Los trabajos de limpieza en el mar y playas afectadas por el derrame de petróleo del pasado 15 de enero reportan un avance superior al 56%. Así lo confirmó Repsol, que estima culminar en febrero la primera etapa de su plan de respuesta, que involucra altamar y playas más accesibles; y en marzo, las zonas de acantilado y de difícil acceso.
“El avance es muy significativo. En el mar queda muy poco producto por recoger, sin embargo, mantenemos los vuelos de control y monitoreo más allá del literal afectado, en base a la simulación realizada por nuestros expertos. Por esa razón, estamos pasando a zona de reserva algunas embarcaciones y barreras de contención, tras realizar un proceso de limpieza en zonas autorizadas, cuidando de no afectar el medio ambiente circundante”, señala José Reyes, gerente senior de Seguridad, Calidad y Medio Ambiente de Repsol.
Para el despliegue de las actividades de limpieza, Repsol cuenta con el apoyo y asesoría de empresas líderes en el mundo en temas de remediación como Lamor, Oil Spill Response Limited y ERM (Environmental Resources Management). A ellos se suma también el científico peruano Marino Morikawa, especializado en trabajos de limpieza de áreas naturales con tecnología.
Apoyo a personas afectadas
En cuanto a los pescadores y comerciantes afectados por el derrame de petróleo, la empresa se ha comprometido en mantener las acciones de soporte y respaldo hasta que las playas se encuentren aptas para la reanudación de sus actividades. La modalidad de soporte otorgado ha sido establecida mediante un diálogo continuo, atendiendo a las necesidades expresadas a la empresa.
Actualmente, Repsol mantiene acuerdos de colaboración en beneficio de más de 2,400 pescadores y comerciantes de las zonas afectadas. Dentro de estos grupos, está la Asociación de Pescadores del distrito de Ancón: (1,045 personas), pescadores y comerciantes de Ventanilla (307), comerciantes de playa de Ancón (276), comerciantes de playa Costa Azul (119), Asociación de Pescadores de Chancay (115), comerciantes de Santa Rosa (93), asentamiento Puerto Pachacútec (87) y comerciantes de playa de Bahía Blanca (70).
De igual manera, la empresa mantiene aún conversaciones con otros colectivos de las zonas de Chancay y Aucallama.