En entrevista con Desde Adentro, Ricardo Begazo, Local Division Manager de Process Industries de ABB en Perú, comparte sus perspectivas sobre la colaboración con el sector minero, las tecnologías emergentes y el futuro de la industria en el país.
¿Cómo describirían el relacionamiento que tienen con el sector minero energético en términos de colaboración y suministro de soluciones?
Como compañía, estamos especializados en soluciones de automatización, electrificación y soluciones específicas para la industria minera. Somos uno de los jugadores claves tanto para la industria minera como también para el mercado energético. Este 2024, cumplimos 72 años en el Perú, de los cuales 25 llevamos trabajando directamente con la minería. Hemos sido parte de los proyectos emblemáticos que se han ejecutado en el país, y en los últimos años nos hemos enfocado en soluciones cada vez más especializadas. En particular, en minería, contribuimos con el sector a través del suministro de tecnologías y activos críticos para las mineras.
¿Qué penetración tiene la tecnología de ABB en el procesamiento de minerales en el Perú y cómo se refleja esta presencia en términos concretos?
Suministramos tecnologías que son parte del core del procesamiento de minerales. Haciendo un cálculo bastante grueso, el 50% de las exportaciones mineras del Perú pasa por tecnología de ABB. Entonces, somos una pieza fundamental, y eso nos ha llevado a estar presentes con un equipo de especialistas locales certificados en nuestros centros de excelencia en Europa y Norteamérica, con los cuales damos el soporte a nuestros clientes locales. De hecho, eso ha sido el fuerte de ABB en su historia. Hemos estado presentes siempre y con personal local, aún en las etapas más difíciles del Perú.
En términos de facturación de servicios al sector minero, ¿cómo ha evolucionado este indicador en los últimos años?
La facturación proveniente de servicios a la minería se ha duplicado en los últimos años. Actualmente, el porcentaje de nuestros ingresos provenientes de la minería está en alrededor del 60% de toda la compañía. Lo que sí se ha visto reducido en los últimos cinco años han sido los ingresos provenientes de nuevos proyectos, y eso va de la mano justamente con la realidad del mercado minero en el Perú. Antes, nosotros veíamos, en el mejor de los momentos, dos o tres nuevos proyectos de inversión que se ejecutaban por año en el Perú, y ahora es uno cada dos años.
¿Qué tipo de tecnologías opera ABB?
Dentro de nuestro portafolio clásico y en donde tenemos el liderazgo local, se encuentran los sistemas GMD (Gearless Mill Drive), sistemas de control distribuido y los Winches para minería subterránea. Adicionalmente, como ABB, a nivel global estamos liderando todo el proceso de aplicar tecnologías de electrificación para el transporte de mineral. Los grandes contribuyentes a generar emisiones en un proceso minero son precisamente las tecnologías de acarreo de mineral, sobre todo los camiones, que representan aproximadamente el 70% de las emisiones. La primera tecnología que estamos trabajando son los sistemas trolley. En la región, ya hemos firmado un primer contrato y, acá en el Perú, estamos haciendo estudios. Calculo que en los siguientes dos o tres años deberíamos tener el primer caso de éxito. Por el momento, nos mantenemos en estudios, precisamente para la tecnología de trolley, que, si bien existe desde hace muchos años, en la industria minera recién se está empezando a utilizar, o recién se le está prestando mayor atención.
Considerando la importancia de la transición minera hacia fuentes de energía renovables ¿cómo están trabajando aquí en el Perú para operar con esta tecnología?
Estos últimos años hemos impulsado muchas tecnologías de descarbonización. ¿Cómo? A través de la digitalización, se pueden identificar las oportunidades de reducir las emisiones en las plantas; cómo buscar el balance correcto; qué fuentes de energía utilizar para poder optimizar o incrementar el uso de las tecnologías renovables. Actualmente, todos los clientes en el Perú están estudiando y haciendo análisis de cómo descarbonizar sus operaciones. La gran parte, si no el 100%, tiene ya objetivos comprometidos con sus accionistas al 2030 y la mayoría aspira a llegar al 2050 libres de emisiones. En esa dirección hemos tenido reuniones con casi todos. De hecho, con algunos estamos calculando el aporte de las nuevas tecnologías a la reducción de las emisiones, porque no es solo invertir en tecnologías que descarbonizan, sino que sean un caso de negocio exitoso. El año pasado realizamos un estudio para una empresa transnacional y este año tenemos acuerdos con compañías locales con quienes estamos, desde inicios de año, haciendo estudios para implementar estas tecnologías.
Y respecto a la digitalización, automatización y el uso de inteligencia artificial, ¿cómo están contribuyendo a las operaciones mineras en el Perú?
Estamos trabajando con nuestros clientes locales en nuevos modelos para, por ejemplo, utilizar control avanzado para mejorar la recuperación en sus celdas de flotación. También hacemos estudios para implementar las mismas tecnologías, pero en todo el proceso de molienda. Esto los ayuda a ser más productivos. La digitalización es amplia. Hay clientes que aspiran a digitalizar todo su proceso. Eso involucra un cambio cultural porque la digitalización no es solamente implementar sistemas digitales, es cambiar la cultura de la organización. Pero también hay clientes que están implementando soluciones focalizadas en partes del proceso.
¿Cómo prevé que estas tecnologías transformen las operaciones mineras en los próximos años?
Hemos trabajado con fuerza en impulsar tecnologías para el control y operación remota. Con algunos clientes ya hemos implementado algunas soluciones que, de hecho, se utilizaron durante la pandemia. Empezamos esto antes de la COVID-19 y, fue así que los clientes que no podían acceder a la planta por el aislamiento lograron usar estas soluciones y operar desde Lima. Y fueron clientes que ni se imaginaban que iba a ocurrir una pandemia, que adoptaron la tecnología y la aprovecharon al máximo. Ya después otros clientes vieron la viabilidad y fueron, poco a poco, implementándola. De hecho, en los siguientes años, probablemente, casi todas las mineras van a trabajar de manera mixta: operando desde centros de control centralizados en ciudades y obteniendo la data de la operación de la mina. Y así la tecnología es un facilitador.
¿Qué proyectan para los próximos cinco años?
Estamos diversificando nuestro portafolio. Particularmente, en el sector minero, impulsando las tecnologías de descarbonización y digitalización. Eso ha sido parte de nuestra transformación. Y, en los últimos cinco años, nos hemos enfocado más en las tecnologías de electrificación y automatización. Esperamos que los ingresos en minería representen hasta el 80% del total de ingresos de la compañía en los próximos cinco años. Estamos apuntando a eso. Pero siempre mirando a unos cinco años, porque muchas de estas tecnologías todavía están en evolución.
¿Qué opina sobre la importancia de los proveedores en el sector minero peruano y cómo podrían mejorar su colaboración con los clientes para impulsar la innovación?
Para nosotros, como proveedores mineros, el reto es estar más cerca de los clientes. Entender mejor su negocio, pero también necesitamos retroalimentación porque las empresas de tecnología podemos tener alguna solución beneficiosa para los clientes, que se pueden aprovechar mejor a través de la co-creación o desarrollo en conjunto. Con colaboración me refiero a que el riesgo sea compartido. Es importante desarrollar espacios de colaboración en tecnología, pues los clientes y nosotros podemos aportar. Esto lo hemos visto con mayor relevancia durante el proceso de análisis de las soluciones para descarbonizar. Ninguna de las partes tiene todo el conocimiento para poder desarrollar y aplicar las nuevas tecnologías que ayude a reducir las emisiones.
¿Cómo evalúa la situación del sector minero peruano, considerando los retrasos provocados por conflictos sociales el año pasado?
Ha habido un retraso, de hecho, pero ahora sentimos que el mercado está bastante activo. Los clientes están haciendo estudios, trabajando para sus proyectos en el mediano plazo. Creemos que, en los siguientes dos años, por lo menos, vamos a ver un par de proyectos grandes ejecutándose en el Perú. Es diferente el ambiente social y político que tenemos ahora al que teníamos el año pasado. Los clientes ven menos riesgo. Pero también es porque el mercado a nivel global, en general, tiene una proyección bastante interesante para los siguientes años, sobre todo en los proyectos de cobre. Y es lo que estamos viendo ahora, que los principales proyectos que probablemente avancen sean proyectos de cobre. Todos coinciden en que habrá mucha demanda de cobre en los siguientes años, la discrepancia es cuánto más, cuánto menos. Pero todos tenemos la opinión de que en 2030 el consumo de cobre a nivel mundial va a ser mucho mayor de lo que se podría producir en ese momento. Los clientes están apostando a eso.