En su reciente participación en Expomina 2024, Darío Zegarra, country manager de Newmont Perú, resaltó que el círculo virtuoso que genera la inversión privada, que potencia la inversión pública para sostener el desarrollo. “Si no podemos generar inversión privada que gatille inversión pública para proveer servicios públicos, no podemos aspirar al desarrollo”, argumentó.
Según la Contraloría General de la República, seis de cada 10 proyectos de inversión pública en Cajamarca en este año no tienen ejecución presupuestal alguna. “Los recursos no faltan, los impuestos se pagan, la empresa sigue invirtiendo, pero no se termina de mover la aguja lo suficiente para generar las condiciones para el desarrollo”, agrega Zegarra.
El ejecutivo comentó que de los US$ 54,000 millones en proyectos mineros a nivel nacional, el 70% de ellos son de cobre y el 30% de ese portafolio es cajamarquino. “Por ende, la oportunidad que tiene Cajamarca en la actual transición energética que vive el mundo es inmensa”, afirma.
En ese sentido, la inversión pública puede ser una oportunidad, no sólo para cubrir la brecha de infraestructura, sino para construir un círculo virtuoso de construcción de relaciones e institucionalidad para seguir atrayendo más inversiones.
Proyectos de desarrollo para Cajamarca
Newmont Yanacocha viene ejecutando tres proyectos que promueven el fortalecimiento de capacidades y la reconstrucción de la institucionalidad en Cajamarca:
Las Uniones de Crédito y Ahorro (UNICA) son un modelo de inclusión financiera que promueve la transformación económica y social de la población, especialmente de la zona rural de Cajamarca, a partir de la educación financiera y el desarrollo de emprendimientos.
El programa es producto de una alianza entre Newmont ALAC y COFIDE, y en el 2022 se sumó el Programa Mundial de alimentos. Su propósito es contribuir a dinamizar las economías locales, otorgándoles independencia financiera a los participantes e incentivándolos a ser agentes del desarrollo de su comunidad, donde los socios se ven como inversionistas y capitalistas privados. “No se entienden como merecedores de un favor, sino que dependen de su propia habilidad y capacidad, además de construir capital permanentemente”, comenta Zegarra. Este programa ha implementado 3,400 emprendimientos de cajamarquinos que contribuyen con el desarrollo económico y sostenibilidad de más de 9,000 personas. Así, además de dinamizar las economías locales, incentiva a las personas a ser agentes del desarrollo en su comunidad.
En el tema forestal, “Huella Verde” es una iniciativa colectiva de forestación que busca contribuir a la lucha contra el cambio climático, promoviendo la conservación de la biodiversidad local y el aprovechamiento de la madera y el cultivo de hongos, beneficiando a 700 productores. A la fecha, ha superado el millón de arboles plantados, entre maderables y nativos, tales como pinos patulas y radiatas, alisos, capulíes y tayas, en 60 caseríos de los distritos de Cajamarca, Baños del Inca, La Encañada, Bambamarca y San Pablo. El proyecto forestal se realiza en conjunto con El Gobierno Regional Cajamarca, las municipalidades de Cajamarca, Los Baños del Inca y La Encañada, Serfor, ADEFOR, INIA, Colegio de Ingenieros del Perú – Cajamarca, Universidad Nacional de Cajamarca, asociaciones de jóvenes, entre otras entidades. Huella Verde ha excedido largamente la capacidad de los viveros para sembrar plantones, por lo que se tuvo que duplicar su número. Su próxima meta para el 2025 es plantar medio millón de árboles más en la región.
Finalmente, mediante un convenio entre Newmont ALAC, la Municipalidad Provincial de Cajamarca y la EPS Sedacaj, desde el 2012 se vienen ejecutando proyectos de infraestructura hídrica con el objetivo de mejorar la provisión de agua para los cajamarquinos con el programa “Agua para Cajamarca”, que ya ha beneficiado a más de 240 mil personas al 2024. Hasta el momento, han ejecutado 14 proyectos de infraestructura hídrica, permitiendo la instalación y ampliación de redes del servicio público, la construcción de 400 reservorios y dos pozos tubulares, de un total de 8 planificados. Así, se reducirá la brecha en el acceso a agua potable de 249 a 95 litros por segundo al 2026.
“Hemos caído en la conclusión colectiva de que (lo de Cajamarca) no es un problema de falta de agua, sino de falta de infraestructura. Ya estamos encaminados en proveer dicha infraestructura y también la gobernanza del agua, proyectándonos a incrementar el acceso a ella en el campo y las ciudades para los siguientes 50 años”, concluyó.