Por Roberto Maldonado
Presidente del Foro TIS
Las acciones para mitigar los efectos del cambio climático apuntan a tener industrias cuyas actividades se desarrollen de manera sostenible. Solo como ejemplo, el 14 de julio del 2021, la Comisión Europea aprobó una serie de medidas para reducir en 55% las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) al 2030 respecto de 1990, incluyendo mecanismos tributarios a aplicarse sobre ciertos productos e insumos, de acuerdo con su grado de emisiones de CO2.
Perspectiva auspiciosa
Estos compromisos de acción frente al cambio climático implican una perspectiva auspiciosa para la minería. Y es que la transición hacia una industria verde, con tecnología ecológica, viene aumentando la demanda de metales y minerales que se necesitan para fabricar paneles solares, turbinas eólicas, vehículos eléctricos y almacenamientos de baterías, entre otros.
Para ello, metales como el litio, el vanadio y el cobre, con amplia perspectiva de desarrollo en el Perú, son insumos fundamentales. En pocas palabras, podemos resaltar que nuestra minería juega un papel clave para la sostenibilidad del planeta. Además, es necesaria para la realización del Acuerdo de París, suscrito en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, y de mucha importancia para la implementación efectiva de los paquetes de recuperación verde, que implica aumentar la eficiencia energética e impulsar un modelo socioeconómico sostenible con el planeta.
En esa misma línea, un informe del Banco Mundial del 2020 enfatizó que todas las partes involucradas a lo largo de las cadenas de suministro de energía mineral y renovable tienen un papel importante que desarrollar en la transición hacia un sistema energético más limpio para lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 7, es decir, “energía asequible y limpia para todos”.
Energía en marcha
En el caso del Perú, el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) señaló que la industria minera representa el 27% del consumo de energía eléctrica del país. Ante ello, la industria, en general, no ha dejado de realizar esfuerzos con un enfoque que tiene como pilar la búsqueda de energías limpias y renovables, muchas veces generando alianzas con empresas especializadas, las cuales contribuyen al desarrollo sostenible para el país.
En respuesta a este trabajo, las operaciones mineras ubicadas en el país ya vienen desarrollando mecanismos para generar energía limpia y que se aplique en sus operaciones. Un ejemplo de ello es Las Bambas, que ejecuta un proyecto para que, aprovechando la energía del humo generado en algunos procesos productivos, se pueda tratar agua en un intercambiador de calor, generando agua caliente sanitaria (ACS).
A su vez, Antapaccay, tiene equipos automatizados que optimizan y monitorean el consumo de energía en varias partes de la cadena de producción, supervisando los procesos eléctricos, apuntando no solo al ahorro de estos recursos, sino también implementando sistemas innovadores, los cuales permiten monitorear a distancia y en tiempo real.
Eficiencia en el uso del agua
Si hay un recurso que es fundamental para la minería, es el agua. Como es de conocimiento, existe una estimación alarmante sobre la escasez mundial de este recurso hídrico en un futuro muy cercano. Organizaciones como las Naciones Unidas (ONU) exhortan a las industrias a hacer un uso responsable del agua, en aras de cumplir con el ODS 6 (agua limpia y saneamiento), aumentando sustancialmente la eficiencia en su uso.
Actualmente, la minería gestiona el agua a través de procesos coordinados y preservando los recursos del entorno. Para poner un caso peruano, Antamina cuenta con un programa de monitoreo de calidad de agua que incluye la toma de muestras, análisis de los vertimientos de agua y de cuerpos receptores, logrando el 100% de cumplimiento de estándares de calidad. A nivel productivo, la operación ubicada en Áncash recircula el 98.5% de este recurso, minimizando el uso de agua fresca en su operación.
Es así como las buenas prácticas de gestión del agua pueden minimizar su consumo y no solo aumentar el suministro de esta, sino también ampliar la eficiencia de las operaciones, amortiguar los riesgos y pasivos relacionados con el recurso hídrico y mejorar la colaboración de todas las partes que convergen en ella. Esto, sin duda alguna, se ha convertido en un enfoque clave para los planes de desarrollo sostenible de muchas empresas del sector.
Minería 4.0
Actualmente, contamos en el país con una minería de primer mundo, que es más amigable con el ecosistema, más sostenible en su desarrollo productivo y con mejores prácticas en tecnología e innovación que contribuyen al cuidado del medio ambiente. Y acorde con esa tendencia, hoy encontramos conceptos como el de minería 4.0, que se viene aplicando con celeridad y trayendo grandes réditos para la industria, fomento de la ciencia, la innovación y el desarrollo tecnológico del país. Precisamente, este será uno de los temas de mayor intercambio en prácticas y conocimientos entre los profesionales que asistirán a PERUMIN 35 Convención Minera.
Este modelo de trabajo ha logrado que empresas como Southern Perú, a través de su operación Toquepala, sea una mina inteligente, utilizando tecnología 5G, lo que ha permitido automatizar procesos, haciendo más eficiente el manejo de la operación. Y es que este flujo de trabajo contempla sólidas redes de conectividad e información en tiempo real.
Somos un país con amplia tradición minera, y sabemos que no solo la pandemia, sino los estándares globales que seguimos han hecho que la industria minera acelere procesos que estaban en camino a ver la luz. Es importante que la minería persiga un solo objetivo, tener un enfoque más sostenible para mejorar la productividad, lo que permitirá ser un país que haga sinergias con los actores involucrados en todo el proceso minero.