Con esta frase, José Augusto Palma, presidente del Comité Organizador del 14 Simposium Internacional del Oro, Plata y Cobre “Minería para un mundo mejor”, cerró un evento exitoso y que marcó la vuelta a la presencialidad de la industria. Unido a la tecnología, que permitió tener expositores y participantes desde otros continentes, sus palabras de cierre brindaron las principales conclusiones del evento y dejó en claro que la minería representa una oportunidad para el Perú y su desarrollo.
El Simposium sirvió para escuchar, discutir y reflexionar sobre muchas ideas, retos y oportunidades. Una de las ideas centrales del evento y que marcará el camino a seguir en las próximas décadas fue que nos encontramos en un momento único para el sector minero.
La economía verde
“A lo largo de los diversos paneles se ha confirmado que somos un agente protagónico, por no decir el agente protagónico, en la transición del mundo hacia una economía verde, menos contaminante y más respetuosa con el planeta”, comentó Palma.
Citando a Rohitesh Dhawan, director ejecutivo del Consejo Internacional de Minería y Metales, la minería es el principal proveedor para hacer frente al principal reto que tenemos en el Mundo: el cambio climático. Y es difícil encontrar un sector más importante, para el desarrollo sostenible, que la minería.
Y es que el cambio climático no puede solucionarse sin la minería. El cambio climático es, en palabras de Manuel Pulgar Vidal, un punto de agenda irremediable, indetenible y estamos en la década decisiva.
Lamentablemente, como explicó, la inestabilidad política y la debilitada institucionalidad está causando que el Perú esté ausente del debate internacional sobre el cambio climático y de cómo las industrias pueden, de la mano con los Estados, contribuir a mitigarlo y revertirlo.
Un mundo mejor
El Perú se encuentra en una posición incomparable para aprovechar las oportunidades que tenemos por delante, sobre todo por nuestra riqueza en cobre, pero también en otros metales como la plata, el oro y el zinc.
Evy Hambro, de BlackRock, resaltó que la demanda de los minerales que produce el Perú continuará por las próximas décadas.
Si sabemos aprovechar nuestras ventajas competitivas, si somos capaces como país de fomentar la inversión privada, ambientalmente responsable y socialmente comprometida, y que el Estado, de la mano con el sector privado y la sociedad civil, pueda terminar de una vez por todas con las brechas que aquejan a nuestra sociedad, habremos construido un mundo mejor para todos.
La colaboración es la clave para el futuro.
El profesor de Harvard, Dani Rodrik, remarcó que, para lograr un crecimiento más equitativo, dentro del contexto actual de incertidumbre, polarización y gran desconfianza, es fundamental que el Estado refuerce el accionar del sector privado en tanto este tiene un enorme potencial para generar empleo formal, desarrollo y bienestar.
La relevancia de ESG
La minería formal ha avanzado muchísimo en todos los campos de la sostenibilidad ambiental, social y de buena gobernanza, conocido como “ESG”. En el Simposium se vieron múltiples ejemplos de ello en las mesas donde han participado las empresas líderes de oro, plata y cobre.
Las empresas mineras que más invierten en ESG son las más sostenibles y es interesante resaltar que también serán cada vez más rentables.
De hecho, tal como mostró Martín Meninato del BCG, los inversionistas a nivel mundial están movilizando fondos hacia dichas compañías y castigando en sus valorizaciones a aquellas con altas emisiones de CO2, o pobres resultados en ESG.
La innovación
Vinculado a ello, la innovación está en el corazón de la minería. Hay muchos ejemplos a señalar que confirman la innovación galopante, trabajando con diversos proveedores, conlleva mejoras en sostenibilidad y seguridad de las personas.
El CEO de Siemens Perú, Carlos Travezaño, dijo: “El futuro es hoy”. Sean McGinnis, de Caterpillar, mostró a su turno que ya tienen más de 500 camiones eléctricos autónomos, trabajando en 19 operaciones mineras de tres continentes, hace más de nueve años. Y con cero accidentes incapacitantes. Otro ejemplo resaltante es el de Anglo American, que está implementando la primera mina digital en el mundo, aquí, en Quellaveco, donde están reimaginando la minería para mejorar la vida de la gente.
Comunicación para la sostenibilidad
Si bien el sector minero formal en Perú ha realizado notables avances e inversiones en temas sociales y ambientales, Palma comentó que hay reconocer que no ha sido capaz de transmitir y comunicar adecuadamente dichos esfuerzos a la población, para generar la confianza y credibilidad que necesitamos.
Otra tarea pendiente, mencionó, es desarrollar un sistema único e integral, que permita medir y comparar los resultados de ESG de las empresas, con indicadores claros y medibles, para comunicar el impacto positivo de dichos programas, a todos los stakeholders.
Así, se podrá fomentar y fortalecer una relación más cercana con la ciudadanía, mostrando ante la opinión pública nuestro compromiso con la sociedad, con el entorno y con la generación de empleo.
Uso de recursos generados por la minería
Por otro lado, la incapacidad del Estado para invertir los recursos que genera la minería, en favor de los ciudadanos, genera un clima de reclamos e insatisfacción que finalmente redunda en una crisis de credibilidad hacia el sector minero, tristemente azuzada, en ocasiones, por el propio Estado.
Ante esta realidad, Palma advirtió la necesidad de acercarse aún más a las personas, demostrando un estilo de liderazgo distinto y más empático, para, de la mano con la población, exigir que el Estado cumpla con sus obligaciones, invirtiendo eficientemente, y con mayor transparencia, los recursos disponibles para cerrar las brechas.
“Hemos escuchado del gobernador de Apurímac, Baltazar Lantarón, sobre las dificultades que tienen los gobiernos regionales para ejecutar su presupuesto y la necesidad de revisar y mejorar las normas aplicables a la gestión de los recursos del canon. Compartimos su preocupación y reafirmamos nuestro compromiso para ayudar en lo que se pueda”, sentenció Palma.
Conflictividad social
Desafortunadamente, también ha sido notable el debilitamiento de la capacidad del Estado para enfrentar los conflictos que están afectando a toda la sociedad y a la capacidad de reactivar la economía, garantizar la seguridad de la población y generar empleo.
Apoyo Consultoría (AC) estimó que los conflictos sociales reducirán el valor de las exportaciones en US$ 650 millones en el 2022. Por su parte, el Estado dejará de recibir US$ 280 millones este mismo año por los conflictos.
El sur del Perú, podría ser la zona de mayor crecimiento del país, de no ser por los conflictos sociales, como bien señaló Hugo Santa María, socio y economista jefe de AC. Esto es imperdonable. Ante la ausencia de un Estado con autoridad, se está normalizando el conflicto y la violencia, como forma de presión, y como negocio.
Como resaltó Carlos Castro, gerente de Asuntos Corporativos y Desarrollo de Negocios de MMG, Las Bambas no puede coexistir el diálogo con la impunidad. Tiene que haber consecuencias por incumplir la ley.
No se puede afectar los derechos y las libertades de las personas impunemente.
Promoción de inversiones
En la sesión inaugural del Simposium, el ministro de Economía y Finanzas, Óscar Graham, anunció que aprobará un paquete de inversiones descentralizadas, con especial énfasis en las zonas mineras, cuyo objetivo será agilizar la inversión pública en estas jurisdicciones, mediante unidades ejecutoras especiales. Asimismo, anunció la asignación de especialistas que apoyen a los gobiernos regionales y locales para destrabar inversiones financiadas con el canon minero.
Se trata de un primer paso importante, que debe ir acompañado del compromiso del resto del Gabinete Ministerial para tener real incidencia. “El Estado no puede seguir trabajando en sin coordinación entre sus niveles y estamentos. Tiene que existir una política integral coherente, transparente, y que se ejecute. Tanto el Ejecutivo como el legislativo deben evitar caer en la tentación de adoptar medidas facilistas y populistas que no solucionan los problemas de fondo”, comentó el presidente del Simposium.
Oportunidad para el Perú
La demanda de metales para la transición mundial hacia una economía verde se va a mantener durante las próximas décadas y esto representa, concluye Palma, una oportunidad que el Perú no puede dejar pasar.
“La minería ambientalmente responsable y socialmente comprometida es un socio transformador de desarrollo y generador de bienestar, pero requiere de normas claras y estabilidad jurídica”, declaró.
La ejecución de toda la cartera de proyectos mineros con que cuenta actualmente el Perú generaría más de 2 millones de nuevos empleos formales e ingresarían S/ 350,000 millones más para que el Estado pueda invertirlos en educación, salud, infraestructura y otras necesidades básicas de la población.
En ese sentido, el anuncio de Newmont de seguir adelante con el proyecto de Yanacocha Sulfuros, que, según su CEO, Tom Palmer, podrá operar durante décadas, resulta positivo por el impacto que tendrá en el desarrollo de Cajamarca.
Palma remarcó los objetivos comunes que el sector minero tiene con el Estado: mejorar la calidad de vida de la población, crear oportunidades de empleo y desarrollo, garantizar la sostenibilidad de los ecosistemas y la biodiversidad, y crear riqueza que beneficie a todos los peruanos.
“La minería, ambientalmente responsable y socialmente comprometida, es la solución para desarrollarnos como país, generar oportunidades y hacer frente a los retos del presente y del futuro”, finalizó.