Primero, en el 2018, Minería de Todos; después, en el 2020, Impulsando el desarrollo: gas y petróleo del Perú; y este 2023, tuvo lugar el lanzamiento de Energía que Transforma – Electricidad para el Perú. La presentación de esta última campaña, destinada a informar y educar sobre el aporte del sector eléctrico en el crecimiento del Perú, tuvo lugar en el auditorio Alberto Benavides de la Quintana, de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).
Angela Grossheim, directora ejecutiva de la SNMPE, recordó la importancia de cada una de estas campañas y, por ello, destacó el compromiso del gremio con informar al público sobre la importancia de los sectores que constituyen una institución más que centenaria. En esta ocasión, para dar a conocer cómo la modernización del sector eléctrico en los últimos 30 años ha impulsado el crecimiento del Perú, a través de la llegada de la inversión privada para garantizar la electricidad en los hogares peruanos; el desarrollo eficiente de la generación eléctrica, y el manejo técnico de las tarifas eléctricas.
“[Con esta marca] queremos llegar a todos los peruanos de manera sencilla y poder generar un diálogo”, indicó Grossheim, para luego agradecer a todas las empresas del sector eléctrico agremiadas por su aporte a esta iniciativa.
Así se inició a la presentación gremial de “El aporte del sector eléctrico para el crecimiento del país”, que tuvo como ponentes a César Butrón, presidente del Directorio del Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional (COES); Jaime Mendoza, expresidente del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin); y Juan Miguel Cayo, presidente del sector eléctrico de la SNMPE y gerente general de Fenix Power.
Infraestructura: más inversión
César Butrón, del COES, expuso los principales desafíos del sector eléctrico en materia de infraestructura a nivel de generación, transmisión y distribución.
En generación eléctrica, señaló que, para el 2024, se requiere de un mínimo de 2,100 megavatios nuevos de generación eficiente. “Si eso lo extrapolamos solo a través de energías renovables variables, se necesita, por lo menos, el doble: 4,000 megavatios nuevos instalados solo para atender el crecimiento de la demanda, que, de por sí, es bajo”, aseveró. Y agregó que todo ello implica una inversión en generación que puede alcanzar hasta US$ 10,000 millones.
En cuanto a transmisión, también se requiere de más inversiones. “Se va a instalar generación en sitios que antes no había [centrales], por lo que hay que reforzar las líneas”, apuntó el especialista. Además, refirió que toda la planificación de transmisión y generación del sistema peruano se basa en evitar la congestión. Sin embargo, debido a que el Perú ya cuenta con industrias con sistemas y equipos complejos, que requieren de un nivel óptimo en el servicio de electricidad, el siguiente paso de desarrollo en transmisión es planificar la confiabilidad. “Es decir, si bien ya existe capacidad, podamos hacerlo con mucha más seguridad. Y eso implica más líneas de transmisión, más equipos y más subestaciones”, acotó.
Respecto a la transmisión, Butrón manifestó que, si no hay más inversión en este ámbito, el Perú se arriesga a tener problemas de mal servicio de electricidad. “Como la mayor parte de las distribuidoras está en manos del Estado, estas tienen una serie de limitaciones serias que no las dejan invertir a la velocidad que se necesita”, explicó.
Función regulatoria: una visión conjunta
Jaime Mendoza, expresidente del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin), declaró sobre por qué el rol regulador es fundamental en el sector eléctrico.
“Si no existe regulador, vamos a tener frente al Estado, y este no es técnico, es muy político, y sus decisiones no tienen el tono técnico y legal que merece la industria eléctrica”, expresó Mendoza. También explicó que el regulador no emite normas, sino el Estado, y que su objetivo es desarrollar estudios sobre todos los aspectos de la industria eléctrica para atraer más inversiones.
Mendoza recordó que el rol regulador fue clave a partir del 2006, con la Ley 28832, para asegurar el desarrollo eficiente de la generación eléctrica, que permitió las mayores inversiones en los tres subsectores. “Antes, la Ley dejaba que el mercado decida poner líneas de transmisión. Lógicamente, el mercado no decidía porque no es una entidad, sino un conjunto de actores, y las líneas no se ponían a tiempo y teníamos congestiones por todos lados. Con la planificación, eso mejoró tremendamente”, indicó.
Sin embargo, añadió que el sector aún requiere de trabajar en una visión conjunta. “El regulador en sus procesos trata de coordinar, hablar y escuchar también a los agentes privados. Porque, al final, es el que propone la alternativa: necesita hablar con todos; saber cuál es la problemática del sector, y poder transmitir eso en cambios, mejoras y modernización. Por ello, la regulación avanza después de la tecnología, porque no hay esa forma coordinada de trabajar”, manifestó.
Inversión: tres condiciones mínimas
Para Juan Miguel Cayo, presidente del sector eléctrico de la SNMPE, el sector privado sigue estando dispuesto en invertir en el Perú, pero requiere de tres condiciones mínimas: estabilidad, predictibilidad y simplificación de trámites. Todo ello, sin reducir estándares.
“¿Cuántos ministros de energía y minas hemos tenido en los últimos tres años? Once ministros”, respondió. “Eso es todo lo contrario a la estabilidad política y las reglas del juego que se requieren para atraer inversión”, aseveró.
Para garantizar la predictibilidad del sector, dijo Cayo, es primordial mantener un nivel de diálogo con todos los actores, incluidas las empresas: “Llegó un momento en que era casi un pecado que un ministerio se reúna con los agentes privados. Eso es desnaturalizar la esencia de un servidor público y de cómo trabajar de manera coordinada con el sector privado para lograr cambios regulatorios que sean positivos para el país”.
Por último, abordó la simplificación de trámites y de servicios. “Cada vez es más difícil hacer obras, sacar permisos, cada vez hay más entidades públicas opinando. Lo que antes demoraba unos meses, hoy demora dos años. Un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) hoy toma dos años y la Declaración de Impacto Ambiental simplificada demora un año. En otros países esto demora semanas. Por eso, cada vez es más difícil hacer inversiones en el país”, explicó.
Transición energética: lo pendiente
Butrón señaló que el COES aún no está listo para la transición energética y que, para ello, ha elaborado un plan estratégico que incluye una serie de inversiones en software y hardware, sistemas y personal, gastos en servicios, entre otros, para poder llevar el Centro de Control de Operación de todo el Sistema Interconectado Nacional al estándar internacional.
“La penetración de las energías renovables —que, en efecto, implica el inicio de la transición energética— no es muy grande y, por ello, el que aún no estemos preparados no causa problemas. Pero eso no va a ser siempre así. Cuando tengamos una penetración de 28% a 30% [de renovables] se requiere de mucho trabajo”, señaló Butrón.
“Ya se viene una nueva reforma”, apuntó Sergio Mendoza. “No solo aquí. En casi todos los países. La iniciamos junto con Chile y Colombia, y ahora en todo Centroamérica están trabajando para hacer cambios por la transición energética. Esto significa preparar a todo el sistema, incluidos los agentes privados, para que puedan soportar con flexibilidad y confiabilidad todos estos cambios”, añadió.
Sin embargo, Butrón dijo que de nada sirve modernizar el COES y promover más energías renovables si no se desarrollan aspectos indispensables, como los servicios complementarios o la regulación de la generación distribuida.
Pedagogía: valorar la electricidad
“Nadie puede valorar lo que no conoce. Si queremos que el sector eléctrico sea valorado en su aporte al desarrollo del país, debemos darlo a conocer. La labor pedagógica que vamos a emprender, desde amas de casas y niños, hasta escuelas, universidades y regiones, es una labor fundamental para consolidar y posicionar el mensaje que queremos transmitir: que el sector eléctrico es una pieza fundamental para el desarrollo del Perú”, concluyó Cayo. Para ello está “Energía que Transforma – Electricidad para el Perú”.