Durante los últimos 20 años, la producción de cobre en el Perú creció a una tasa anual promedio de 7%, superando a la tasa anual de 3.1% registrado en el periodo 1970-2000, comparó el gerente general de GERENS, Rodrigo Prialé, durante la conferencia que dictó este mes sobre el “Desempeño de las empresas cupríferas en el Perú y Chile”.
En el lapso de 50 años, la producción cuprífera aumentó aproximadamente en 2 millones de toneladas, alcanzando los 2.15 millones de toneladas en el 2020, aunque este volumen fue inferior en 300 mil toneladas respecto a lo obtenido en el 2019, como consecuencia de la imposición de restricciones sanitarias contra la propagación del Covid-19.
Según las estadísticas que presentó el especialista, en el año 1970 la producción peruana representaba el 32% de la producción chilena, y 38% a fines de esa década; sin embargo, en 1980 el porcentaje empezó a disminuir hasta llegar a 12% en el 2000.
De acuerdo con la investigación de GERENS, entre 1980 y el 2000, la industria minera en el país pasó por un prolongado período de estancamiento; lo que fue aprovechado por Chile para consolidar su liderazgo a nivel mundial, distanciándose considerablemente del Perú.
A partir del nuevo milenio, la producción de cobre en el Perú empezó a crecer más rápido hasta que llegó a ser igual al 44% de la producción de cobre de Chile en el 2016, registrándose luego una pequeña caída en los siguientes años.
Actualmente, el 74% de la producción de cobre en nuestro país proviene de las actividades mineras de Southern Peru, Antamina, Cerro Verde, Las Bambas y Constancia.
Producción global en Sudamérica
En otro momento de la conferencia, Rodrigo Prialé contextualizó que la producción de cobre en el mundo ascendió en 14.4 millones de toneladas entre los años 1970 y 2020, lo que representó una tasa de 2.4% de crecimiento anual.
Además, explicó que, gracias a las entregas de cobre de Perú y Chile, América del Sur detentó el 41.7% de la producción cuprífera mundial en el 2020, posicionándose por encima de los continentes de Asia (15.2%), Norteamérica (12.5%) y África (11.9%).
No obstante, sinceró que en la última década se evidenció un estancamiento en la participación porcentual de América del Sur en la producción mundial de cobre, mientras que África y Asia muestran una tendencia al alza en su participación porcentual.
De esta manera, estimó que esta tendencia de estancamiento podría mantenerse o incluso hacer más notorio en los próximos años, ya que no es de esperar que la producción de América del Sur registre incrementos similares a los alcanzados en décadas previas.