El segundo bloque del XIII TICAR se inició con una charla magistral de Pía Zevallos, gerente general de Libélula, cuya conferencia trató sobre “Un sector minero energético para un futuro bajo en carbono y digital” y un panel que contó con la participación de Carlos Mario Caro, gerente general de ISA REP; Elena Mendoza, gerente de Medio Ambiente de Pluspetrol Perú Corporation; y Karina Zevallos, CEO de Weir Minerals Perú. La moderación del panel estuvo a cargo de Ruth Escobar, jefe de Proyectos de Calidad de Sociedad Minera Cerro Verde.
FUTURO BAJO EN CARBONO Y DIGITAL
“El sector minero energético tiene un rol central en un futuro bajo en carbono”, enfatizó Pía Zevallos, gerente general de la consultora Libélula en su presentación en el primer bloque de ponencias del XIII TICAR. Ello se debe a que hacia el 2050 se esperar que las energías de fuente renovable representen el 44% del consumo (hoy son el 14%); aumente la producción de autos eléctricos de 1.2 millones en la actualidad a más de 900 millones; y que la demanda de cobre y litio, metales clave para la descarbonización, crezca de manera importante.
“En paralelo, las empresas deben hacer un seguimiento minucioso a las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y a los impactos ambientales. Muchas de sus operaciones, en el futuro, están en zonas donde el estrés hídrico se agravará. Por ello, el sector minero energético debe entender, gestionar y reducir su impacto en el medio ambiente”, comentó Zevallos. Con ello, las empresas no solo deberán medir su huella de carbono, sino también compensar, regenerar e invertir en proyectos que mejoren la naturaleza.
En el Perú, el 67% de desastres está relacionado a fenómenos climáticos y por ello, las empresas tienen que abordar el tema del cambio climático en sus operaciones. “Para ello, deben identificar sus activos que corren mayor riesgo frente al cambio climático, identificar cómo la descarbonización afecta la demanda de sus productos y cómo pueden cambiar sus procesos para un nuevo contexto bajo en carbono”, comentó la experta, para quien la mina digital, que gestiona eficientemente recursos como la energía y el agua, y está totalmente interconectada, ya es una realidad que debe replicarse.
Zevallos presentó algunas cifras de un estudio reciente que hizo la SNMPE con el apoyo de Libélula. De 37 empresas mineras agremiadas que participaron del estudio, se reportaron 233 iniciativas climáticas, de las cuales 137 corresponden a acciones de mitigación y 96 a acciones de adaptación. Como parte de las acciones de mitigación, las acciones de ecoeficiencia y reducción de consumo y valorización de residuos son las que más destacaron. Y, por el lado de la adaptación, están las acciones de mejora en manejo y tratamiento de aguas, así como el impulso a las buenas prácticas agrícolas frente al cambio climático.
“Las empresas están tomando el reto y haciendo que las cosas pasen”, apuntó Zevallos.
ACCIONES PARA CONTRIBUIR CON LA SOSTENIBILIDAD
En el panel que siguió a la presentación de Libélula participaron representantes de la empresa de transmisión de energía ISA REP; de Pluspetrol Perú Corporation, operador del Consocio Camisea; y de Weir Minerals Perú, dedicada al diseño y fabricación de productos y servicios de ingeniería para las industrias de minerales, del gas, el petróleo y la energía.
Carlos Mario Caro, de ISA REP, comentó que “cuando hablamos de sostenibilidad, hablamos también de tecnología. Dentro de la empresa tenemos un propósito superior y dentro de este propósito tenemos algunos indicadores que debemos cumplir al 2030. Dentro de estos propósitos está subir el EBIDTA, pero también hay otros, como disminuir en 5.8 millones de toneladas nuestras emisiones de CO2 al 2030. En nuestros indicadores de desempeño, tanto los financieros como los de disminución de nuestra huella de carbono, tienen el mismo peso”.
Para disminuir su huella de carbono ISA REP impulsa proyectos como Jaguar, que ha permitido ayudar a proteger los bosques amazónicos donde habita el jaguar. “También nos ha permitido asumir un rol de comprador de bonos para apoyar proyectos forestales en Latinoamérica, en los que se emiten y comercializan bonos de carbono certificados bajo los más altos estándares internacionales”, indicó Caro.
Según el ejecutivo, “se necesita armar un ecosistema que nos permita garantizar la tecnología para nuestros procesos de sostenibilidad. La tecnología está, lo importante es aprovecharla”.
Por su parte, Elena Mendoza, de Pluspetrol, comentó que este año se ha revalorado el propósito de la compañía. “Hoy queremos ser protagonistas del futuro de la energía sostenible”, señaló. “Cuando se hizo Camisea había una gran preocupación del Estado y sobre todo de la sociedad civil y las comunidades respecto de la pérdida de sus recursos y de la migración no deseada [de población a la zona]. Pero Pluspetrol implementó una tecnología offshore-inland para la extracción y transporte de los hidrocarburos y sin apertura de caminos. Así, Pluspetrol logró plasmar el objetivo de cuidado del ambiente mediante la aplicación de una serie de metodologías para reducir sus impactos en cada fase de la operación”, explicó en el panel.
“Hoy estamos buscando cambiar el chip de todos los que formamos parte de la compañía para definir nuevas propuestas de valor (…) Estamos en un punto de quiebre en el que la tecnología y la innovación juegan un papel importante, pero lo más importante es dar importancia a las personas. Desde el punto de la sostenibilidad, todo lo que hacemos repercute en las personas y en las generaciones que vienen”, aseveró.
Finalmente, Karina Zevallos, de Weir Minerals Perú, comentó que han cambiado los paradigmas en las empresas proveedoras de soluciones tecnológicas. “Muchas veces se piensa que los proveedores van a buscar a los mineros para vender un producto y solo conseguir ingresos. Esto ya está quedando en el pasado, sobre todo para los proveedores grandes que son aliados de las empresas minero energéticas”, comentó.
“Los proveedores tenemos que buscar alianzas con la academia, pero también entre proveedores, y ahí es donde hay un espacio enorme de crecimiento. Cuando combinas experiencias de empresas que llevan mucho tiempo en el mercado puedes obtener más conocimiento para resolver los problemas de la industria. Las empresas tenemos que darnos cuenta de que no competimos, sino que nos complementamos. Esto produce un efecto de contagio que puede dar más tracción al crecimiento de la industria”, concluyó.