La organización Women in Mining Perú (WiM Perú) no solo reúne a mujeres profesionales que ya trabajan en el sector minero, sino también tiene un espacio de acompañamiento para las jóvenes universitarias interesadas en seguir este camino. Los capítulos estudiantiles comenzaron en el 2018 para formar a futuras líderes mujeres para el sector en las diversas regiones del país. Hasta el momento cuentan con más de 640 asociadas, la mitad de ellas estudian ingeniería de minas, y el resto carreras de ingeniería, derecho, administración, entre otras. Ellas ingresan a estos grupos con la expectativa de conocer más del sector, participar de actividades y capacitaciones, y acercarse a mujeres referentes de la industria para afianzar su vocación.
“Los capítulos estudiantiles son fundamentales para promover la igualdad de género, empoderar a las mujeres y fomentar su desarrollo profesional en la minería. Estos capítulos brindan un espacio de apoyo y formación para las estudiantes, generando un cambio cultural en ellas y en su entorno, y abriendo nuevas puertas en un campo históricamente dominado por hombres”, dice Karina Zevallos, presidenta de WiM Perú.
Los primeros capítulos estudiantiles comenzaron en Puno, Junín, Arequipa y Cajamarca, y luego se fueron sumando Áncash, Ayacucho, Cusco, La Libertad, Lima, Moquegua, Piura y Pasco. Para ser parte de estos 12 grupos, las jóvenes en cada una de estas regiones deben primero inscribirse como asociadas de WiM Perú en la categoría estudiante. Cada capítulo, siempre con la guía de las profesionales de WiM Perú, se dedica a abrir nuevas convocatorias de integrantes, realizar actividades acerca de temas como empleabilidad y empoderamiento, charlas sobre temas técnicos, y participar de mentorías a cargo de mujeres destacadas de la industria. Estos eventos las ayudan a incrementar sus redes de contacto.
Estas jóvenes están muy pendientes de los problemas que existen en la minería peruana, sobre todo, los que podrían perjudicar su desarrollo, pues sin proyectos la demanda laboral tiende a disminuir en un mercado en el que, además, pueden encontrar trabas por cuestiones de género. Otra preocupación es el centralismo, pues no puedan acceder a más oportunidades si no están cerca de las grandes ciudades.
Wendy Vilcayauri, quien estudia Ingeniería Geológica en la UNI, destaca que cada capítulo estudiantil es un ambiente donde se forman vínculos, y que, gracias a eso, se sienten seguras y en armonía para desarrollar sus habilidades. “Me gusta siempre apoyar en la organización, en voluntariados, eventos y siento que toda mi energía se canaliza en busca de un objetivo común a todas”, señala. Mientras que Brissa Chacpi, quien estudia Ingeniería de Minas en la Universidad Santiago Antúnez de Mayolo, cuenta que al unirse al capítulo estudiantil de Áncash pudo conocer el punto de vista que tienen otras carreras respecto de la minería. “También ha sido enriquecedor porque conocí a muchas asociadas de distintas regiones y me ayudó a desenvolverme, no solo en mi vida estudiantil, sino también personal”, añadió.
Este año, algunas de las metas de los capítulos estudiantiles son aumentar el número de participantes, fortalecer las visitas técnicas, virtuales o presenciales en empresas e instituciones aliadas; fomentar el desarrollo de habilidades blandas a través de su Programa de Mentoring Express; desarrollar un círculo de lectura; y realizar más talleres en temas como planeamiento y operaciones mina, gestión ambiental, sostenibilidad, entre otros.