Uno de los lugares más especiales en la sede de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) es su galería de presidentes. En las paredes de este salón de reuniones se encuentran hasta el momento 35 retratos de presidentes que han liderado el gremio minero energético, como un reconocimiento a cada gestión. Y la mayoría de estos cuadros lleva la firma del artista Óscar López Aliaga Núñez.
López Aliaga nació en Chorrillos en 1929. Tanto él como su hermano mayor Diego —quien también fue un destacado pintor y abogado— estudiaron en La Recoleta y se enamoraron a temprana edad del dibujo, revisando la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, una colección que comenzó a comprar su padre y que llegó a tener 93 enormes volúmenes. Esas páginas con cientos de diseños y reproducciones de cuadros despertaron la vocación que los acompañó toda su vida.
A mitad de la década de los cuarenta, ambos hermanos ingresaron a la Escuela Nacional de Bellas Artes. Bajo la mirada de su maestro José Gutiérrez Infantas, Óscar desarrolló un gusto especial por el dibujo al carbón y de marcado trazo impresionista.
López Aliaga fue profesor de Educación Artística en los colegios San Agustín, Markham y La Inmaculada, y también realizó ilustraciones para agencias de publicidad y editoriales. Pero sobre todo tuvo una larga relación con el trabajo periodístico. En 1968 ingresó al diario Expreso para dibujar al principio las carátulas de suplementos y los avisos comerciales. Su trabajo fue creciendo, y en tiempos en que los dibujos en medios impresos eran tan importantes como las fotografías, el arte de López Aliaga tomó las páginas políticas, culturales y deportivas con retratos, caricaturas y diversas ilustraciones.
“Don Osquítar” —como lo llamaban en la redacción— tuvo por casi 30 años un lugar en el local de los diarios Expreso y Extra, en el Jirón Ica del Centro de Lima. Con pequeños tableros de dibujo y lápices gastados, cumplía a diario con ilustrar a los personajes y las noticias del momento. En sus conversaciones era de hablar pausado, tenía una caballerosidad natural, de otra época, nunca se enojaba y gozaba de un notable sentido del humor.
En paralelo a su labor diaria en Expreso, que luego siguió en Extra, Correo y El Peruano, Óscar López Aliaga plasmó su talento en diversas pinturas al óleo retratando a políticos, empresarios, intelectuales y personajes históricos. Además de la galería de presidentes de la SNMPE, sus pinturas se pueden encontrar en lugares como el Museo de la Catedral de Lima, el Palacio de Torre Tagle, la galería de Fiscales de la Nación del Ministerio Público, Colegio de Abogados de Lima; el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia; y en diversas instituciones y colecciones privadas.
Con rigurosidad en el oficio, López Aliaga guardaba un registro de sus cuadros con nombres de clientes, direcciones, técnica empleada, dimensiones, fechas de encargo y entrega. Pero más allá de su obra pictórica, sus dibujos en los periódicos fueron influencia para ilustradores y quedaron en la memoria de lectores que coleccionaban sus dibujos de celebridades y héroes de la Patria.