San Gabriel, un proyecto subterráneo de oro en Moquegua, comenzará a construirse luego de que concluya el proceso de consulta previa a cargo del Estado.
“Ya se han cerrado las primeras cuatro etapas y estamos ahora en la etapa de diálogo. Falta una reunión entre el Gobierno y la comunidad de Buenaventura, pero con los cambios que ha habido [en las autoridades] ha demorado”, explica Renzo Macher, gerente de Desarrollo de Proyectos de Compañía de Minas Buenaventura.
Por ahora, dice, están avanzando con los trabajos de ingeniería. “Si culmina la consulta previa este año, el mejor momento para iniciar la construcción del proyecto es cuando termine la época de lluvias, en marzo del 2022. Ese debería ser el hito de inicio de la construcción”.
Reactivación económica
“Existen tres proyectos que están listos para comenzar su construcción inmediatamente, según los reportes anuales del MINEM: Yanacocha Sulfuros, en Cajamarca; Corani, en Puno, y San Gabriel, en Moquegua”, dice Macher, convencido de que el proyecto de Buenaventura es una oportunidad para la reactivación económica del país y el desarrollo de la región.
“El COVID-19 es un recodo más que tenemos que superar. No olvidemos que en el Perú el 80% de la inversión es privada. Es la forma de salir adelante, con proyectos mineros listos para construir, y no hay muchos”, afirma.
Con una inversión de US$ 422 millones, se estima que San Gabriel demorará tres años y medio en construirse, generará cerca de 4,000 puestos de trabajo indirectos y hasta entre 500 y 1,000 puestos de trabajo directo durante los siguientes 13 a 15 años. El 60% de las personas que trabajarán en las unidades de San Gabriel serán de Moquegua.
A partir del 2025, el proyecto promete producir a nivel comercial entre 120 mil y 150 mil onzas de oro al año, durante un periodo de diez años. “Creo que el futuro es prometedor”, indica el ejecutivo.