A través de un comunicado, Southern Perú denunció el atentado sufrido en las últimas horas en su campamento del proyecto minero “Los Chancas”. Este se encuentra ubicado entre los distritos de Tapairihua y Pocohuanca, provincia de Aymaraes, departamento de Apurímac.
Un grupo de aproximadamente 300 personas, entre desconocidos y presuntos mineros informales e ilegales, atacaron el campamento del proyecto minero. Esto ocurrió pasadas las 20:00 horas del 31 de mayo. Destruyeron e incendiaron las instalaciones en la zona, afirmó la empresa.
«Durante el ataque, los agresores, además de violencia física, utilizaron explosivos y armas de fuego. Fue necesario evacuar de manera inmediata a nuestros trabajadores y contratistas, sin que se registren heridos o daños personales», agregaron.
Señalaron, además, que las afectaciones materiales son cuantiosas. Se verificó la destrucción total de cuatro camionetas, tres grupos electrógenos, casetas de seguridad. Además, quince módulos de viviendas de los trabajadores, el comedor, carpas para laboratorio, almacén y los depósitos de combustible.
Southern señaló que los hechos ya fueron denunciados a la Policía Nacional y al Ministerio Público. También solicitaron la intervención inmediata de las autoridades del Estado para evitar que este hecho quede impune y ocurran nuevos actos delictivos. Se busca evitar también amenazas contra el personal y la población de los distritos de Pocohuanca y Tapairihua. Estos también está siendo agredida por este grupo delictivo.
«Southern Perú, reitera su total disposición a colaborar con las investigaciones y continuará trabajando en programas de desarrollo local con las comunidades vecinas. Reiteramos nuestro llamado al cese de la violencia en el país y la pronta intervención de las autoridades para recuperar la calma y la legalidad en la zona», finaliza el comunicado.
Los Chancas
El Proyecto Minero Los Chancas se ubica en Apurímac, provincia de Aymaraes. Proyecta una inversión de US$ 2,800 millones. El objetivo del proyecto es lograr la producción de 80 mil toneladas diarias de cobre y molibdeno. Y que, con ello, se generen oportunidades de desarrollo y progreso común con la gente a través de mayores recursos y fuentes de trabajo.