Durante la última edición del Jueves Minero, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), Carlos Gallardo Torres, gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), reveló el impacto económico y social de los retrasos en la ejecución de proyectos mineros entre el 2008 y el 2022.
Gallardo explicó que la minería es un sector que genera encadenamientos en otros sectores económicos, contribuyendo indirectamente a la creación de empleos adicionales. Según estimaciones del IPE, solo en 2023, la minería generó cerca de 1.8 millones de empleos indirectos.
Sin embargo, el retraso en la ejecución de proyectos ha tenido un costo significativo para el país. «Cuando tratamos de pensar en cuánto empleo se dejó de generar por estos proyectos que no se ejecutaron, lo que vemos es que en fase de inversión se dejó de generar hasta 125 mil empleos al año, que no es poca cosa», señaló Gallardo en el evento del IIMP.
Además, el impacto se extiende a la fase de producción. «Al 2022, hubiéramos tenido 59 mil trabajadores adicionales, ya más permanentes», agregó. Gallardo destacó que estos proyectos, de haberse ejecutado en los tiempos previstos, habrían generado un crecimiento adicional en el Producto Bruto Interno (PBI) real de hasta un 12% más en comparación con lo registrado en 2022.
«Si el proyecto no ocurre, es empleo que no se genera, minerales que no salen», enfatizó el directivo del IPE, subrayando que la pérdida no es solo económica, sino también social.
Cifras del Minem
De acuerdo con el Boletín Estadístico del Ministerio de Energía y Minas publicado en agosto, en junio del 2024, el empleo directo del sector minero sumó un total de 234,483 trabajadores, lo que significa un aumento de 0.6% en comparación a mayo este mismo año.
Según el tipo de empleador, 71,191 pertenecen a la compañía minera y 159,790 a contratistas. Además, Arequipa (14.07%), La Libertad (9.01%) y Áncash (8.82%) son las regiones con más trabajo en este sector.