“Los principios que inspiran la tributación en la Agenda ESG son un tema relevante, en el que los aspectos ambientales (E, por su nombre en inglés), sociales (S) y de gobernanza (G) son altamente valorados por el mercado”, explicó Angela Grossheim, directora ejecutiva de la SNMPE, durante el discurso de apertura del Simposium, que luego de dos años de pandemia retornó en formato presencial. “Es el evento de nuestro gremio con mayor número de ediciones, gracias al interés de todos los participantes [y sirve] para discutir técnicamente los desafíos y oportunidades que nos permitan alcanzar una tributación justa y competitiva, más aún en una coyuntura en la que aspiramos a una reactivación económica frente a una situación de inestabilidad política, que afecta las decisiones empresariales”, comentó.
Agenda ESG
Khaled Luyo, gerente de impuestos y contraloría de Minera Las Bambas y vicepresidente del Comité de Asuntos tributarios de la SNMPE, moderó la primera sesión del Simposium, dando cuenta de que los principios ESG han ocupado, en los últimos años, la agenda prioritaria de los directorios de las empresas y, en particular, de las empresas del sector.
“Estos principios no solo permiten que las empresas aseguren su sostenibilidad, sino que han permeado el mercado para facilitar el acceso al capital o restringirlo para aquellas empresas que se apartan de su cumplimiento. Este panel nos brinda una visión comprensiva de como estos principios pueden impactar en la función de impuestos”, afirmó en la presentación de la mesa en la que participaron Tatiana Falcao, miembro del Comité de Fiscalidad de las Naciones Unidas; Beatriz de la Vega, socia líder del área de recursos naturales de KPMG; y Carla Maldonado, tax manager regional de Anglo American.
Impuestos y cambio climático
Tatiana Falcao, quien también es investigadora de la fiscalidad medioambiental e internacional, habló de las opciones que existen para gravar la contaminación con carbono y las deliberaciones que están en curso en la comunidad internacional para manejar la crisis climática en curso.
El tema tributario alrededor del carbono tuvo un claro resurgimiento durante la pandemia, no solo por el clima, sino porque la recesión global impulsada por la crisis de salud hizo que los Gobiernos busquen contar con recursos adicionales para recuperarse; además de las presiones inflacionarias del conflicto entre Rusia y Ucrania; la agenda 2030 de financiamiento para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); así como las metas ambientales que muchos países se han impuesto tras el Acuerdo de París y las cumbres sucesivas sobre el Cambio Climático.
“Hay mucha presión en la movilización de recursos para el desarrollo, para financiar la transición verde y acercarnos más al consumo de energía renovable y procesos que demanden menos emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)”, aseveró Falcao.
En ese contexto, según la experta, el Perú es uno de los países que cuenta con todas las materias primas que son necesarias para producir bienes de consumo para la transición energética y “puede presentarse como un país con ventajas competitivas frente a otros y prosperar en el marco de esta revolución climática”.
Para el logro de las ODS, indica Falcao, los Gobiernos hoy están trabajando en instrumentos que permitan establecer precios al carbono. Pero las empresas también están utilizando un mercado voluntario de carbono, contribuyendo a la formación de estos precios.
“La mayor parte de los Gobiernos usan impuestos a los combustibles fósiles, pero el impuesto al carbono grava una TM de carbono y se mide por peso, volumen o emisiones”, comentó. Respecto de los precios autoimpuestos al carbono que algunas empresas están adoptando —como Google o Microsoft— se trata de una iniciativa voluntaria, “pero en ESG es muy bueno
si las empresas quieren adoptarlos”, afirmó.
Cómo va el Perú
Beatriz de la Vega, de KPMG, sentenció que “el tema del cambio climático y la transición energética ya está sobre nuestras cabezas. Los Estados deben hacer algo para detener los cambios abruptos del clima y una de las herramientas que tienen para ello es usar la tributación. Hay plazos al 2030 y al 2050 que ya están aquí”, aseveró.
Según la experta, el Perú no tiene muchas emisiones de CO 2 y nuestra matriz energética es limpia, porque producimos energía en base al gas natural y agua.
El Perú tiene la meta al 2030 de reducir sus emisiones de GEI en 40%. “Para cumplir con nuestros compromisos ambientales y medidas de mitigación necesitamos tributación e incentivos, no solo para la electromovilidad, sino para la eficiencia energética y la economía circular.”, argumentó De la Vega.
Junto con el tema de impuestos, la transparencia fiscal también gana relevancia. “Las compañías están transparentando la información sobre cómo contribuyen con sus tributos al progreso social, al medio ambiente y al respeto por los Derechos Humanos”. Pero, también está el tema de gobernanza, “cómo van a revelar información al mercado para para atraer
inversionistas”. Y allí las empresas están usando estándares como el de Global Reporting Initiative (GRI), que es voluntario y que es usado por más del 80% de las grandes empresas del mundo. Este estándar incluye el tema de impuestos y permite trabajar una ruta a una mayor transparencia fiscal.
“Hoy en el Perú estamos atrás en temas de descarbonización o de transición energética, y las empresas mineras y energéticas son las que lideran este tema”, indicó. Para De la Vega, en el 2023 el debate sobre un eventual impuesto al carbono se puede dar en el país y exhortó a las empresas a trabajar este tema y prepararse para este debate.
ESG en la práctica
Finalmente, Carla Maldonado, de Anglo American, explicó desde la función tributaria, cómo estos cambios en los temas ESG se aplican en su empresa.
“Para Anglo American los principios ESG son importantes a todo nivel. Nuestro plan de minería lo desarrollamos pensando en estos pilares y tenemos la obligación de llevarlos a nuestras operaciones”, señaló. Para ello, han desarrollado un plan a cinco años que les permite guiar su actuación como líderes en materia de impuestos, trabajando con las comunidades desde un punto de vista colaborativo para procurar su desarrollo.
“En el Perú hemos empezado con Quellaveco recientemente y tiene muchas iniciativas ESG alrededor de sus operaciones, pues nuestra meta es construir en el mundo minas carbono neutrales, con camiones que se mueven con hidrógeno verde o paneles solares para nuestras oficinas”, afirmó Maldonado. También tienen una iniciativa para transparentar el pago de impuestos que realiza en cada país donde operan. “La transparencia fiscal es importante para nuestros accionistas y stakeholders”. Por ello, los principios ESG no solo son parte de su estrategia, sino que trascienden a sus principios de tributación.