“No estamos en contra de la minería, pero la minería se tiene que llevar a cabo sin perjudicar a la agricultura. Agricultura y minería tienen que coexistir”, expresó el premier Aníbal Torres durante el reciente XVI Consejo de Ministros Descentralizado, en Tacna. Aunque las declaraciones del Primer Ministro hablan de un presunto desencuentro entre minería y agricultura, la realidad difiere con ese aparente conflicto.
Distintas empresas minero energéticas impulsan proyectos agropecuarios y ejecutan obras en beneficio de los agricultores de la zona de influencia de sus operaciones, convencidas de la trascendencia de este sector productivo y su impacto en el desarrollo.
El cuidado, buen uso y aprovechamiento del recurso hídrico también es una de las prioridades del sector minero energético en el país, desarrollando intervenciones en infraestructura de riego bajo la perspectiva de ampliar las áreas de cultivo en beneficio de las comunidades que hacen producir la tierra para que más alimentos lleguen a los hogares peruanos.
Historia de minero
Augusto Baertl, empresario vinculado a la minería (Milpo, Antamina y Toromocho) y la agroexportación (Agrícola Chapi), sostiene que la agricultura y la minería son “complementarios en la dinámica de obtener beneficios para la sociedad a partir de los recursos naturales de esta tierra bendita”.
Los programas, estrategias y acciones de sostenibilidad de las empresas minero energéticas, en opinión de Baertl, tienen un necesario componente vinculado a las actividades agropecuarias, como sustento de productores, campesinos y pobladores dedicados al cultivo de la tierra y la crianza de ganado en nuestra variada geografía.
“En la implementación de un programa sostenible (de las empresas) para promover el desarrollo local, algunas de las prioridades en el campo son la agricultura, la ganadería y el turismo”, afirma el expresidente de la SNMPE.
“Históricamente, la minería y la agricultura han ido de la mano y hasta ahora sigue siendo así. Lo que pasa es que [hay campañas que] difunden mensajes equivocados que generan temor en la población, pero que no son ciertos”, señala.
Indesligable vínculo
En opinión de Rómulo Mucho, exviceministro de Minas, expresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú y director ejecutivo de la Asociación Civil Agrominera, “la agricultura y la minería son actividades indesligables que no compiten entre sí. Por el contrario, son complementarias y cada una se va modernizando con la tecnología. Usan técnicas similares en el proceso productivo y optimizan el uso del agua como factor indispensable para su desarrollo y permanencia”, asegura.
Aunque la mayoría de los proyectos mineros y las minas en operación no están ubicados en las cercanías de las ciudades o valles del interior, Mucho afirma que tienen una buena convivencia en su área de influencia bajo un estricto control de estándares de calidad ambiental, como Minera Colquisiri, en Huaral, que opera al costado de plantaciones frutales de exportación; así como Compañía Minera Condestable, ubicada al sur de Lima, en el valle de Mala.
“Fuera del Perú tenemos el Valle de Copiapó en el centro-norte de Chile, donde la minería convive con la agricultura. En otros países como Canadá, Australia y Suecia existen muchos casos exitosos. El tema pasa por aplicar las mejores normas de desempeño de la industria minera”, señala Mucho.
A través de la convención Agromin, Mucho y otras instituciones promueven un evento que busca poner en agenda la trascendencia de la agricultura y de la minería para el Perú. “El mensaje ‘agro sí y mina sí’ va ganando terreno. Estamos haciendo una fuerte campaña para hacer conocer a la población las bondades de ambas actividades en el desarrollo del Perú”, destaca.
No obstante, el experto enfatiza que compete al Gobierno Nacional atraer las inversiones necesarias para impulsar los proyectos mineros en cartera, priorizando aquellos que tienen estudios y permisos avanzados.
Experiencias premiadas
Son varias las empresas minero energéticas que han desarrollado un trabajo conjunto para el desarrollo del agro en el país. El Premio al Desarrollo Sostenible, que organiza anualmente la SNMPE, da algunos ejemplos. En la última edición destacaron los proyectos de Anglo American Perú, Pan American Silver, Engie Energía Perú y Kallpa Generación.
Anglo American ha desarrollado —con una inversión de US$ 400 millones— el Sistema Hídrico Agrominero, en beneficio propio y de más de 6,460 agricultores de Moquegua. Con diversas obras de infraestructura ha mejorado la calidad y disponibilidad de agua en la región. Quellaveco, su mina, usará en promedio el 80% del agua que necesita para sus operaciones del río Titire, que no es apta para el consumo humano, agrícola ni ganadero; mientras el otro 20% provendrá de la presa Vizcachas, capaz de almacenar 60 millones de m3 de agua y que capta agua en las temporadas de lluvia. Quellaveco usará una pequeña parte del agua que almacena esta presa y el resto estará disponible para la actividad agrícola regional, favoreciendo a 25,468 hectáreas, y de la población. Además, la minera opera Agro Quellaveco, que financia los proyectos de los agricultores moqueguanos con tasas muy competitivas.
Por su parte, Pan American Silver trabajó el proyecto de “Fortalecimiento de capacidades técnicas para mejorar la cadena productiva de la palta en el valle Condebamba”, en Cajamarca. Con este proyecto, desplegado en la zona de influencia de su mina Shahuindo, ha logrado promover las capacidades organizacionales y comerciales de 147 productores, instalar 90 hectáreas de palta Hass y 40 hectáreas con riego tecnificado a través de geotanques con una capacidad de 42 m3, mejorando la eficiencia de uso de agua hasta en un 60%.
Engie Energía Perú también ha trabajado en el fortalecimiento de las capacidades y asistencia técnica de dos asociaciones de agricultores, CEPROVAPP y CEPROSAC Q, próximas a la zona de operación de la Central Hidroeléctrica Yuncán, que operan en Paucartambo, Pasco. Allí, a través del proyecto “Entre Frutos”, ha desarrollado un modelo de negocio que mejora los ingresos de los agricultores y su proyección al mercado. Son unas 150 familias que participan como proveedores de frutas frescas y reciben pagos 30% mayores por sus productos. En el 2021 la venta de granadilla, aguaymanto, palta fuerte, palta Hass, papayita andina y rocoto alcanzó las 100 toneladas.
De otro lado, Kallpa Generación ha desarrollado una serie de reservorios de agua para uso agrícola para las comunidades de Kiman Ayllu, Hualcayan y Uchucolca, ubicadas en la provincia de Huaylas, zona de influencia de la Central Hidroeléctrica Cañón del Pato. Según la generadora, el agua utilizada con fines agrícolas permite obtener dos cosechas al año en cultivos de panllevar y hasta tres cosechas en hortalizas. Además, el líquido recurso sirve para el abastecimiento humano, ganadero y forestal.
Sin embargo, estas cuatro empresas vienen acompañadas de muchas otras que también ejecutan programas agrícolas enfocados en mejorar la calidad de vida de las familias que viven del agro en distintas regiones del país (ver infografía).
Efectivamente, minero-energía y agricultura están yendo de la mano en busca de un mayor desarrollo para los peruanos.