¿Cómo podemos entender la diversidad hoy en día?
Hay que entender la diversidad un poco como la figura del sol, que hace que sus rayos caigan para todos y no solo para algunos. Esto para mi es una de las explicaciones más visuales que puede haber. Como una explicación técnica te podría decir que es más que una palabra. Solemos caer en el trend, en la moda de palabras que todo el mundo utiliza, pero la diversidad es una manera de asegurarse de incluir a todos y que todos tengan una voz para expresar lo que piensan, lo que sienten, lo que creen y con lo que no están de acuerdo. Entonces, diversidad sin el concepto de inclusión no tiene mucho sentido. Detrás de esas palabras tenemos que ver lo que significan, en lo que impactan y en lo que ayudan.
¿Cómo pueden las empresas mejorar sus prácticas en diversidad e inclusión?
Diría que la diversidad e inclusión es una de las mejores herramientas para manejar el riesgo. Si vemos en los países [mineros], como Canadá, Perú, Australia o Sudáfrica, a veces cuando no se tiene una estrategia de diversidad e inclusión se suele tener problemas para manejar las opiniones sociales, por ejemplo. Y se suele retroceder para ver cómo se puede arreglar, y eso de ser reactivos no es una buena estrategia de negocios.
Entonces, más que llamar a esto una estrategia de diversidad e inclusión que, por supuesto, es importante; es ver cómo esta diversidad ayuda a manejar el desarrollo, el cambio, el mejoramiento del negocio, y como la inclusión de estas ideas, personas e influencias mejoran los resultados financieros y sociales. Diversidad no es solo una palabra “mágica”, es una estrategia de negocios y la creación de un plan de acción a través de la empresa completa. Es algo que fluye e impacta a toda la empresa. Desde el Directorio hasta la gente que trabaja en el campo. Es implementar una estrategia que incluya a todos los que están involucrados en el ecosistema de la empresa.
Hay empresas que están tomando medidas como aumentar la cantidad de mujeres en cargos de decisión para aumentar su diversidad.
Esto es excelente, pero tiene que quedar claro que diversidad e inclusión no solo es un tema de género. Hay que asegurarse de entender, primero, de manera general, cuáles son todas las partes que componen al ecosistema de la empresa minera. Van a haber grupos indígenas, comunidades locales, comunidades de la gente que es impactada con desafíos particulares. Y hay que identificarlos, escucharlos y asegurarse de darles una voz para que puedan transmitir sus ideas, necesidades o exigencias.
No es difícil contratar a mujeres, a personas de diferentes orígenes étnicos y formas de pensar. Lo que es difícil, y hay que mejorar, es el belonging. Que la gente se sienta como parte de la empresa, que sus opiniones se respeten y sean incluidas mientras se desarrolla el proyecto que puede ser de minería. Esto es una manera de pensar el business, no es un trend, una moda. Es una manera de ver cómo se va a desarrollar el negocio.
La estrategia de inclusión para prevenir los conflictos sociales
El Perú es un país donde se registran altos niveles de conflictividad en torno a diferentes actividades extractivas. ¿Hacer que las comunidades se sientan parte de los proyectos mediante una estrategia de diversidad e inclusión podría hacer que esto se reduzca?
Desde luego. Y es que son parte. Entonces ¿cómo podemos incluir y escuchar a esa cultura, que es diferente, pero que tiene una sabiduría diversa? Es importante que tengan una voz. Tenemos que escuchar más y mejor y ver cómo juntos adaptamos el desarrollo del proyecto en todas sus etapas. En Canadá hemos tenido muchos desafíos con los pueblos indígenas e impedían a las empresas privadas a acceder a sus propios terrenos. Si no se les escucha bien de antemano, vamos a tener problemas de paz social. Cohabitar y escuchar quiere decir que todos pueden influir. La paz social ayuda a que las empresas sean más productivas, que tengan mejores resultados financieros y que sean más atractivas para los inversionistas.
¿Qué rol puede cumplir el Estado en todo esto?
Todos los Gobiernos, en sus diferentes niveles, tienen un rol que cumplir. Como comenté al principio, la empresa tiene que ver todo el ecosistema y ubicar a todos los equipos, entre ellos al del Estado. Todos tienen que compartir, de manera igual, ideas y soluciones. Empresas, comunidades y Estado. Pero hay que ser realistas, el Gobierno tiene un rol superimportante, de framework, de regulación, pero hay que asegurarse de ayudar a todos los que están en la mesa. Hay que hacerlo juntos de la mano. Hay que respetar el rol de todos.
Al Estado le toca vigilar y asegurarse de que la regulación se respete, pero también empezar a pensar fuera de la caja, de manera diferente y estar abiertos al cambio. Escuchar a los que saben y a los que pueden hacer una diferencia positiva para la duración de la minería.
Es una manera de atraer a todos los que están involucrados para el mejoramiento del país. El Perú tiene una capacidad increíble, con recursos naturales increíbles, no hay razón para que no sean los líderes del sector minero en América del Sur. El desafío con los Gobiernos es la política. Hoy en día, es un partido político; dentro de cuatro, ocho años será otro. Sí, el Gobierno tiene un rol, pero también tienen su agenda. Entonces esto tiene que ir más allá de las agendas individuales. Hay que colocar una agenda que nos convenga a todos a mediano y largo plazo, pero esto es un reto.
