Hoy existe un compromiso global de los países por tomar acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y adaptarse al cambio climático. Y frente a esta situación, la conservación y gestión de suelos es importante por ser parte de las acciones que comprometen al sector de Uso de tierras, cambio de uso de tierras y silvicultura (UTCUTS), sector con mayor potencial de almacenamiento de Carbono en lo que respecta a mitigación. Según el Inventario Nacional de GEI 2000-2019 —publicado por el Ministerio del Ambiente—, en el Perú el 48% de emisiones se inician con actividades como la deforestación.
El Día Mundial de la Conservación de Suelos, celebrado cada 7 de julio, nos recuerda la importancia de cuidar este recurso para el equilibrio ambiental y como fuente de sustento para los seres vivos. Frenar la degradación y pérdida de suelos, así como la reforestación, son algunas de las actividades que han asumido algunas compañías minero-energéticas como parte de sus planes de sostenibilidad, con los que también apuntan a ser carbono neutrales.
En el Perú, las empresas minero-energéticas desarrollan proyectos de conservación de suelos, tanto en su espacio de operaciones como en sus zonas de influencia. En el primer caso, el enfoque está puesto en el menor uso posible de áreas, la reducción de la huella ambiental, controles para evitar la erosión de suelos, restauraciones y cierres progresivos de las operaciones, entre otros. Mientras que, en su zona de influencia, que involucra muchas a veces a las comunidades con empleos temporales, pueden realizar proyectos de reforestación, manejo de praderas, conservación de áreas naturales protegidas o investigaciones de ecosistemas.
Proyectos fértiles
En minería, entre los casos recientes, encontramos a Anglo American que en la zona de influencia de su mina Quellaveco se ha propuesto sembrar 100 hectáreas de queñuas, una especie vulnerable que retiene agua de lluvias y evita la erosión de suelos. Esta forestación —iniciada en el 2021— avanza con jornadas en las que participan los trabajadores de la empresa y sus contratistas. Mientras que otro caso emblemático es el bosque de Huarmey, que en una zona desértica comenzó a gestarse hace 20 años por iniciativa de Antamina y que cuenta hoy con un ecosistema con más de 200 mil árboles, se nutre de agua previamente tratada que proviene del transporte de minerales.
En hidrocarburos, PetroTal lleva a cabo un proceso de restauración de más de 7 hectáreas de bosque degradado en la Comunidad Nativa 7 de junio, en Loreto. Con el respaldo técnico del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), este programa cuenta con un monitoreo permanente de germinación y presencia de fauna silvestre. Por su parte, Transportadora del Gas del Perú diseñó una estrategia para evitar los potenciales impactos del sistema de ductos de Camisea en 30 hectáreas de bofedales en Ayacucho. Allí, han desarrollado actividades de restauración, además de talleres y capacitaciones para la población dedicada al pastoreo de camélidos sudamericanos, con el fin de evitar la degradación de pastos.
Las empresas, además, han transferido conocimientos y buenas prácticas para la gestión de viveros, donde crecen los plantones que luego serán sembrados. En el sector energía, por ejemplo, ISA REP desarrolla desde el 2004 su proyecto Huertos en Línea, en Lima y Trujillo, con el cual ha rehabilitado algunos terrenos para comenzar a sembrar hortalizas con la participación vecinal. Son 15 huertos que se encuentran en la zona de servidumbre de sus líneas de transmisión y que tienen un área productiva de 40,850 m², equivalente a cinco estadios nacionales más el ancho del Campo de Marte de Lima. Los huertos han beneficiado a 1,800 familias con la producción, consumo y venta agroecológica de hortalizas y 139 productores han fortalecido sus competencias técnicas, blandas y organizacionales, que contribuyen a su desempeño en los huertos y en sus comunidades.
Más programas y proyectos relacionados con la conservación de suelos se pueden consultar en https://com-unidad.pe.