Desde Adentro conversó con el presidente del Comité Sectorial de Proveedores de la SNMPE, quien, al cierre de su gestión, hace un balance de los dos últimos años en su cargo, así como los retos, los avances y los desafíos pendientes.
¿Qué balance hace de su gestión al frente del Comité Sectorial de Proveedores?
Han sido dos años difíciles pero retadores para nuestra industria de servicios debido a al impacto que tuvo la lucha contra pandemia de la COVID-19, lo cual limitó por muchos meses las actividades de la industria minero energética en el Perú.
No obstante, desde el Comité Sectorial de Proveedores implementamos espacios de comunicación entre los asociados para, periódicamente, compartir las experiencias de nuestras empresas en la lucha frente a la pandemia, para compartir y aprender de las buenas prácticas de nuestros asociados, así como mantenernos informados oportunamente, a fin de siempre velar por la salud de nuestros trabajadores.
El objetivo del Comité de Proveedores es siempre contribuir al bienestar de nuestros colaboradores, contratistas y las comunidades en las cuales nos desarrollamos, logrando —a su vez— generar más eficiencias para beneficio de las empresas del sector y de la sociedad en general.
En ese contexto, en estos dos años hemos seguido impulsando proyectos de homologación, como es el caso del Sello de Buenas Prácticas para exámenes médicos ocupacionales en el sector minero. Asimismo, nos integramos en la agenda gremial, aportando en iniciativas relacionadas a la lucha contra el cambio climático, la transformación digital de la industria, la diversidad e inclusión y más.
¿Cuáles fueron los principales retos que enfrentó su sector?
En estos dos años creo que hemos tenido dos desafíos que, como industria de servicios, tuvimos que afrontar en conjunto.
En primer lugar, reaccionar rápido a fin de poder garantizar la salud e integridad de nuestros trabajadores en un contexto de pandemia y mucha incertidumbre. Es así como, a fin de adecuarnos a la nueva normalidad del distanciamiento social y la virtualidad, muchos de nuestros asociados aceleraron sus procesos de transformación digital, lo que les ha permitido no solo implementar protocolos de seguridad, sino también mejorar las eficiencias de sus operaciones.
Este contexto de pandemia no solo fue un desafío inmenso para nuestras industrias, sino para la población, en particular. Los proveedores, junto las compañías minero energéticas apoyamos con donaciones de diversa índole (insumos sanitarios, alimentos) a las comunidades de nuestras zonas de influencia y a la sociedad en general.
El segundo reto ha sido trabajar con el sector minero en impulsar el desarrollo del país en un contexto de gran descontento social donde, en reiteradas oportunidades, operaciones importantes han tenido que paralizar actividades por bloqueos o protestas. Nosotros, como proveedores, somos parte de la cadena productiva de una mina y, cuando esta paraliza operaciones, somos inmediatamente afectados y también las miles de familias de nuestros colaboradores.
No debemos olvidar que, de acuerdo con la información más reciente del MINEM, por cada puesto de trabajo que se genera en el sector minero, se producen ocho empleos indirectos y que los puestos de trabajo generados por las empresas contratistas mineras representaron el 72.3% del total de empleo en minería en el periodo enero-octubre del 2022.
¿Qué avances se lograron en el sector Proveedores?
Como mencioné hace un momento, hemos avanzado en el tema de proyectos de homologación. En ese sentido, podemos destacar lo alcanzado con el Sello de Buenas Prácticas para exámenes ocupacionales en minería, una certificación voluntaria dirigida a clínicas y centros médicos ocupacionales, que posibilita a estos establecimientos elevar sus estándares de calidad y que sus evaluaciones sean válidas para que quienes las superen (contratistas mineros) puedan ingresar a distintas operaciones mineras en un plazo determinado.
Hasta el momento, 20 centros médicos ocupacionales se han adherido a nuestra iniciativa y brindan un servicio de máxima calidad a contratistas mineros.
Asimismo, venimos contribuyendo a la reactivación de nuestras empresas asociadas y a sus stakeholders.
¿Qué desafíos quedan pendientes?
Tenemos el desafío conjunto de mantener la paz social en nuestro país, que hoy atraviesa un contexto político crítico, sumado a la conflictividad social que ya venía aquejando nuestro sector.
Es necesario también que nuestras industrias sigan siendo sostenibles, para lo cual venimos trabajando para apoyar a los sectores con los que trabajamos en sus planes de sostenibilidad, sin perder de vista nuestros propios planes.
Además, necesitamos encontrar los mecanismos que nos permitan impulsar a la industria minero energética. Estamos listos para seguir aprovechando esta oportunidad, en tanto se den más inversiones. Todo ello manteniendo, a su vez, los más altos estándares que caracterizan a las operaciones minero energéticas.