La recuperación de la pandemia mantiene altos los precios de los metales y, por tanto, el interés de los inversores en el sector minero. Prueba de ello es que el financiamiento de las empresas juniors e intermedias totalizó US$ 14.800 millones durante los primeros nueve meses del 2021, muy por encima de los US$ 12,100 millones financiados en todo el 2020.
“Si esta tendencia continúa durante los primeros meses del 2022, esperamos que el presupuesto de exploración global del año sea entre un 5% y un 15% superior al del 2021”, señaló Fernando Valdez, gerente general en Polimetálicos del Perú Gold, que participó en el evento «Panorama para la minería y los metales en el 2022», organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.
¿Cómo se explica esta tendencia?
Valdez señala que hay una combinación de factores: altos precios de los metales; fácil acceso a financiamiento; programas retrasados en la primera mitad del 2020 que se extienden hasta el año siguiente, y menos restricciones por la pandemia. “Todo esto impulsó un aumento del 35% en los presupuestos de exploración a US$ 11,200 millones en el 2021”, comentó.
Los buenos precios de los metales están siendo impulsados principalmente por la creciente demanda de materiales utilizados por las empresas para la creación de tecnología, como litio, cobalto refinado, níquel, cobre refinado, zinc refinado y hierro. “Esos son los minerales que se van a requerir en el futuro por las nuevas tecnologías”, dice Valdez”.
La demanda de metales
“El alto interés en los metales utilizados en la transición energética global acelerada debería impulsar al cobre y al níquel más que el promedio y mantener el interés en la exploración del litio y cobalto”, señala el experto.
Respecto del oro, señala, parece haber encontrado un nuevo nivel base por encima de los US$ 1,700 por onza, por lo que debería tener un buen desempeño nuevamente en el 2022 y mantener su estatus como el principal objetivo de exploración por un amplio margen.
Respecto del cobre, señala que los grandes productores están en Australia, Chile, China, Argentina y Brasil, además del Perú. Asimismo, sustentó que la producción de cobre extraído aumentaría a 23,8 millones de toneladas en el 2022 desde 21,2 millones de toneladas en el 2020, aliviando los menores inventarios en el mercado de concentrados.
Respecto del cobalto, las reservas más grandes se encuentran en República Democrática del Congo, seguido de Rusia, Australia, Filipinas, Cuba, Canadá, China, Marruecos y Sudáfrica. “En el Perú, tenemos plata, cobre, oro, zinc, plomo, hierro, pero los de más consumo, como el cobalto y el litio, no los estamos produciendo”, señala Valdez.
Tendencias en el Perú
Valdez destaca que una de las dos grandes minas nuevas (greenfield) del planeta está en el Perú. Se trata de Quellaveco, de Anglo American, que comenzaría a funcionar a mediados del 2022 (la segunda mina es Kamoa-Kakula, en el Congo). Incluyó en este grupo de grandes proyectos a Mar Cobre, de Minsur, que produce concentrado de cobre.
“Estos dos proyectos nos están manteniendo en el mapa con yacimientos que van a ser de mucha importancia a nivel global”, sostiene Valdez. Por ello, el cobre será uno de los principales metales a continuar explotando para el desarrollo del mercado de vehículos eléctricos, el cual podría superar el 15% del mercado anual de automóviles en los siguientes cuatro años, con un stock de casi 60 millones de vehículos eléctricos en circulación.
Sin embargo, esta tecnología se hará cada vez más selectiva con los minerales que empleará en el futuro y, ante ello, el sector minero peruano debe estar atento a las señales del mercado respecto de las materias primas.
