El pasado 19 de enero un incendio consumió una antigua casona en el Centro Histórico de Lima que este 2023 cumplía 100 años. Esta edificación de tres pisos, ubicada a una cuadra de la Plaza San Martín, había sido construida por el suizo Severino Marcionelli, empresario que en el Perú se dedicó a la minería, al sector agropecuario y al inmobiliario. Fue el miembro más importante de la colonia suiza en el país, durante la primera mitad del siglo XX, y un activo protagonista de diversas organizaciones como la Sociedad de Beneficencia de Lima —donde contribuyó con fondos a la construcción del Hospital del Niño y el Hospital Arzobispo Loayza—, la Sociedad Helvética, el Club Nacional, así como la Sociedad Nacional de Minería (hoy SNMPE).
Severino Marcionelli Scerpella nació el 17 de mayo de 1870 en Lugano, Cantón de Tesino, una región de Suiza de familias de origen italiano. Llegó al Perú a los 20 años y participó en obras de ingeniería en Ticlio como el túnel La Galera, el de mayor altitud en el mundo, por el que hasta hoy pasa el Ferrocarril Central Andino. En el sector minero participó en la explotación de minas de carbón y en una época en que diversos empresarios europeos llegaban a la sierra central fundó la Sociedad Minera Puquiococha y se estableció en el distrito de Morococha (Junín), zona en la que convivía con otras compañías mineras. Fue alcalde del distrito y contribuyó al desarrollo urbano y a la organización de la comunidad, la cual en años recientes tuvo que ser reasentada para impulsar en esta zona el proyecto Toromocho de Chinalco.
También tuvo inversiones en el sector financiero, de seguros y de la construcción. Por ejemplo, edificó en sociedad el Gran Hotel Bolívar, inaugurado en 1924, y participó en la urbanización de los terrenos de lo que hoy es el distrito de Jesús María.
La casa ubicada entre los jirones Carabaya y Lino Cornejo fue la sede del Consulado General de Suiza en el Perú y Marcionelli llegó a tener el cargo de cónsul honorario. Allí se celebró por primera vez la fiesta nacional de Suiza y hasta fines de los años cuarenta en la casa se encontraban además las oficinas de sus empresas.
El 14 de noviembre de 1957, Severino Marcionelli falleció en Lima a la edad de 87 años. Hoy su antigua casa, considerada patrimonio cultural y de la humanidad, solamente conserva su primer piso luego de ser arrasada por el fuego. Por su condición de monumento histórico podría ser restaurada.