De todas las tareas pendientes del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), la más relevante de atender no se trata de un megaproyecto ni requiere mega inversiones. Se trata del diálogo, la herramienta clave en la gestión de los conflictos. Para emprender esta tarea, el gobierno saliente dejó encaminado una serie de acciones que buscan generar una mayor articulación entre los distintos sectores sociales de cara a los nuevos proyectos minero energéticos en cartera.
A fines de 2020 se reinstalaron los Comités de Gestión Minero-Energético, espacios de diálogo, coordinación y articulación entre el Estado, la empresa y la sociedad civil, con el objetivo de alcanzar consensos que permitan el desarrollo sostenible de las inversiones. Hasta la fecha, se han implementado en nueve regiones: Cajamarca, Apurímac, Arequipa, Loreto, Piura, Tumbes, Moquegua, Cusco y Pasco.
Además, se fortaleció la Oficina General de Gestión Social (OGGS) con la conformación de un equipo para los procesos de Consulta Previa; la aplicación de un enfoque territorial para la gestión de conflictos y el cumplimiento de compromisos; la incorporación de acciones de prevención con mayor articulación del Gobierno; y un mayor impulso a la gobernanza y al seguimiento de la inversión social.
Rimay, seguir dialogando
El proyecto que encabezará la iniciativa del diálogo será la segunda etapa de Rimay, en Cajamarca, en la que se buscará avanzar hacia la visión de la minería al 2030. Esta fue construida de forma consensuada con todos los actores durante el primer diálogo multiactor regional en Moquegua, donde se elaboraron propuestas para impulsar el desarrollo sostenible con la contribución de la actividad minera (ver nota aparte).
Queda pendiente, además, impulsar el Grupo de Trabajo Técnico de la Hoja de Ruta Tecnológica para Proveedores de la Minería, en coordinación con el Ministerio de la Producción, para generar desarrollo de las empresas proveedoras del sector, acelerando los procesos de innovación y absorción tecnológica. Asimismo, se trabajará con el grupo técnico de Gestión Hídrica en Minería, cuyo objetivo es identificar y proponer acciones orientadas a fortalecer la gestión de los recursos hídricos y minimizar impactos negativos relacionados con la actividad minera.
Adicionalmente al diálogo
El cierre de brechas y la inversión en exploración también buscan prevenir conflictos sociales. Convenios firmados con las autoridades de los distritos mineros de Cusco, Apurímac y Ayacucho permitirán transferir S/ 81.8 millones del presupuesto del MINEM a dichas zonas para financiar la ejecución de obras de infraestructura básica. También se transferirá otros S/ 116 millones del MINEM a localidades del ámbito petrolero de Loreto con el mismo objetivo.
Para impulsar las inversiones en minería e hidrocarburos se promoverá las exploraciones, que son el origen de los proyectos, pero con un mayor acompañamiento del MINEM con el fin de mantener un diálogo transparente y oportuno.
“En el sector eléctrico, al igual que en la minería y los hidrocarburos, es fundamental crear espacios de diálogo y consolidar los existentes para dar respuesta y resolver las preocupaciones ambientales de las comunidades del ámbito de influencia de la actividad e ir trabajando consensos para impulsar el desarrollo sostenible de esas localidades”, afirmó el ex ministro Jaime Gálvez a Desde Adentro.