Women in Mining Perú (WiM PERU) continúa sumando esfuerzos para procurar una mayor participación de las mujeres en la minería. Graciela Arrieta, fundadora y presidenta de la organización, conversó con Desde Adentro en sus últimos días de gestión. Realizó un balance de su gestión comentando sobre los cinco ejes sobre los que la organización cimienta sus planes de acción, los objetivos de la institución y la necesidad de seguir trabajando en este sector para que las brechas no se alarguen en torno a la equidad de género.
El propósito de WiM PERÚ es poner en relieve la participación de las mujeres en el sector minero peruano, ¿qué acciones realizaron para conseguir este objetivo?
WiM PERU tiene seis años de presencia en el país, ha sido un camino sostenido de continuo aprendizaje y crecimiento. La pandemia nos abrió la oportunidad de expandirnos y llegar a nuestro público objetivo. Nuestras líneas de acción se han enmarcado en cinco ejes de acción desde donde desarrollamos una cartera diversa de proyectos. El primero es el incremento de la empleabilidad para atraer y retener al talento femenino en la minería; un segundo eje es el educativo, que busca la creación de espacios formativos y de aprendizaje continuo para fortalecer las competencias de las mujeres; un tercer eje es el de la visibilidad y el liderazgo para poner en relieve el trabajo que realizan las mujeres en el mundo minero. El cuarto eje es el de las buenas prácticas de inclusión y diversidad. Por último, el quinto eje es la descentralización, buscar que las mujeres de todo el país puedan surgir en este rubro y compartir su visión sobre la industria. Hoy tenemos cerca de 2,000 asociadas en todo el Perú y contamos con sedes descentralizadas en 12 regiones del Perú.
WiM PERÚ busca fomentar la participación de la mujer en diversos campos de la minería en todo nivel. ¿Cuál ha sido el aporte de la organización en este aspecto?
Promovemos la participación activa de las mujeres en todos los niveles de la industria minera y hemos trabajado arduamente para crear conciencia sobre la importancia de la inclusión de las mujeres en esta industria, tanto a nivel de operaciones como de liderazgo. Uno de nuestros principales logros ha sido la creación de una red de apoyo para mujeres en la minería, donde se pueden compartir experiencias, conocimientos y oportunidades. También hemos llevado a cabo diversas actividades y programas de capacitación para mujeres en la minería, con el fin de ayudarlas a desarrollar habilidades técnicas y de liderazgo y espacios de confraternidad que nos permitan conectarnos y hacer networking para desempeñarnos eficazmente en la industria.
Además, hemos trabajado en estrecha colaboración con empresas mineras para fomentar la inclusión de las mujeres en los equipos de trabajo y en los procesos de toma de decisiones. Solo para citar tres proyectos de WiM PERU, en el 2022 publicamos la primera edición de “Mineras del Bicentenario. Ellas nos inspiran”, un libro digital como físico que cuenta la historia de siete mujeres que desafiaron los estereotipos de género y se hicieron de un espacio en la minería, las seleccionadas fueron parte de una convocatoria nacional que atrajo 175 casos presentados y 33 finalistas. Esos testimonios son muy valiosos y buscamos que todas las mujeres puedan leerlos para que puedan inspirarse o las tomen como referentes.
También publicamos el estudio “Mujeres y la minería del futuro”, que presentamos en la primera cumbre de Diversidad e Inclusión que se realizó en todas las ediciones de PERUMIN y que WiM PERU organizó por gentil invitación del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, donde estuvieron representantes del PNUD Perú, que fue la institución líder del estudio; así como también del Banco Interamericano de Desarrollo y representantes del Estado peruano, Ecuador y Argentina.
Un programa emblema de nuestra institución es el de Mentoría, que al momento lleva cinco ediciones, y busca ayudar a las asociadas a crecer a nivel personal como profesional, acelerando el ritmo de sus carreras a través de compartir su experiencia con jóvenes profesionales y creando una red de soporte, logrando una inspiración basada en las experiencias y las vivencias. Hemos escalado de ser solo de mujeres a incorporar hombres líderes del sector e internacional. Más de 300 personas han pasado por nuestro programa.
¿Cuáles son los principales hallazgos de ese informe y qué decisiones tomaron?
Es el primer diagnóstico sobre la situación de la mujer minera enfocada en gran y mediana minería. Revela la participación de la mujer, explica las cifras y pone en contexto el 6% de participación que tenemos en esta actividad. Así hemos podido mostrar a la industria dónde estamos, por qué estamos así y qué aspectos considerar para mejorar.
El informe describe la situación de las mujeres en la industria minera en el país; presenta el análisis situacional de las mujeres en equidad de género en el mercado laboral abordando la situación de participación en el contexto minero y haciendo un análisis enmarcado en el contexto de la pandemia COVID-19. Se aborda las principales normas en materia de equidad y sobre todo las buenas prácticas empresariales exitosas que están permitiendo tener avances.
Queda claro que es necesario proveer incentivos claros para incrementar la inclusión de mujeres en carreras masculinizadas (principalmente STEM, de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en ingles); mejorar los procesos de selección y reclutamiento; brindar mayor flexibilidad laboral y apoyo para madres y padres del sector; mejorar la transparencia en la información para potenciar el seguimiento que garantice la equidad de género en el sector; así como lograr una mayor articulación entre agentes de la sociedad civil, academia, sector público y privado.
A propósito de los resultados, consideramos que es necesario incorporar la perspectiva de las mujeres, que también son mineras, y son parte de la cadena productiva en las regiones y también levantar información sobre los programas con enfoque de género en zonas de operaciones mineras.
El informe “Mujeres y la minería del futuro” reporta que hay que proveer incentivos para la inclusión de mujeres en carreras masculinizadas, ¿cómo se ha avanzado en este aspecto?
Del total de asociadas que hoy tenemos, más de 600 pertenecen al grupo estudiantil universitario o técnico donde un 98% pertenecen a carreras STEM. Trabajamos para fortalecer sus competencias técnicas y habilidades blandas junto con una red de apoyo que les permite a ellas mismas liderar sus propuestas y temas que sean de especial interés en sus regiones entorno a la industria minera. Este espacio las ayuda a formarse para los desafíos que tendrán en su vida profesional.
Desde el 2021 realizamos el Proyecto Umalliq Warmi (Mujer Líder) que aborda la transición de las mujeres desde la etapa universitaria hasta la inserción laboral y brindarles capacitaciones a las mujeres, en un programa formativo intensivo que busca fortalecer sus habilidades blandas y técnicas, de la mano de líderes de la industria. Durante sus dos ediciones, hemos recibido más de 500 postulaciones y se han becado a 60 mujeres de todo el Perú, que incluyen las zonas de influencia directa de proyectos mineros.
En el 2022 lanzamos el Proyecto Kuraq Ñañaiky (Tu hermana mayor), un programa dirigido a estudiantes escolares de 4to. y 5to. de secundaria de zonas mineras del Perú, donde en seis meses desarrollan las dimensiones formativas e inspiracionales para estudiar carreras vinculadas a las ciencias STEM, vamos a colegios en zonas de influencia minera para educar a las jóvenes, generarles interés y vincularlas desde temprana edad a la minería. Mostrarles el camino que pueden tener a nivel profesional y técnico. También les contamos testimonios, queremos causar impacto directo en los jóvenes. Hemos impactado a más de 200 estudiantes en las regiones de Lima, Cajamarca y Moquegua.
Siguiendo con el informe, se habla de programas que permitan equiparar un sector “altamente masculinizado” como el minero, ¿cómo lo están logrando?
Tenemos un plan de acción al 2030 a través del cual queremos llegar a los dos dígitos en participación de la mujer en el sector y, para ello, apuntamos a lograr tener un sello a las empresas que pueda mapear sus niveles de avance. Desde el 2022, estamos haciendo capacitaciones en sesgos inconscientes a las empresas y sus trabajadores y continuamente conversamos con las empresas para conocer dónde y cómo podemos ayudarlas.
Durante su gestión se incrementó el número de aliados de WiM PERU, ¿cómo ha sido ese proceso para que se acerquen más organizaciones a apoyarlas?
Hemos crecido sustantivamente y eso es gracias a todo el trabajo voluntario que desarrollan nuestras asociadas. WiM PERU no es un espacio comercial, nuestro fin es “mover la aguja”, cerrar la brecha; nuestro trabajo es por y para las mujeres. El compromiso de nuestras voluntarias en los cerca de 20 proyectos/comités de trabajo es admirable y ello ha permitido generar confianza en nuestros aliados. Las personas que lo conformamos hacemos la institución- y somos parte activa de su crecimiento. Estamos orgullosas que nos acompañen 36 empresas entre mineras y proveedoras, embajadas, gremios e instituciones internacionales de alto nivel que apuestan también por más diversidad para una mejor minería.
Diálogo, articulación y diversidad. Estos tres componentes se mencionan a lo largo de los informes y reportes de WiM PERU. ¿Cómo han ha evolucionado en ellos durante los últimos años?
Consideramos que es un punto de partida importante. Trabajamos a partir de la percepción del valor compartido. Es aquel valor que integra a todos en la industria minera, convoca a empresas, Estado, sociedad civil, academia y más. Nosotros recogemos las percepciones de las mujeres de la industria, generamos diálogo y acercamiento para que las mujeres puedan establecerse en ella. Encontramos que las mujeres buscan una red de apoyo, inspiración o referentes, visibilidad y mejorar sus habilidades. Queremos acercar la industria a la persona, y eso se consigue con el diálogo y el aporte de diversos actores. Fue desafiante durante la pandemia, pero también encontramos la gran oportunidad de llegar al corazón de los campamentos mineros, donde antes no estábamos llegando, a las regiones que hoy participan activamente en la institución. Trabajamos estrechamente con las embajadas que se muestran abiertamente en defensa de la mujer y de la equidad de género como son las Embajadas de Australia, Reino Unido, Canadá, entre otras; también con agencias como el PNUD y el BID. Es un trabajo conjunto para lograr un cambio cultural.
¿Cuál es el objetivo de WiM PERU de cara a los próximos años?
El objetivo es mover la aguja de la participación. Es el desafío más grande. Tenemos un compromiso muy grande de cara al 2030 para aumentar la participación de la mujer en la minería. Buscamos generar un espacio para convertir o aumentar esa participación, ese es nuestro compromiso principal. Y segundo, seguir generando un efecto positivo, crecer como comunidad, reforzar el trabajo en los cinco ejes de acción. WiM PERU es un espacio para desarrollar una amplia cartera de proyectos, nos encantaría tener más tiempo. Al momento tenemos 2,000 asociadas en todo el país y una comunidad digital de más de 55,000 personas, es una plataforma grande y es importante escuchar las ideas.
Por último, ¿cuál ha sido su mayor aprendizaje en la gestión de WiM PERU?
Ser consecuente con lo que uno piensa, dice y hace. Cuando uno lidera con el corazón, las cosas tienen una capacidad transformadora. Es el estilo de gestión que hemos tenido en WiM PERU. Para mí es un voluntariado que me conecta con mi propósito de vida por eso todas las horas invertidas se hacen con satisfacción y con mucha pasión. Soy cofundadora, casi 7 años de activismo continuo que me ha permitido encontrar en el camino personas maravillosas y comprometidas a quienes respeto, admiro y con quienes – estoy segura- seguiremos trabajando para aportar nuestro grano de arena en una sociedad igualitaria en derechos y oportunidades para todas y todos. Quedarnos de brazos cruzados y observando, no es una opción.