Statkraft cuenta con una capacidad instalada de 450 MW a través de la operación de nueve centrales de producción hidroeléctricas. Pero, ahora, la apuesta es por la energía renovable no convencional (ERNC). “Contamos con un portafolio de proyectos greenfield, basados en ERNC, con un potencial mayor a 500 MW entre eólicos y solares, sobre los cuales ya nos encontramos trabajando en los permisos y licencias”, cuenta a Desde Adentro Juan Antonio Rozas, country manager de Statkraft Perú.
El potencial de desarrollo de proyectos solares o eólicos en el Perú le permite al país tener centrales con factores de planta muy competitivos y de clase mundial. “Por ejemplo, el potencial eólico en el norte, centro-sur (como Marcona en Ica), y el solar en la zona sur del país”, señala Rozas. “El aprovechamiento de dichas fuentes de energía limpia representa una oportunidad viable para contribuir a que la matriz energética del país tenga un impacto más reducido sobre el medio ambiente”, explica.
Apuestas eólica y solar
Por eso, Statkraft anunció el desarrollo de Emma, un proyecto greenfield eólico, ubicado en Sechura, Piura, con óptimas condiciones de viento y una ubicación estratégica para la conexión a la red eléctrica nacional. Cuenta con una capacidad instalada de 72 MW y la posibilidad de expandirse hasta 408 MW.
La empresa estima que la primera etapa del proyecto empezará a construirse en el primer trimestre del 2026, por lo que su puesta en operación comercial sería el primer trimestre del 2027. Para la segunda etapa, la construcción y operación se iniciarán dos años después. La inversión asociada a la primera fase del proyecto (72 MW) asciende a US$ 106 millones y la segunda fase (408 MW) a US$ 561 millones.
Lupi es el otro gran anuncio de Statkraft, un proyecto greenfield solar con una capacidad instalada de 150 MW, ubicado en Carumas, Moquegua. “El nivel de radiación en la zona del proyecto es muy competitivo, a la par de los proyectos más eficientes en desarrollo del portafolio de Statkraft a nivel global. Incluso, se identificó que el nivel de radiación es ligeramente menor al registrado en el desierto de Atacama en Chile, considerada la mejor región del mundo para la producción de energía fotovoltaica”, explica Rozas.
Lupi iniciaría su construcción en el segundo trimestre del 2025 y entraría en operación comercial durante la segunda mitad del 2026. La inversión asociada para la ejecución del proyecto sería de US$ 105 millones.
“Estos proyectos son de los más competitivos del mercado y cuando entren en operación contaremos con un portafolio de energía diversificado que permitirá optimizar nuestra producción eléctrica. La energía eólica complementará la menor generación hidroeléctrica que se presenta en época de estiaje y la tecnología solar contribuirá a la producción de energía en las horas de mayor radiación con la nivelación de picos de producción durante el año”, indica el ejecutivo.
“Con la adquisición del proyecto solar Lupi y del proyecto eólico Emma, Statkraft Perú tendrá acceso a las mejores regiones del país para el desarrollo de proyectos eólicos y solares”, afirma.
Impulso a nuevas energías
Actualmente, la matriz energética peruana es principalmente hidrotérmica, pero los proyectos Emma y Lupi contribuirán a acelerar la agenda de desarrollo greenfield de Statkraft y contribuir, a su vez, con la diversificación de la matriz energética peruana, refiere Rozas. Pero, además, explica, le otorgarán mayor predictibilidad al mercado, frente a las externalidades como, por ejemplo, la crisis energética mundial o la falta de lluvias como las registradas a finales del 2022.
“En Statkraft consideramos que la promoción de [las inversiones en] energía solar y eólica genera grandes beneficios en el impacto social y ambiental, pero, sobre todo, en el económico, si se logra el fomento de la inversión privada en estas tecnologías, [que son] más baratas en comparación con la obtenida a partir de combustibles fósiles”, agrega el ejecutivo.
Como parte del desarrollo de estos proyectos, Statkraft también instaló una torre de medición de 120 metros de altura para analizar el recurso eólico in situ en un proyecto greenfield distinto a Emma, el cual lleva más de 20 meses de medición con resultados competitivos. “Así, continuaremos con los estudios de carácter técnico, económico y social hasta alcanzar un estado de avance ready-to-build”, concluye Rozas.