Las reservas de minerales y de hidrocarburos del país representan un claro indicador de lo que se viene haciendo con la promoción de las inversiones en ambos sectores. El presente de los minerales es alentador, mientras que en hidrocarburos tuvimos los niveles más bajos.
El Perú es uno de los países más importantes en América Latina respecto de sus recursos minerales e hidrocarburos. Contamos con importantes reservas de cobre, oro, zinc, plata, molibdeno, estaño, plomo y hierro. No obstante, las variaciones en los últimos diez años indican que no se están aprovechado todas las oportunidades para optimizar el uso de estos recursos para el desarrollo.
Tiempo de metales
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) elabora todos los años el Mineral Commodity Summaries, un informe sobre todos los minerales del mundo, su potencial, reservas y las variaciones entre año y año. Como es de esperarse, el Perú está considerado entre los países que más reservas de minerales tiene y está entre los principales productores del planeta.
El último documento, publicado en enero del 2023, muestra que hay tres minerales que presentan un aumento en las reservas entre 2021 y 2022. Hablamos del cobre, oro y molibdeno. Por su parte, estaño, hierro, plomo, plata y zinc presentan caídas en sus existencias, comparando ambos años.
El salto más grande lo dio el cobre, que pasó de 77 millones de toneladas finas a 81 millones. Por otro lado, la peor caída se registra en plata, puesto que en 2021 teníamos unas reservas de 120,000 toneladas finas y pasamos a 98,000 en el 2022. Otro mineral que presentó una caída en las existencias fue el estaño: de 150,000 toneladas finas en 2021 a 130,000 en 2022.
El cobre juega un papel importante en nuestra minería debido a grandes minas como Antamina, Cerro Verde, Las Bambas y, más recientemente, Quellaveco. Y eso podría mejorar en los próximos años. Sebastián Benavides, presidente de ProExplo 2023 y Discovery Manager Perú-Ecuador de Anglo American, afirma que “en las tendencias que se vienen para el cobre, el Perú tiene una posibilidad excelente de convertirse en el actor clave de producción de cobre para la descarbonización del planeta. Sabemos que vamos a necesitar más cobre del que tenemos o hemos encontrado para migrar hacia energías renovables. Si es que invertimos hoy en nuestra cartera de proyectos de cobre, podemos ser un actor clave en la migración del planeta hacia energías renovables. Tenemos una buena oportunidad en ese sentido”.
Según Benavides, el Perú tiene interesantes oportunidades en el mercado global y no podemos dejar de aprovecharlas. En el mundo, la inversión en exploración minera a nivel global pasó de US$ 9,800 millones a US$ 13,000 millones entre 2019 y 2022, con un aumento casi del 32%. Sin embargo, en el Perú solo creció un 20%. Existe una recuperación luego de la caída por la pandemia, pero aún se puede generar un impacto mayor, aprovechando el potencial del país en cobre y la gran chance de convertirse en un actor fundamental a nivel mundial.
Al respecto, la Dirección de Recursos Minerales y Energéticos del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (INGEMMET) apuntó que “[entre 2011 y 2020] las reservas de probadas y probables de cobre, oro, zinc, plata, plomo, hierro y estaño mostraron diferentes tendencias y fluctuaciones significativas. La volatilidad en las reservas puede deberse a una variedad de factores, incluida la inversión en exploración y extracción, la producción minera, la demanda del mercado y los precios de los metales. [Pero], en general, la tendencia en las existencias de los metales es al alza, lo que sugiere que todavía hay oportunidades para la inversión en la exploración y extracción de metales”.
Carlos Gálvez, expresidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, comenta en ese sentido que “las trabas burocráticas [han tenido] repercusiones negativas [en la evolución de las reservas]. Hace algunos años, en el Perú se invertían millones de dólares cada año en exploración. Ahora, no ocurre lo mismo. Por otro lado, las condiciones políticas y sociales no son las mejores. Los capitales de riesgo antes tenían apetito de venir al Perú, pero ahora no, porque es una inversión riesgosa. Sabemos que de cada 1,000 prospectos que se inician, 100 llegan a nivel de estudio y uno o dos se convierten en un proyecto firme. Si agregamos los riesgos geológicos, económicos y de mercado, da como resultado un presente poco alentador para los inversionistas”.
Hidrocarburos en la mira
De otro lado, en las reservas de petróleo, líquidos de gas natural y gas natural hay una constante: cada año tenemos menos reservas.
Según la última información disponible, en el Libro Anual de Recursos de Hidrocarburos 2021, que incluye información hasta el 31 de diciembre de ese año, se indica que hay 244 millones de barriles de petróleo estándar (MMSTB) como reservas probadas, 125 MMSTB como reservas probables y 313 MMSTB como reservas posibles. En el año previo, según el Libro del 2020, el Perú tenía 300 MMSTB de reservas probadas, 147 MMSTB de reservas probables y 332 de posibles. Con el gas natural ocurre un fenómeno parecido. Y los líquidos de gas natural son los únicos cuyas reservas aumentaron, pero solo en la categoría de probables.
Según cifras reveladas por Ministerio de Energía y Minas (MINEM), estos números representan los niveles más bajos de petróleo y gas natural disponibles para su comercialización desde que se tienen registros de esos productos (hace 47 años).
Ante ello, Carlos Gonzales, consultor en hidrocarburos y director ejecutivo de Enerconsult, afirmó que “la mayor preocupación se relaciona con las reservas de petróleo. Después de haber producido más de 2,500 millones de barriles de petróleo, principalmente en la selva norte y en el noroeste, hemos hecho muy poco por reponerlas. Urge una nueva política en materia de hidrocarburos que incentive nuevamente la exploración en procura de encontrar nuevas reservas y también que se dicten medidas para reactivar la producción de lotes de la selva norte y de Talara. Es inconcebible que lotes marginales de Talara con bajísima productividad y alto costo de producción, paguen regalías de 30 a 50%”.
Carlos Gálvez también se anima a dar su opinión sobre el tema. “No están claras las políticas que el Gobierno quiere seguir. Las reservas caen y no se implementan políticas para salvar ello. El Perú no es un país petrolero. Por ello, se deben generar condiciones ventajosas para los operadores, pero no, tenemos regalías altas como si fuéramos un país árabe. El Perú debe preocuparse de destrabar los proyectos y potenciar las zonas con potencial petrolero”, comentó.
Ante ello, las decisiones se tornan obvias. El Perú debe mejorar sus políticas y hacerse más atractivo para la inversión en exploración. Como lo mencionaba Sebastián Benavides, es necesario brindar condiciones óptimas para aprovechar las oportunidades.
