algunas incluso ya tienen metas para el 2030 y 2035. Ahora bien, las empresas mineras de Perú son parte de un ecosistema global; por lo tanto, su desempeño es fundamental para cumplir las metas establecidas. Considerando que los proveedores forman parte de la cadena de valor minera, es importante que den una respuesta alineada al cumplimiento de los desafíos trazados. Pues, son quienes dotarán a la minería de mejores soluciones para ir cumpliendo con las metas de descarbonización, ahora y en los próximos años. Por ello, las minas no solamente están pensando en productividad, sino también en cómo producen de manera más limpia. Además, hay una intersección interesante entre minería y energía, que cada vez van más de la mano. Porque cuando uno mira el desafío de la descarbonización se da cuenta de que no es solo un desafío tecnológico, también es un desafío energético. Podemos tener toda la tecnología disponible, pero si no tenemos “energía verde”, ya sea para surtir a las minas o producir hidrógeno verde, no genera valor.

¿Cómo entra Komatsu-Mitsui en esta ecuación de más tecnología y más energía verde?
El rol de Komatsu-Mitsui es brindar soluciones que ayuden a los clientes. El primer pilar es contribuir a la descarbonización con maquinaria que tenga menos emisiones. Esto significa desarrollar un camión full eléctrico, que ya está a nivel de prototipo, y también un camión que sea capaz de responder a diferentes tipos de energía. No simplemente ser un camión a batería full eléctrico, sino que también, por ejemplo, pueda funcionar con celdas de hidrógeno verde si el país avanza en el desarrollo de esta energía.
Nuestros camiones duran al menos 15 años. Por eso, cuando el cliente compra un camión, especialmente en un periodo de transición energética, debe evaluar diferentes alternativas tecnológicas. Por lo tanto, el grupo Komatsu que atiende a clientes mineros está desarrollando un camión agnóstico, que atienda esa flexibilidad. Se trata de un camión con la tecnología actual, diésel, adaptable al trolley, baterías, o, más adelante, hidrógeno verde -si está disponible- sin tener que reemplazar el vehículo.

Y en medio de todo este proceso de adaptación e innovación, ¿en qué nivel de tecnología se encuentra trabajando Komatsu-Mitsui en el Perú?
El camión full eléctrico está en prototipo. Creemos que el hidrógeno verde va a ser una solución que podrá ser desarrollada más hacia el 2030. Por supuesto, hay celdas de hidrógeno, pero es diferente producir una capaz de mover un camión de 400 toneladas a un costo razonable. Esto implica resolver otro problema: cómo cargar con energía estos camiones. A un auto eléctrico puedes dejarlo cargando toda la noche y al día siguiente usarlo; no obstante, los camiones mineros funcionan todo el día, por lo no puedes parar un camión minero a cargarlo hasta ocho horas. Es todo un desafío técnico.

Aquellos son esfuerzos que tienen que ir dándose en paralelo: por un lado, la tecnología, y por otro la disponibilidad de energía verde para poder reemplazar al diésel; luego de ello, el desafío de la gestión de dicha energía. Cada día, el desafío operacional de la mina se va a mezclar con el desafío energético de la mina. Todo esto va a requerir costear las inversiones con mayor productividad y, para eso, creemos que los clientes van a ir estudiando sistemas autónomos en sus minas. Por supuesto, ya todos iniciaron un proceso de digitalización muy importante, pues un pilar fundamental es la automatización: desde los camiones autónomos hasta sistemas semiautónomos en las palas y en las diferentes maquinarias.

Un último pilar es toda la etapa de digitalización y gestión de la información: vamos a tener todos los sistemas conectados, pero alguien los tiene que sincronizar. Ese es otro gran desafío de la minería en general, en el que los proveedores estamos proponiendo soluciones.

Este 2024 anunciaron que van a facturar más de US$ 900 millones. ¿Podemos desagregar estas cifras? ¿Qué proyectos e inversiones se ejecutarán?
El 2024 buscamos facturar más de US$ 900 millones. Eso se compone entre poco más de US$ 700 millones del negocio tradicional de Komatsu-Mitsui y US$ 200 millones más por parte del negocio de KMC. Hablamos de US$ 900 millones porque seguramente en el segundo semestre vamos a ser una sola compañía. El 65% de ese negocio es minería, el otro 35% es construcción. El proyecto más importante ahora —en términos de equipos— es Antamina. Este año tenemos que entregar cerca de 18 camiones. En general, este proyecto está corriendo. El año pasado entregamos 20 camiones, bajo una orden por 100 unidades en los siguientes 4 o 5 años.
Estamos trabajando con la mina para poder ir año a año asignándole los camiones que ellos necesitan para su producción. El minero necesita los camiones cuando establece su plan de inversión y su plan de producción, por lo tanto, no es una cifra fija, sino que el cliente va determinando cuántos camiones necesita. Pero, para nosotros, la parte más importante es el aftermarket, es decir, los repuestos y servicios. Un año tienes el éxito por vender la maquinaria, pero en los siguientes años sigues cosechando parte de esos frutos en la relación con los clientes para mantener esa flota activa. El cliente compra estos equipos cada 10 o 15 años y espera que nosotros como distribuidores estemos al lado. Yo creo que ese es el mayor impacto que hemos tenido como distribuidores en los últimos años. Además, tenemos una inversión de más o menos US$ 60 millones, de los cuales US$ 30 millones son para operar el negocio. Tenemos más de 22 sucursales y estamos haciendo una serie de inversiones en infraestructura, en almacenes, en un edificio para oficinas en Arequipa; todo eso requiere desde el mantenimiento hasta construir y crecer con el negocio. Adicionalmente, invertiremos otros US$ 30 millones en nuestra flota de renta dedicada principalmente a minería. Tenemos más de 300 equipos y nos toca renovar casi 100 todos los años. Eso demanda una inversión muy grande en todo lo que son los activos de renta. También, por supuesto, estamos continuamente rotando más de US$ 200 millones en inventario para apoyar a nuestros clientes.

¿Qué otros proyectos destacarían? ¿Están en conversaciones con otras empresas mineras?
Es difícil encontrar una orden tan grande como la que tomó Antamina. Porque, en general, los clientes abren propuestas para las compras que necesitan hacer el siguiente año. Lo que hizo Antamina es revisar su plan y proponer una nueva manera de negociar ese plan, y negociar a largo plazo. Yo creo que estamos conversando con todos, y lo positivo es que todos tienen planes de expansión. Pero también están con el desafío de cómo introducen las nuevas tecnologías. Por lo tanto, ahora más que nunca, las decisiones están siendo un poco más complejas. Los equipos de planificación y compra minera tienen un desafío importante porque van a tomar decisiones sobre equipos nuevos cuando estamos en un proceso de transición hacia la descarbonización de las minas. En general, el análisis no es fácil, porque ya no es solo un análisis de compra de un activo y aumentar la producción, sino que también hay un análisis de desarrollo tecnológico. Todas las mineras están viendo cómo se introducen en la minería del futuro. Y esta es una transición en el Perú y, en general, en los países mineros del mundo —Australia, Chile y Sudáfrica—, que están en lo mismo.

Uno de los problemas que se suele poner sobre la mesa al hablar de minería en el Perú es la tramitología ¿De qué manera los puede afectar a ustedes como proveedores?
Estamos muy alineados con la operación de las mineras. Si ellas no pueden abrir un nuevo proyecto no necesitan comprar maquinaría. Si la tramitología fuera menor y las empresas mineras pudiesen construir todos los proyectos del portafolio [peruano], sinceramente, las empresas proveedoras, tendrían que triplicar el abastecimiento de equipos para cumplir con la demanda. Porque el desafío es tremendo, y la posibilidad que tiene el Perú es muy grande. En ese sentido, el crecimiento de los proveedores depende, en gran medida, de estos nuevos proyectos mineros. Nosotros tenemos que ayudar con tecnología y soportar a los clientes para que tengan operaciones más eficientes. Pero son las mineras las que están lidiando con estos desafíos. Si esto no se resuelve, obviamente, impactará en nuestras ventas. Pero somos positivos.

¿Cómo se proyecta KMMP en los próximos años para consolidarse como una empresa con ventas por más de US$ 1,000 millones?
El escenario va a ser bien parecido a lo que estamos viendo este 2024. Pero nosotros, en realidad, estamos siendo positivos frente a un escenario de tres años, no de uno. Por tanto, creemos que vamos a ser una empresa de más de US$ 1,000 millones de todas maneras durante los próximos tres años en los que se van a ir concretando la entrega de los camiones de Antamina. Tenemos otros proyectos y una participación alta en el mercado. Por eso, estamos planificando poder atender las necesidades del mercado y también vemos que los requerimientos de inversión son altos: tener a la gente capacitada, inversiones preparadas, y concretar la integración con KMC. Así, el escenario que les comento para el 2024, así como para los siguientes 20 años, responde a lo mismo: siempre van a haber riesgos.

¿Cuál considera que es el papel de los diferentes sectores en la construcción de una sociedad más consciente de la importancia de la minería para el progreso nacional?
Creo que el sector minero es un sector estratégico fundamental para desarrollar el país; sin embargo, el sector minero no se tiene que quedar solo dentro del ecosistema minero, pues cuenta con un aliado estratégico compuesto por los proveedores. De esta manera, desde la SNMPE y el Sector Proveedores se realizan esfuerzos para difundir todo lo bueno que hacen las compañías del sector. Si bien la responsabilidad directa la tienen las empresas mineras, porque son las que desarrollan la operación, sin duda, los Proveedores expandimos todo este trabajo, todo lo bueno, todo el grado de influencia que se pueda lograr. Si al esfuerzo del sector minero y de sus proveedores sumamos al sector energético, que al final del día se están mezclando, el impacto que podemos tener en el país es súper grande. Por lo tanto, no es solamente tarea de una empresa o de una minera en particular, sino que todo el ecosistema minero tiene un compromiso muy grande y creo que estamos trabajando para mostrarlo a la sociedad.