A fines de los años ochenta, el país atravesaba momentos muy complicados. Se vivía en una permanente crisis política, social y económica, y el Estado tenía una presencia dominante en la minería. En dicho escenario, los trabajadores del sector consiguieron que el Gobierno satisfaga una serie de pedidos. Estos fueron: un ingreso mínimo para ellos, un mecanismo de jubilación minera y una serie de beneficios y compensaciones que los protegían de riesgos durante su trabajo. En reconocimiento a estos derechos alcanzados, en 1989 se estableció oficialmente el 5 de diciembre como “Día del Trabajador Minero” en el Perú.
Los trabajadores mineros son los protagonistas del desarrollo de esta actividad. Participan de la exploración, la construcción, la extracción de minerales. La minería es una actividad económica clave para el crecimiento del país, al representar —según el Ministerio de Economía— el 12 % del PBI, generar 240 mil puestos directos y más del 70% de las exportaciones.
Con la introducción de mayor tecnología y procesos digitales, la minería formal ha continuado protegiendo al trabajador. Hoy en día se pueden resolver diversas tareas sin necesidad de que las personas estén tan cerca de zonas potencialmente riesgosas. A esto se suma una serie de protocolos y prácticas en salud y seguridad que han sido asimiladas por los trabajadores y toda la industria.
Otro cambio positivo en las últimas décadas ha sido la diversificación de las ocupaciones y perfiles profesionales del sector minero. Justamente, por un mayor empleo de la tecnología, hay trabajos que exigen especialización. En muchos casos, estas se promueven a través de capacitaciones dentro de cada empresa.
Cabe destacar también que las mujeres han ganado terreno en esta actividad. Según datos del Ministerio de Energía y Minas, de cada 100 personas que trabajan en el sector, seis son mujeres, ocupando diversas posiciones. Una mayor presencia de ingenieras, técnicas o conductoras de camiones es hoy posible gracias al compromiso de las empresas por promover internamente políticas de inclusión y diversidad.
Así, la celebración del “Día del Trabajador Minero”, más de 30 años después de haber sido instaurada, es una fecha para recordar cuánto se ha avanzado en dar protección y reconocimiento a estos trabajadores, sumar mejores prácticas en seguridad y dar una mayor cabida a mujeres en un sector tradicionalmente asociado a la fuerza laboral masculina.