Existe cierta incertidumbre entre los operadores eléctricos respecto del mercado energético peruano. Los anuncios de renegociación de Camisea impactaron al sector, pues con el gas que proviene de Camisea se produce el 40% de la energía eléctrica del Perú.
“Lo que suceda con Camisea en los próximos meses puede tener un efecto dramático sobre el sector eléctrico”, señala Juan Miguel Cayo, gerente general de la empresa Fenix Power, durante el panel sobre “Expectativas para el desarrollo de inversiones de los operadores eléctricos” de Perú Energía Bicentenario, organizado por Prensa Grupo.
Los panelistas —representantes de Fenix, Kallpa, Enel, StatKraft y Engie, todas integrantes de la SNMPE y que suman la capacidad instalada de 8 mil megavatios— dialogaron respecto al aumento de la demanda de energía de cara al 2050, el papel de las energías renovables para cubrir esa demanda, y el del gas en cuanto a la transición energética para el desarrollo de las inversiones.
El rol de las renovables
“El crecimiento de las energías renovables es imparable. En el 2020 hubo un incremento del 7% si lo comparamos con el 2019, pese a la pandemia de COVID. Los costos continúan bajando y la sociedad cada vez demanda más energía solar, eólica e hidráulica. Los combustibles fósiles están de salida”, comenta Juan Manuel López, gerente comercial de la empresa StatKraft Perú.
“Definitivamente, si tenemos que decidir por generación económica, tenemos que apuntar a las energías renovables; tenemos, además, el adicional de que vamos a contribuir con reducir los efectos del cambio climático y no necesitan de subsidios para competir libremente con otras tecnologías en igualdad de condiciones”, señaló en su presentación. “No son parte de la solución para el cambio climático, sino que son la solución”.
“Los precios de los paneles fotovoltaicos de las turbinas eólicas se han reducido de un 85% a un 49% en los últimos diez años”, confirma Marco Fragale, Country Manager de Enel Perú. Para Fragale, desde el punto de vista de la inversión, las renovables son la primera opción, dado que es “la más competitiva hoy” y porque, además de hacer frente al cambio climático, podrían generar en el país 600 mil puestos de trabajo netos al 2030.
Para Daniel Cámac, deputy country manager de Engie Perú, la matriz eléctrica del país es de calidad, no así su matriz energética. Sostiene, asimismo, que, así como Camisea ha reemplazado al diésel y ha generado un gran beneficio para el país, también podría hacerlo la producción del hidrógeno verde, que requiere de energías renovables.
Cámac sostiene también que, por ejemplo, la mitad de la energía que consumen las mineras peruanas proviene del diésel. “Por tanto, lo que busca el hidrógeno verde es reemplazar el mercado del diésel tanto en la minería como en otras industrias”. Todos estos avances, dijo, requieren claridad en las reglas gubernamentales.
El rol del gas en la transición
Sin embargo, para Rosa María Flores Aráoz, gerente general de Kallpa Generación, “esta transición debe incluir al gas natural y ser el complemento de las energías renovables no convencionales”, agregando a su vez que, dado que las energías renovables son intermitentes, se podría remunerar a las centrales de gas natural por otorgar mayor flexibilidad al sistema.
“Camisea está reinyectando 400 millones de pies cúbicos por día y eso también debería estar en la ecuación, dijo Flores Aráoz. Asegura además que el verdadero problema ambiental en el Perú está en el transporte. “Creo que el gas va a ser importante todavía”.
Juan Miguel Cayo, gerente general de Fenix, coincidió en que el gas va a seguir siendo fundamental en la matriz por su flexibilidad. “Las renovables y el gas van a seguir conviviendo por muchos años más”, expresa. Sin embargo, acota que, lamentablemente, Camisea ya tiene comprometido todo su gas para los próximos años con los generadores, pues no se ha seguido fomentando la exploración gasífera, además que las reservas de gas están cayendo.
Para Flores Aráoz, lograr una transición energética ordenada, correcta sostenible y económica requiere de “confianza, estabilidad jurídica y reglas de juego claras para crecer, además de instituciones fuertes y muy técnicas”.
Empero, Cayo, de Fenix, refiere si bien el sistema energético peruano es uno de los más limpios de la región, es también uno de los más inflexibles. “Las autoridades han hecho poco o nada en los últimos años. Mejoremos lo que haya que mejorar, pero no destruyamos lo que ha venido funcionando”, concluye.