La Alameda de la Independencia, conocida anteriormente como Alameda Marqués de Valdelirios, es uno de los monumentos más emblemáticos y queridos por los ayacuchanos, pues fue construida en memoria de la Batalla de Ayacucho (9 de diciembre de 1824), un hito histórico que consolidó la independencia de nuestro país y de América Latina.
Hoy, gracias a los trabajos de recuperación, restauración y puesta en valor, la Alameda vuelve a mostrar todo su esplendor y se encuentra lista para conmemorar la Batalla de Ayacucho, que este año celebra su Bicentenario. Estos trabajos fueron ejecutados a través del mecanismo de Obras por Impuestos (OxI) por el Grupo AJE y Transportadora de Gas del Perú (TGP), en convenio con la Municipalidad Provincial de Huamanga y con el apoyo y gestión del Patronato Pikimachay.
Como parte de la recuperación y puesta en valor de este monumento histórico, se repararon y restablecieron las emblemáticas Arquerías Norte y Sur, y se llevaron a cabo trabajos de mejoramiento y ampliación, que incluían los accesos a la Alameda, instalaciones luminarias y otros ambientes de este espacio urbano histórico. Cabe indicar que durante el proceso de restauración, se reportaron importantes hallazgos arqueológicos que generaron una serie de labores adicionales, lo que incrementó el tiempo de trabajo.
“La Arquería Norte fue meticulosamente intervenida para conservar sus tres arcos de medio punto, símbolos de triunfo de la época colonial. Asimismo, los trabajos incluyeron la limpieza, remoción de juntas y la consolidación final del monumento con insumos especiales para garantizar su protección y durabilidad”, explica el ingeniero Carlos Cano, ingeniero especialista en restauración de estructuras de piedra y responsable de estos trabajos en la Alameda.
Por su parte, la Arquería Sur, erigida entre 1833 y 1847, tuvo que pasar por una intervención y rescate aún más complejo debido a su magnitud y grado de deterioro. Esta arquería cuenta con una amplia escalera que conduce a una azotea convertida en mirador, también restaurada y restituida con elementos decorativos originales. “Las acciones de restauración no solo han embellecido estos monumentos, sino que también han revitalizado la Alameda como un importante patrimonio histórico y cultural de Ayacucho”, recalca Cano.
Entre las numerosas mejoras realizadas destacan también la rehabilitación de más de 1.330 metros cuadrados de pisos de piedra laja y 990 metros cuadrados de piedra de canto rodado en la caminería central y áreas adyacentes, antes cubiertas en su mayoría por cemento.
“Nos alegra anunciar la entrega final de esta obra, que ha sido ejecutada con los mejores estándares de calidad. La Alameda de la Independencia es un espacio de gran valor histórico para las familias ayacuchanas. En Grupo AJE nos identificamos con este sentimiento. Hace más de 35 años nacimos como un emprendimiento familiar en esta hermosa y valiente tierra. Gracias a ese ADN soñamos en grande y hoy somos una empresa global presente en más de 21 países y cuatro continentes”, sostiene Gianina Jiménez, jefa de Comunicaciones, Sostenibilidad y Asuntos Corporativos del Grupo AJE.
Por su parte, Tomás Delgado gerente general de TGP, destacó este logro que coincide con el aniversario de Huamanga y devuelve a sus ciudadanos un espacio en el que convergen la historia y la vida urbana que les permitirá reencontrarse con su cultura. “En TGP reafirmamos nuestro compromiso con Ayacucho y sus ciudadanos a través de la recuperación y puesta en valor de este importante monumento que marcó el inicio de una nueva era de libertad en el continente y que es sinónimo de orgullo para todos los peruanos. Es un honor para nosotros celebrar este hito en el marco del 484° aniversario de Huamanga ofreciendo un espacio de disfrute para la comunidad, que recuerda su historia y fortalece su futuro”, remarcó.
Del mismo modo, Daniel Mori, director general del Patronato de Pikimachay, indicó que “Este trabajo resalta por ser uno de los pocos, sino el único trabajo en Ayacucho con miras a la celebración del Bicentenario de la Batalla de Ayacucho. Desde el Patronato Pikimachay continuaremos haciendo que las cosas sucedan, y este es un claro ejemplo de lo que venimos realizando con el apoyo del sector privado y de toda la comunidad ayacuchana, ya que la mano de obra y la materia prima utilizada en esta obra han sido 100% ayacuchana. Bienvenidos de nuevo a la alameda, un pedacito de la historia de Ayacucho”.
Para el proyecto de restauración de la Alameda de la Independencia se requirió una inversión de S/7 millones, que incluyó los trabajos de recuperación y restauración, los costos del expediente técnico, trabajos adicionales luego de los hallazgos arqueológicos y la supervisión y liquidación de la obra.