El experto en materia de Derechos Humanos y debida diligencia, Dante Pesce, ex presidente del grupo de trabajo de Empresa y Derechos Humanos de las Naciones Unidas participó en una sesión del Comité de Derechos Humanos de la SNMPE, donde explicó la situación de países europeos en los que se cuenta con un marco regulatorio específico.
Un desafío importante en este contexto será el utilizar espacios comerciales como palancas para promover, en todo el mundo, valores como el desarrollo sostenible, los derechos humanos, el comercio justo y ético y la lucha contra la corrupción, comentó Pesce.
Desafío: Implementación con efectividad verificable
En otro momento, explicó que el objetivo del gobierno corporativo es facilitar la creación de un ambiente de confianza, transparencia y rendición de cuentas necesario para favorecer las inversiones a largo plazo, la estabilidad financiera y la integridad en los negocios. Todo ello contribuirá a un crecimiento más sólido y al desarrollo de sociedades más inclusivas.
Pesce, quien también es director ejecutivo del Centro Vincular de Sostenibilidad Corporativa de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, señaló que el escenario regional en materia de debida diligencia será similar al que ocurre en Europa, en tanto “somos tomadores de legislación y de marcos normativos de otros países”.
En Europa la regulación impacta en el comportamiento empresarial. Francia, Noruega y Alemania ya tienen leyes y no hay retroceso en un marco de políticas públicas que han evolucionado desde la voluntariedad hasta la obligatoriedad”, puntualizó. Este proceso ha tomado un largo tiempo desde la construcción de los planes nacionales de acción europeos.
Esta ola regulatoria, en palabras del experto, representa una enorme oportunidad para que las industrias más competitivas y conectadas al comercio internacional, fortalezcan sus relaciones comerciales. Sin embargo, existe el riesgo de que las industrias menos competitivas puedan ser excluidas de los mercados en el futuro.
La debida diligencia está en el corazón de las directrices de la OCDE sobre conducta empresarial responsable y lo estarán de manera reforzada en los actualizados Principios de Gobierno Corporativo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El Perú es miembro adherente de esta entidad.
Para Pesce, la acción empresarial en Derechos Humanos está siendo impulsada por cuatro factores: el creciente interés público, la atención en las relaciones comerciales, el aumento de las expectativas de los inversionistas y la regulación.