El 20 de mayo último, en el centro arqueológico de Chavín de Huántar se realizó el hallazgo de lo que sería una galería perteneciente a un periodo temprano de esta cultura con una antigüedad estimada de 3,000 años. El hallazgo fue hecho por el equipo del Programa de Investigación Arqueológica y Conservación de Chavín de Huántar de la Universidad de Stanford.
La historia se remonta a 2019, cuando se descubrió a través de un ducto pequeño una galería, ubicada en lo más profundo de uno de los principales edificios de Chavín, llamado Edificio D. Gracias a las imágenes de una cámara robótica, se apreciaba un cuarto cerrado que poseía un objeto en el centro. Debido a la pandemia las investigaciones cesaron, y recién, la semana pasada, el arqueólogo John Rick, director del proyecto de investigación, pudo ingresar por el estrecho pasaje, de unos 40 centímetros de diámetro, que conducía hasta la galería oculta.
Una vez dentro, aquel objeto que se veía en imágenes resultó ser un cuenco escultórico de piedra ceremonial, en cuya parte superior tiene en tallado tridimensional la cabeza de un cóndor, en los lados tiene grabado sus alas y en el lado opuesto de la cabeza tiene grabada la cola del ave. También se encontró otro cuenco o vasija de piedra, más sencillo, con el borde refinado. Ambas piezas son de 30 cms. de diámetro por 25 cms. de altura. La vasija del cóndor pesa 17 kilos.
Se estima que fueron depositados como ofrendas a la clausura de la galería hace 3,000 años. Debido a este hallazgo, se le ha denominado a este complejo la Galería del Cóndor.
A partir de este descubrimiento, Rick y su equipo afirman que este monumento tuvo galerías desde hace más de 3,000 años, indicando que la encontrada sea la más antigua conocida hasta la fecha. Además, afirma que este ambiente es netamente ceremonial y representa un espacio de tiempo transicional entre el sitio pre-cerámico tardío de Caral, y el formativo medio y tardío como se conoce desde antes a Chavín.
El descubrimiento responde al proyecto liderado por John Rick, arqueólogo de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), con más de 50 años de experiencia, su esposa arqueóloga Rosa Rick, coordinadora del proyecto, junto a un equipo de arqueólogos jóvenes, en gran mayoría peruanos, y colaboradores locales. Este proyecto, que se realiza en coordinación con la Dirección de Cultura de Áncash, recibe el apoyo financiero de Antamina.
“Antamina nos está apoyando mucho y ha sido nuestro principal soporte en los últimos 15 años. Nos permite formar un programa que, año tras año, tiene la confianza de seguir existiendo y continuar con la investigación en el Perú”, afirmó John Rick.
En el esfuerzo continuo para revalorar la riqueza cultural de Áncash, Antamina ha realizado también esfuerzos editoriales, trabajos de protección del Monumento en temporada de lluvias, remozamiento del Obelisco Tello, ha impulsado muestras en el Museo de Arte de Lima e internacionales (en Suiza) de la cultura Chavín; financia también el proyecto de investigación del Castillo de Huarmey, cónclave de la cultura Wari en la costa peruana.