Infraestructura para el desarrollo regional: enfoque de cierre de brechas y corredores económicos territoriales es el libro que han publicado recientemente Laura Calderón, Luis Carranza, Rudy Laguna y Miguel Prialé, quienes hacen un completo repaso por los principales proyectos y obras de infraestructura en los 22 corredores económicos identificados en el Perú hasta el año 2021. Estos corredores —los cuales comprenden carreteras nacionales, departamentales y rurales o vecinales— podrían desarrollarse en los próximos años a partir de los potenciales proyectos y sectores productivos que se encuentran en sus territorios.
El sector minero energético es parte fundamental del desarrollo de la infraestructura en el Perú. La minería, por ejemplo, es la principal fuente generadora de recursos fiscales para financiar proyectos de inversión pública en infraestructura vial, energía, saneamiento y telecomunicaciones ejecutados por los gobiernos nacional, regional y municipal, así como por las universidades públicas e institutos tecnológicos. Pero, además, la minería impulsa la industrialización de país por las compras que realiza a otros sectores de la economía, principalmente a la industria manufacturera, como metalmecánica, químicos, textiles y equipos de protección de personas; y, al sector transporte, para movilizar los insumos, los minerales y los productos comercializables.
“A raíz del crecimiento de la minería en el Perú, estos sectores han alcanzado niveles competitivos de exportación y destinan sus productos a países dedicados a la extracción de recursos naturales a nivel mundial. En la línea de extracción de recursos naturales, también encontramos al sector hidrocarburos con alta importancia para el desarrollo. Con igual importancia, se ha identificado al sector eléctrico como el que permite el desarrollo de todas las actividades”, señala el citado libro.
Los autores proponen pasar de un sistema de corredores económicos desarrollados de manera “natural y vegetativa” a otro que permita identificarlos, tanto por su importancia y el aporte al progreso como por la capacidad de generar una visión de prosperidad macrorregional.
Proyectos por regiones
Infraestructura para el desarrollo regional presenta un análisis de la cartera principal de proyectos en la que se observa la distribución que existe de los proyectos públicos y privados a nivel regional. De acuerdo con la información disponible, se cuenta con 57,215 proyectos entre públicos y privados, de los cuales 47 corresponden al sector minero, que concentra el 21% del valor total de la cartera. Por otro lado, hay 41 proyectos relacionados con hidrocarburos, que ascienden a S/ 35 mil millones y 760 proyectos de energía eléctrica, que alcanzan un valor de S/ 15 mil millones.
Por ejemplo, una de las regiones con los mayores montos de inversión después de Lima es Cajamarca, con S/ 96 mil millones. Los proyectos que resaltan en esta región son principalmente mineros, como La Granja, Conga, Galeno, Michiquillay y Yanacocha Sulfuros. Estos proyectos suman S/ 64 mil millones en inversiones, es decir, el 67% de la cartera de esa región norteña.
Apurímac, al igual que Cajamarca, tiene proyectos mineros que se encuentran en etapa de prefactibilidad. La cartera de esta región asciende a S/ 55 mil millones y los principales proyectos para mencionar en esta región son Hierro Apurímac, Los Chancas, Huaquira, Cotabambas y Trapiche, que representan el 67% de la cartera de esta región.
También existen proyectos multidepartamentales que acumulan inversiones por S/ 70 mil millones, entre los que destacan la masificación de gas natural en Lima y Callao, a través de Cálidda, con un monto de inversión mayor a S/ 2,000 millones.
La promesa macrorregional
“Para una dotación más eficaz de la infraestructura peruana es fundamental que en los próximos años se desarrolle bajo un enfoque de corredores económicos territoriales, pues permite generar una visión de prosperidad macrorregional, la generación de sinergias, complementariedad y mayores beneficios para la población de los proyectos públicos y privados, una mayor movilidad y oportunidades de educación, salud y empleo para la población, y potencia la productividad, el desarrollo de clústeres y grandes zonas industriales”, señalan los autores.
Ejemplo de ello es el corredor económico territorial minero asociado al cinturón del cobre del norte del país, que vincula a las regiones de Cajamarca, Piura y Lambayeque. La puesta en marcha de los 15 proyectos que conforman este cinturón beneficiaría a 13 provincias y 20 distritos: alrededor de 4.7 millones de personas de las tres regiones.
Otro ejemplo es el clúster minero del sur peruano, que produce aproximadamente el 67% de la producción nacional de cobre y que cuenta con un importante desarrollo de proveedores del sector minería. “Las redes o conglomerados de industrias relacionadas a nivel nacional e internacional se crean en función de iniciativas privadas con adecuadas condiciones públicas”, afirman los autores. El rol del sector público y privado en esta tarea es compartido.