Tras la reunión sostenida en la Presidencia del Consejo de Ministros para resolver la conflictividad social en torno a la mina, MMG Las Bambas informó que la paralización que lleva 42 días ha significado pérdidas por US$ 400 millones en exportaciones y más de S/ 220 millones en rentas para el Perú y la región Apurímac.
La empresa lamentó que la reunión con funcionarios del Gobierno y representantes de seis comunidades de los distritos de Challhuahuacho y Coyllurqui termine sin llegar a acuerdos. Ello, debido a «la posición de las seis comunidades en condicionar la liberación del terreno invadido y la reanudación de las operaciones a la subsanación de supuestos incumplimientos que no se precisan». En ese sentido, se trata de nuevas demandas no consignadas en acuerdos anteriores. Entre ellas, esquemas no contemplados en el ordenamiento legal vigente, como la participación de 50% en las utilidades de Minera Las Bambas a cambio de un supuesto aporte de terrenos, los que se adquirieron y pagaron en el 2013.
Según Las Bambas, esta falta de voluntad para llegar a acuerdos, sumado a la paralización, pone en riesgo 9,000 puestos de trabajo y más de 1,400 pymes de Cusco y Apurímac, que son proveedores de Las Bambas.
La empresa reiteró su posición de un diálogo transparente y constructivo para revisar los compromisos de la empresa y estas comunidades. También hizo un llamado a deponer estas «medidas de fuerza ilegales y demandas incompatibles con el marco legal de la actividad minera en el Perú».