Desde que iniciaron sus operaciones en el 2007, Gold Fields ha buscado poner a prueba la calidad de su trabajo bajo estándares internacionales. Primero fue su sistema de gestión de seguridad y salud laboral bajo la norma ISO 45001. Después, crearon un plan de manejo ambiental para gestionar e identificar riesgos con la norma ISO 14001. Por último, gestionaron y mejoraron su consumo y eficiencia energética, lo que les permitió obtener el ISO 50001, la norma de gestión de energía más utilizada en el mundo.
Este último logro, obtenido en el 2016, fue el inicio de un camino que comenzó con cambios en los revestimientos de los molinos de material y el uso de iluminación LED. Siguió con pruebas de vehículos eléctricos para el transporte de personal desde Cajamarca hacia Cerro Corona, así como la renovación de la flota de acarreo y el uso de paneles solares en las plantas de tratamiento de agua.
En el 2021, el trabajo por mantener y mejorar los controles de eficiencia energética, a pesar de la emergencia sanitaria, les permitió renovar su compromiso. En una auditoría realizada por SGS del Perú se revisaron estos controles en sus áreas operativas y administrativas. Y hoy la energía renovable alimenta todas las operaciones de Gold Fields.
Momento cero
“A partir de este año reportamos cero emisiones en el consumo de energía eléctrica, que representa el 48% de la energía total que consumió Cerro Corona en el 2021. El otro 52% lo constituye el consumo de combustibles diésel”, afirma Juan Alberto Ibazeta, Superintendente de Mantenimiento del Área de Procesos Instrumentación, Energía y Potencia de Gold Fields.
La minera, además, ha logrado incrementar su capacidad de procesamiento de 700 a 800 toneladas secas de minerales por hora.
Ahorro de energía
Gold Fields también está certificada por la International Renewable Energy Certificate (I-REC), en un trabajo conjunto con Kallpa Generación. “Fuimos los primeros en recibir este certificado por la totalidad de consumo de energía eléctrica en el 2021. Esta es una manera de mostrar que estamos reduciendo nuestra huella de carbono porque ahora la energía que consume Cerro Corona viene exclusivamente de una hidroeléctrica que Kallpa opera en Huancavelica: Cerro del Águila”, agrega Ibazeta.
Con este apoyo, Gold Fields ha logrado ahorrar un 1.5% de toda la energía usada en el 2020 en Cerro Corona, lo que equivale a reducir 1,068 toneladas de CO2 equivalentes anuales.
Movilidad eléctrica e inversión
Los esfuerzos de Gold Fields se concentran ahora en migrar su matriz energética de combustibles diésel a electricidad. Por ello, continúan con las pruebas de su bus eléctrico, que puede transportar a más de 50 personas, tener hasta 320 kilómetros de autonomía y, además, ahorrar más de 280 toneladas de emisiones de CO2. Sin embargo, aún está evaluando extender su implementación.
“Todavía esta energía es costosa y tenemos que romper con algunos paradigmas respecto del tiempo de utilización de una movilidad de este tipo. La electromovilidad al ser cero emisiones ya no tiene que ser vista como un equipo que se cambia cada cuatro años. Con esta tecnología se puede ir al doble de tiempo. Esto nos permitiría pensar que el retorno de la inversión no sea en cuatro años sino en ocho”, explica Ibazeta.
Así, Gold Fields, que cuenta con operaciones en África, Australia y prontamente en Chile, ha establecido sus objetivos. Como integrante del International Council on Mining and Metals (ICMM), su compromiso al 2030 —año límite de vida útil para Cerro Corona— es reducir su huella de carbono en 30%. Y hacia el 2050, tener cero emisiones.