La Presidenta de la República Dina Boluarte lo anunció en su discurso del 28 de julio: “el proyecto minero Tía María, en Islay, Arequipa, es una realidad”. Este proyecto, que data de 1994, promete —14 años después de la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental— transformar la economía local y regional, creando empleos y dinamizar diversos sectores.
Para ello, el sector de proveedores mineros, que representa el 4% del PBI —casi la mitad del sector minero (9% del PBI)— apuesta, con el proyecto Tía María, por el impulso que le proporcionará la nueva mina arequipeña.
Ellos abastecen a los proyectos mineros de insumos y servicios básicos, como alimentación, maquinaria, reactivos, combustibles, limpieza, por mencionar algunos. “En general, se desarrolla una cadena de actividades, de servicios y de producción de bienes que acaba abasteciendo de manera bastante importante al proyecto”, afirma Raúl Jacob, vicepresidente de Finanzas o CFO de Southern Perú.
Jacob remarcó que este proyecto estima crear 9,000 puestos de trabajo durante su etapa de construcción, y 4,800 empleos permanentes, entre directos e indirectos, que beneficiarán a la provincia de Islay. “Eso es una primera etapa, pero también la compañía compra una serie de servicios. Arequipa es un hub de servicios e industria para la minería. Muchos de los productos que requerimos para el proceso productivo van a ser elaborados en Arequipa y vendidos a través de un ecosistema empresarial a la compañía para que Tía María desarrolle sus actividades”, afirmó el ejecutivo.
Asimismo, Jacob agregó que gran parte de la fuerza laboral de Tía María se asentará en Mollendo, donde podría haber algunos proyectos para desarrollar viviendas para estos trabajadores, por lo que buena parte de la remuneración de estos será invertida en esa zona.
“Tenemos una fuerza laboral que necesita ser alimentada, vestida y atendida médicamente, entre otros. Todo eso genera un montón de movimiento. Pero, además, se requieren de explosivos, material para la molienda, distintos equipos y mantenimiento. Hay una cadena económica que se genera alrededor de un proyecto minero y eso significa un impacto muy fuerte en el crecimiento económico de la zona donde se encuentra”, afirmó el representante de Southern.
INFRAESTRUCTURA
Jacob explica que Southern Perú ha mapeado varios proyectos para atender las necesidades de Tía María: “Vamos a construir una carretera que una directamente el proyecto con la costa de Islay, de poco más de 25 kilómetros, por donde transitarán cerca de 50 camiones diariamente, así como un ferrocarril industrial que llevará la producción de Tía María hacia Matarani”.
Esta infraestructura no solo mejorará la logística del proyecto, sino que también generará empleo y dinamizará la economía local. “La propia construcción de este camino va a tomar un tiempo, pero es una de las primeras acciones que vamos a emprender, con la idea de que los trabajadores y los equipos, los bienes y servicios que se requieran, circulen por una zona sin perturbar la tranquilidad de los pobladores del valle del (río) Tambo y sin llevar tráfico excesivo a la zona”, explicó.
Además, Southern Perú planea respaldar obras sociales a través de estudios técnicos de hospitales, mejoramiento de colegios y de la productividad de la agricultura y la ganadería, así como el aprovechamiento del mecanismo de Obras por Impuestos para impulsar el desarrollo local. Esto es crucial, afirma el ejecutivo.
PREPARANDO MOTORES
Southern también busca colaborar estrechamente con proveedores locales. “La compañía va a hacer un esfuerzo por hacer compras locales para que el impacto económico del proyecto sea sentido muy rápidamente por la población”, afirma Jacob. Esta colaboración incluye la contratación de servicios médicos, alimentación y uniformes, entre otros, beneficiando a empresas locales.
“Hemos llevado adelante la arborización en la zona del proyecto, ahí ya tenemos 200 personas contratadas. Por otro lado, vemos que, por ejemplo, algunos restaurantes ya están poniendo más mesas y están llenos los fines de semana. Puede sonar anecdótico, pero es una muestra de que hay un movimiento económico que va a ir subiendo a medida que empiecen a desplazarse los distintos grupos para la construcción del proyecto”, afirmó.
Por su parte, Carlos Ceballos Casey, gerente general de Equipos y Aftermarket Minería en Komatsu-Mitsui Maquinarias Perú (KMMP), señala que han estado colaborando con diversos clientes para el desarrollo de las personas en las comunidades cercanas a las operaciones mineras mediante programas como el Technical Education for Communities (TEC) y su alianza con SENATI para potenciar el talento técnico. “Además, hemos reestructurado nuestra organización interna con la creación de tres nuevas gerencias, alineadas con los objetivos estratégicos de la empresa para asegurar un crecimiento rentable y sostenible”, agregó.
“En Sodexo estamos preparados para facilitar las operaciones de proyectos como Tía María, brindando servicios integrales que abarcan desde servicios generales y alimentación hasta la gestión de la continuidad del negocio, buscando el desarrollo de proveedores locales y contribuyendo al desarrollo económico del área de influencia del proyecto. Nuestra cadena de abastecimiento está ya preparada para sostener una operación de esta magnitud, contamos con un Centro de Distribución en Arequipa y proveedores listos para atender cualquier necesidad en este proyecto”, dice Juan Montoya, Director General o Country Managind Director Sodexo Perú.
Para Weir Minerals —empresa experta en tecnología minera—, si bien directamente no representa un impacto, señala que como compañía tienen la capacidad instalada para poder atender este proyecto. “Algunos de nuestros subproveedores verán incrementadas sus cargas de trabajo y personal para atender requerimientos específicos”, señala Juan Daniel Rojas, Gerente de Desarrollo de Negocios de la empresa.
PROYECCIÓN
El impacto de Tía María se extiende más allá de la minería. “Tía María exportará US$ 17,000 millones en los 20 años que va a tener su primera etapa de operaciones”, destacó Jacob. Además, se generarán US$ 3,400 millones en impuestos y regalías, beneficiando directamente a la región Arequipa y a la provincia de Islay.
La proyección a largo plazo es positiva también. “Sabemos que por cada puesto directo en el sector minero se generan ocho puestos adicionales en el país”, menciona Jacob. Esto se traduce en empleos adicionales y un motor de desarrollo económico para la región.
Desde Sodexo, Montoya afirma que “la aprobación del proyecto Tía María representa un impacto significativo para el desarrollo colectivo del país, generando cientos de empleos directos y miles de empleos indirectos que impulsarán el bienestar de todos los peruanos”.
Para Ceballos, de KMMP, “Tía María no solo contribuye significativamente a la economía nacional, sino que también actúa como un motor de desarrollo y crecimiento para empresas y personas. Es una señal clara de que estamos avanzando en la dirección correcta hacia nuestro objetivo de ampliar nuestra cartera de operaciones mineras”.
Por último, Rojas, de Weir Minerals, indica que “la aprobación de Tía María reafirma que el Perú es un país minero y que se puede hacer minería con agro. Además, dan confianza a empresas como la nuestra para hacer nuevos negocios y seguir invirtiendo en el país y en nuestra gente”.
Así, el proyecto Tía María no solo promete ser un hito para la industria minera, sino también un catalizador de desarrollo económico y social para el sur del Perú. Con la colaboración estrecha de proveedores locales y la construcción de infraestructura clave, Tía María se perfila como un proyecto que transformará positivamente la región de Arequipa.