El Perú se prepara para una nueva edición de ProExplo, el Congreso Internacional de Prospectores y Exploradores 2023 que organiza el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) y que se llevará a cabo del 8 al 10 de mayo en el Centro de Convenciones de Lima. Ante ello, Desde Adentro conversó con Sebastián Benavides Kolind-Hansen, presidente del evento, sobre la importancia de ProExplo para el sector minero, el estado actual de la exploración minera en el país y las fortalezas que tiene el Perú frente a sus principales competidores en la región.
“ProExplo es importante porque junta a toda la industria de la exploración minera para entender los avances en la cartera de proyectos que tenemos actualmente a través de la inversión y los desarrollos tecnológicos”, comentó Benavides. Esta edición, asegura, ha superado las expectativas sobre la cantidad de asistentes, patrocinadores y peticiones a nivel mundial para estar presentes en el evento. Asimismo, resaltó que las conexiones que pueden surgir: “generan un ambiente en el que podamos compartir proyectos con empresas, geólogos y también con servicios que puedan conectar con la industria de la exploración”.
Por otro lado, también se refirió al estado actual de la exploración en el país. Para poner en contexto, la inversión creció a nivel global de US$ 9,800 millones a US$ 13,000 millones desde el 2019 hasta hoy, con un incremento del 32%; sin embargo, en el Perú solo creció un 20%. Existe una recuperación luego de la caída por la pandemia, pero aún se puede generar un impacto mayor. “El estado actual es alentador, pero no ha llegado a su potencial. El 2021 fue un año de avance moderado y en el 2022 recuperamos bastante terreno. Tuvimos US$ 420 millones invertidos, que es 27% mayor a lo del 2021. Estamos creciendo, estamos teniendo impacto, pero hemos perdido competitividad. No hemos crecido a la par de nuestros competidores y no estamos aprovechando el boom de los precios de metales y de la inversión global en exploración”, apunta Benavides.
Según el ejecutivo, esta oportunidad desaprovechada se debe a la baja competitividad del país desde el punto de la agilidad para conseguir permisos de exploración. “No se trata de reducir el rigor con el que se evalúa la parte social o ambiental, se trata de manejar de mejor manera los procesos, que sean paralelos entre las diferentes entidades, para que no tome tanto tiempo tener los permisos. Si comparas entre los países competidores, en el Perú sacar un permiso ambiental de perforación temprana te puede llevar un año y medio aproximadamente. Ese mismo permiso, en Chile, por ejemplo, lo puedes sacar entre tres a cinco meses”, afirmó.
Sobre las fortalezas para crecer en proyectos de exploración, Sebastián Benavides indicó que el Perú las tiene y que esa es la razón para la que muchas empresas siguen apostando a largo plazo por el país: potencial geológico, diversidad de minerales, buena cartera de proyectos, economía resiliente y el personal capacitado que es demandado en las mejores minas del mundo.