Javier Castro, presidente del Comité Sectorial Proveedores, analiza en Desde Adentro el panorama de su sector, destacando los retos, avances y perspectivas para el presente año.
¿Cómo evalúa el panorama del sector de Proveedores en el 2024 y cuáles han sido los principales retos que enfrentaron?
El panorama del sector Proveedores en el 2024 refleja un conjunto de desafíos para cumplir su rol como socio estratégico de las industrias minero energéticas en un entorno competitivo y dinámico. La minería sigue siendo un pilar económico esencial para el Perú, representando el 59% de las exportaciones y generando 247,520 empleos directos, con un impacto multiplicador de ocho empleos indirectos por cada puesto formal, según el Ministerio de Energía y Minas (MINEM). Este dinamismo, presente en las 18 regiones activas en minería, proporciona un terreno fértil para la participación y contribución significativa de los proveedores en la cadena de valor minera.
En un contexto global donde finalmente la inflación de los últimos dos años empezó a disminuir, las empresas han priorizado la optimización de procesos y la adopción de tecnologías para mantener su competitividad; además, el cumplimiento de estándares ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) ha llevado a importantes avances en sistemas de monitoreo, auditorías más rigurosas y programas de capacitación técnica especializada, fortaleciendo tanto su desempeño sostenible como la integración de los proveedores en la cadena de valor minero energética.
¿Cuáles han sido los principales desafíos para garantizar un entorno favorable al desarrollo del sector, y qué medidas considera necesarias para impulsar su crecimiento sostenible?
Uno de los retos persistentes que enfrentan, en general, las empresas y las personas en el Perú continúa siendo la debilidad institucional que solo han contribuido a mayor informalidad e ilegalidad. Las barreras burocráticas no solo retrasan la puesta en marcha de proyectos mineros clave, sino que también incrementan los costos y generan incertidumbre tanto para las empresas mineras como para los proveedores. Asimismo, durante el 2024, los conflictos sociales, como las protestas lideradas por mineros informales a favor de la ampliación del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo), evidenciaron los desafíos estructurales que enfrenta el sector. Estas protestas ocasionaron paros y bloqueos que impactaron a los proveedores, generando sobrecostos en la logística y una gestión muy retadora en los inventarios de insumos, repuestos y equipos que requiere el sector minero. En este marco, resulta fundamental trabajar en la simplificación de procesos administrativos y en el fortalecimiento institucional para garantizar un entorno más estable y propicio para la inversión y el desarrollo sostenible del sector.
A pesar de los desafíos globales, el sector ha demostrado resiliencia y capacidad de crecimiento, respaldado por una inversión minera total de US$ 3,756 millones en el 2024, con incrementos significativos en exploración (+25.8%) y equipamiento (+20.8%), según el MINEM. Estos resultados no solo reflejan la confianza de los inversionistas en el sector, sino también la importancia de los proveedores como actores estratégicos que contribuyen al desarrollo sostenible y a la competitividad del sector minero energético tanto a nivel nacional como internacional.
En términos de crecimiento y sostenibilidad, ¿qué avances destacados lograron los proveedores del sector minero energético?
El 2024 marcó un año crucial para el sector Proveedores, con avances significativos en sostenibilidad. Las empresas asociadas del sector han intensificado sus esfuerzos para implementar procesos de debida diligencia en sus cadenas de abastecimiento, venta y distribución de productos. Estas acciones buscan garantizar que los insumos y equipos no sean dirigidos hacia actividades ilegales, incluyendo la minería ilegal, contribuyendo a un entorno más seguro y transparente para las operaciones minero energéticas. Este enfoque refuerza la responsabilidad del sector y alinea sus prácticas con los estándares internacionales, promoviendo un impacto positivo tanto en la industria como en las comunidades donde operan.
Uno de los logros más destacados ha sido la implementación de la Guía de Debida Diligencia en Derechos Humanos del sector minero energético, elaborada por la SNMPE, que ha sentado las bases para operaciones más responsables y transparentes. Ello, refuerza a la cadena de suministros bajo principios de respeto a los Derechos Humanos y sostenibilidad, consolidando al sector como un referente en buenas prácticas.
¿Qué otras iniciativas han permitido al sector consolidarse como un referente en sus prácticas?
En el ámbito ambiental, las empresas del sector han liderado proyectos sostenibles enfocados en la promoción de tecnologías limpias, el aprovechamiento de energías renovables y la optimización de la eficiencia energética. Estas iniciativas han logrado reducir la huella ambiental de las operaciones y alinearse con los objetivos de sostenibilidad establecidos por las empresas mineras, hidrocarburíferas y eléctricas. Un ejemplo de este compromiso es el reconocimiento otorgado por el Ministerio del Ambiente a diversos actores del sector mediante el premio “Huella de Carbono a la Sostenibilidad Ambiental”, que destaca las soluciones innovadoras implementadas para mitigar impactos ambientales.
Paralelamente, se han desarrollado proyectos colaborativos entre los proveedores y las comunidades locales vecinas a las operaciones mineras, mediante programas de capacitación y mentoría. Estas iniciativas, centradas en la autonomía económica, la igualdad de género y la empleabilidad, han creado un entorno favorable para el desarrollo social sostenible, consolidando a los proveedores como agentes clave en la integración comunitaria.
En cuanto a la innovación, el sector destacó en eventos especializados, como el Foro Anual TICAR, donde se presentaron tecnologías avanzadas diseñadas para optimizar recursos, reducir la huella ambiental y cumplir con los más altos estándares de sostenibilidad. Estas soluciones refuerzan la responsabilidad ambiental e impulsan la innovación tanto a nivel local como global.
Finalmente, el posicionamiento de empresas del sector en rankings como el Índice de Sostenibilidad de la Bolsa de Valores de Lima y el Ranking Merco 2024 evidencia su compromiso con la ética y las prácticas responsables, consolidándolas como referentes en sostenibilidad y crecimiento empresarial.
Para el 2025, ¿qué retos anticipa para el sector Proveedores, especialmente con los cambios que podrían ocurrir en la minería y la energía?
El 2025 plantea retos significativos para el sector Proveedores, derivados del dinamismo de la industria minero energética y la transición energética global. Proyectos brownfield, como Ampliación Toromocho (US$ 815 millones), Reposición Antamina (US$ 1,604 millones) y San Gabriel (US$ 470 millones), demandarán el soporte de los proveedores en todas las etapas. Por otro lado, las iniciativas greenfield, como Corani (US$ 579 millones) Chalcobamba Fase I (US$ 130 millones) y el proyecto Zafranal, exigen equipos con mayor tecnología, soluciones innovadoras que optimicen la productividad y un menor consumo de energía, lo cual refuerza la sostenibilidad.
La transición energética global añade un gran desafío estratégico, con el aumento en la demanda de metales críticos. La oportunidad para el sector Proveedores será desarrollar tecnologías disruptivas que contribuyan al fortalecimiento, crecimiento y liderazgo del sector minero peruano. Será crucial desarrollar alianzas estratégicas entre las empresas mineras, las universidades y con los principales centros de investigación mundial de procesos mineros para consolidar una posición de liderazgo en el mercado global.
En cuanto a la integración de tecnología e innovación, ¿qué papel jugarán estos elementos para fortalecer la competitividad de los proveedores el próximo año?
La tecnología y la innovación se perfilan como pilares fundamentales para potenciar la competitividad del sector Proveedores en el 2025, especialmente en un contexto donde las demandas de sostenibilidad, eficiencia y transparencia son cada vez más altas. Según el Centro Tecnológico Minero en Perú, la digitalización en la minería está transformando las operaciones mediante tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT) y el análisis de datos en tiempo real. Está transformando también las operaciones mineras, permitiendo una supervisión precisa y decisiones informadas casi al instante. Estas tecnologías incrementan la productividad, disminuyen los riesgos y facilitan la transición hacia fuentes de energía limpias, alineándose con las metas globales de sostenibilidad.
Además, soluciones basadas en inteligencia artificial (IA) y big data están revolucionando la gestión operativa al prever riesgos, anticipar fallas en equipos y maximizar la eficiencia en tareas críticas.
Asimismo, la adopción de tecnologías limpias sigue siendo una prioridad, para lo cual deberá desarrollarse una agenda articulada para incrementar la participación de generación de energía sea solar, viento u otras. No dejemos de lado la producción de hidrógeno verde, que podría contribuir a que el Perú aumente su producción de metales en lugar de la exportación de concentrados. Estas tecnologías también abren oportunidades en mercados que valoran cadenas de suministro sostenibles y responsables, posicionando a los proveedores como aliados estratégicos en la transición hacia una minería más eficiente y sostenible.
¿Cómo visualiza la relación entre los proveedores y las grandes empresas minero energéticas, y qué se puede mejorar para potenciar su desarrollo?
Las grandes empresas mineras en el Perú, parte de las principales corporaciones mineras a nivel global, lideran iniciativas en materia de ESG, reducción de huella de carbono, y la adopción de buenas prácticas operativas, destacándose además por implementar tecnología de punta en sus operaciones. La pertenencia al IMMC y la obtención de la certificación Copper Mark refuerzan y consolidan estos esfuerzos. Este compromiso también establece altos estándares para los proveedores del sector, lo que ha sido un factor clave para que los principales proveedores globales de la minería inviertan y continúen apostando por el mercado peruano. Además, los efectos positivos de esta relación trascienden a la minería, impactando de manera indirecta a otros sectores de la economía nacional que trabajan en colaboración con los proveedores mineros, generando beneficios adicionales que, aunque significativos, suelen pasar desapercibidos.
Por otro lado, iniciativas como los conversatorios logísticos mensuales, liderados por el Comité Sectorial Proveedores, han creado espacios de diálogo constructivo entre los líderes de las cadenas de suministro de las empresas mineras y los proveedores. Estos encuentros han sido clave para compartir buenas prácticas, promover un entorno de confianza que fortalezca la cadena de valor del sector y generar acciones o iniciativas que dinamicen esta relación.
¿Qué balance hace de su gestión al frente del Comité Sectorial Proveedores y qué logros resaltaría?
El Comité Sectorial Proveedores se ha consolidado como un actor clave y socio estratégico de las empresas del sector minero energético, reforzando su relevancia en la cadena de valor del sector. Durante el 2024, alcanzamos una importante representación con 49 empresas asociadas, lo que refleja la confianza y el reconocimiento hacia el trabajo del Comité. Además, fortalecimos nuestros lazos internacionales mediante un relacionamiento estratégico con entidades como la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (APRIMIN), de Chile, promoviendo la transferencia de buenas prácticas y la colaboración entre gremios.
Uno de los logros más destacados de nuestra gestión ha sido la sinergia establecida con el Comité Sectorial Minero, en la que hemos trabajado activamente para estandarizar criterios clave como habitabilidad, transporte y salud. Además, hemos avanzado en la migración de las auditorías del “Sello de Buenas Prácticas” a un formato presencial, lo que permite una evaluación más exhaustiva de los estándares de salud en clínicas y centros médicos que realizan exámenes médicos ocupacionales para los trabajadores del sector.
Este balance positivo nos impulsa como sector Proveedores a continuar trabajando con el compromiso de representar y potenciar nuestro valor como un pilar fundamental del sector minero energético, y, por tanto, del gremio.