Las empresas tienen el reto de gestionar eficientemente el acceso y uso del agua en sus operaciones. Revisamos tres casos, uno en minería (Anglo American), uno en energía (Celepsa) y otro en hidrocarburos (Pluspetrol), que participaron en el Premio al Desarrollo Sostenible 2021.
El agua tiene un valor enorme para las personas y las actividades económicas. Es un recurso que, hoy más que nunca, se debe cuidar. El reto para las empresas minero energéticas es gestionar mejor el acceso al agua, optimizar su consumo, reutilizarla, encontrar fuentes alternativas, garantizar su calidad y ampliar su disponibilidad como parte esencial de la operación de sus negocios y considerando, además, la convivencia con sus stakeholders.
Hoy las empresas peruanas construyen infraestructura, innovan y desarrollan sistemas hídricos para un manejo más eficiente del preciado recurso.
En minería
Las poblaciones de zonas mineras han tenido siempre preocupaciones sobre los riesgos de esta actividad para la calidad del agua. Sin embargo, la minería moderna contempla diversas acciones para mostrar que el agua ni se contamina ni se merma mediante una sólida y responsable gestión.
Como producto del diálogo y la aceptación de la comunidad moqueguana, Anglo American ha construido el sistema hídrico del proyecto Quellaveco con el reto de gestionar el agua con una visión de valor compartido: mejorando su disponibilidad para el uso de la comunidad y de la producción agrícola, y en menor medida para las operaciones de la mina.
Cuando inicie su producción este 2022, Quellaveco obtendrá agua por dos vías. Tomará principalmente agua del río Titire, la cual no es apta para el consumo humano —ni para el agro por ser de origen volcánico— y la llevará por una tubería de 90 km hasta su planta de procesamiento. La segunda forma es a través de la presa Vizcachas —la presa para procesos mineros más grande del país— que tiene una capacidad de 60 millones de m3 y que almacenará agua de las temporadas de lluvias. Solo el 20% en promedio del agua de esta presa se destinará a la mina y el resto servirá para actividades agropecuarias desde la segunda mitad de este año.
Anglo American también está protegiendo el río Asana, una de las principales fuentes hídricas de la región, desviando su caudal a través de un túnel de 8 km con el fin de que no tenga contacto con la zona de mina y mantenga su cantidad y calidad.
Finalmente, también ha financiado, a través del Fondo de Desarrollo de Moquegua, el sistema de impulsión Chilota-Chincune para ampliar la frontera agrícola en Lomas de Ilo, y prevé financiar la construcción de un sistema de almacenamiento de 2.5 millones m3 de agua en la cuenca del río Asana, además de realizar estudios para evaluar la construcción de otros sistemas de almacenamiento, una vez que inicie sus operaciones.
En energía
En el 2010, la compañía de generación eléctrica Celepsa fundó un patronato para proteger la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas, ubicada entre Lima y Junín. Desde entonces, en alianza con el Estado y las comunidades de la zona, Celepsa brinda el soporte financiero y logístico para diversos proyectos que protegen los ecosistemas y generan aumento de caudales, lo que impacta en el negocio eléctrico y que abastece las reservas de agua de los ríos Rímac, Lurín, Cañete y Mantaro.
Con el patronato se ha logrado conservar la infraestructura natural para captar y almacenar agua como bofedales, pastizales y lagunas, y se impulsan diversas iniciativas para una gestión integral del recurso hídrico. Con ellas, se recuperan prácticas culturales y participan activamente las comunidades campesinas.
En hidrocarburos
En el sector de hidrocarburos, Pluspetrol, como operador de Camisea, ejecuta el Programa de Gestión Responsable del Agua en su Planta de Gas Malvinas (Cusco). Con este programa se evalúan medidas para evitar o reducir el uso del agua en algunas de sus actividades, se mide la huella hídrica que deja la producción y el procesamiento de gas natural, y también se identifican indicadores de consumo directo e indirecto de agua.
Por ejemplo, se ha desarrollado un plan de largo plazo para la reducción de la huella
hídrica en base a los principales consumos del personal. Hoy las fuentes de agua para la perforación y operación de pozos provienen de cauces que no interfieren con el uso directo de las poblaciones o la fauna. Además, se ha reducido hasta en 70% el consumo de agua en las pruebas hidrostáticas, y el agua utilizada en la producción se recupera para el proceso o se trata para su reinyección segura en reservorios profundos, resultando en cero vertimientos.
Asimismo, se ha diseñado un programa de valor compartido para sensibilizar a las comunidades nativas del área de influencia y que contribuyan en la gestión de los recursos
hídricos.
Tres ejemplos que hablan de un manejo responsable y consciente del valor del agua para todos los seres vivientes.