Para Elmer Cuba, así como para todos los peruanos, son tiempos inciertos de cara a las próximas elecciones presidenciales. Sin embargo, como economista, socio de Macroconsult y director del Banco Central de Reserva del Perú, maneja unas cuantas certezas. En esta entrevista sostiene que mientras el futuro de la movilidad sea eléctrico, el precio del cobre seguirá siendo alto. Asegura que tampoco basta con ser buen minero para aprovechar el boom de los metales y, de paso, señala dónde debería poner los esfuerzos el próximo Gobierno para destrabar los grandes proyectos de inversión en minería.
¿Cuáles son los grandes proyectos minero energéticos que han servido de apoyo a la balanza comercial del Perú?
Por el lado minero, en los últimos cinco años, ha aumentado fuertemente la producción peruana de cobre. Esto ha hecho posible beneficiarnos hoy de este aumento de precios que está ocurriendo en los últimos meses y se espera que se mantenga en los próximos tres a cinco años. Afortunadamente, ha sido posible desarrollar importantes proyectos mineros, aunque no todos los que se hubiera querido tener, porque se toparon con diversas trabas a nivel del Estado peruano y también a nivel de algunos grupos opositores a proyectos concretos que han hecho imposible desarrollar las minas. De no haber ocurrido ello, hubiéramos tenido mucha más oferta exportable, mayores beneficios en la balanza comercial, teniendo un impacto positivo con un menor tipo de cambio, y más posibilidad de importar capital y alimentos que el Perú necesita. La minería es como una gran máquina que transforma el cobre en máquinas, alimentos e insumos para el país. En el caso energético, habría que distinguir lo que son hidrocarburos, que también han apoyado fuertemente la balanza comercial por el lado de las exportaciones de gas natural. Y por el lado eléctrico, también hay un gran aporte a la oferta de electricidad confiable, barata y de energía limpia.
¿Cómo podemos hacernos una idea de la contribución que hacen estos proyectos a la economía peruana?
Por el lado de la exportación de metales, el Perú es un gran productor. Compite en las ligas mundiales y, de hecho, se podría potenciar aún mucho más. Esto ha permitido tener ingresos importantes a nivel de reservas nacionales y también a nivel territorial, porque la mitad del impuesto a la renta se queda en las zonas donde se produce el mineral, tanto en el distrito como en la provincia. El aporte central es conocido, muchos estudios muestran resultados similares en cuanto a nivel de tributación, mayores recursos para las regiones y también para el empleo, sobre todo para el empleo indirecto, con proveedores que hacen posible todo este impacto. Dicho sea de paso, la fuerza laboral indirecta, y que no se toma demasiado en cuenta, surge del canon. El canon que viene de la minería es un generador indirecto de puestos de trabajo. No son empleos directos de la minería, pero son consecuencia de la misma. Al ser recursos fiscales que van a los municipios, solamente pueden ser gastados en inversión pública, por lo tanto, también son un gran generador de empleo al interior del país. De esta manera, la economía peruana se ve beneficiada.
¿Qué debería tener como prioridad el siguiente Gobierno para aumentar el crecimiento minero energético?
Seguramente, en los próximos tres a cinco años, el precio del cobre va a seguir alto porque, en el futuro, el gran movilizador de personas en el mundo terrestre va a ser la electricidad. Por lo tanto, hay una demanda de cobre asegurada para esos vehículos. Esperamos poner esos recursos —que hoy valen cero porque no han sido explotados— en la superficie y exportarlos. Son recursos puestos en valor por el sector privado, que asume el riesgo. Eso lo debería tener en cuenta el próximo Gobierno.
El aporte al fisco del sector minero peruano asciende al 47% de sus utilidades. Sin embargo, en 2021, verá un aumento del 9% debido al alto precio de los minerales. ¿Qué efectos tendría para el país aumentar o disminuir las regalías y otros impuestos específicos?
Las tasas no se mueven, lo que se mueve es la rentabilidad del sector y por lo tanto la recaudación. Eso permite, en un contexto post-COVID, reconstruir las finanzas públicas. Recordemos que el déficit fiscal del Perú el año pasado bordeó el 9%. Este año debe estar cayendo a la mitad, pero con estos precios tan altos de los minerales el próximo año nos permitirá volver a la senda de solvencia fiscal. Este boom minero va necesariamente a la vena porque generará mayores ingresos tributarios y va a fortalecer las finanzas del Gobierno Central. Es una gran noticia
¿Cómo debiera un siguiente Gobierno manejar las trabas que obstaculizan los proyectos para que la inversión privada sea funcional al crecimiento minero energético?
Es de interés nacional poder desarrollar los proyectos mineros detenidos. Si estos se ejecutan, podría cambiar totalmente las cosas. Por ejemplo, que el Perú se pegue rápidamente a Chile en la producción mundial de cobre, lo cual ya es mucho decir, traería beneficios múltiples, tanto a nivel de Gobierno Central, con una gran fortaleza fiscal y externa, así como de los gobiernos locales y regionales al contar con muchos más fondos. Ahora bien, no se debería dejar a los gobiernos locales y regionales solos en ese esfuerzo. Ya se ha visto en la década anterior que no han sido capaces de elaborar proyectos importantes. No se puede poner el Gobierno Central de espaldas a estos gobiernos regionales. La ayuda no es con dinero, sino con experiencia técnica permanente para que puedan tener mejores proyectos. Hay, además, un mal diseño salarial. Los funcionarios municipales y regionales no pueden ganar mucho con la Ley actual, por lo tanto, no tienen las capacidades técnicas para llevar a cabo importantes proyectos. El Estado nacional tendría que traer a los técnicos necesarios para ayudarlos. Sí los hay pero, si no los hubiera, puede traer técnicos de otros países para ayudar a desarrollar esos proyectos de alto impacto social.
El Estado tiene que tratar de ser lo más competitivo posible para atraer a la inversión que en su mayoría es extranjera. ¿Qué medidas económicas se debería tener en cuenta para aumentar la competitividad en el sector minero?
Primero, no se deberían tocar para nada las actuales tasas impositivas, ni del impuesto a la renta ni de regalías. Son tasas que ponen al Perú en el promedio mundial de impuestos. Si subes los impuestos, definitivamente, no atraeremos a la inversión, porque las empresas van a ir donde se paguen menos impuestos. El Perú no puede darse el lujo de subir hoy en día los impuestos, tampoco tiene que bajarlos, están alineados y son atractivos para atraer a la inversión extranjera. Donde falta mucho por desarrollar es en el manejo de las comunidades. Allí es donde se tiene que limar asperezas. Lo digo porque es una realidad, sino mira Las Bambas, Tía María o Conga. En los últimos dos casos se han bloqueado inversiones que tenían todas las autorizaciones medioambientales del Estado. No es que la población no confíe en las empresas, en realidad, no confía en el Estado mismo. Para limar esa desconfianza se requiere de mucho manejo político y de mucha persuasión para convencer a las comunidades de que poblados en otras partes del Perú se están beneficiando por el boom minero. Si se convencen de que sus pares están mejor, eso puede abrir un camino para una mayor inversión. En el Perú tenemos un marco legal, energía a buen precio, mano de obra con costos razonables. Lo que está fallando son los permisos estatales en todas las instancias y la conflictividad social. Son estos temas los que nos alejan de estar en los primeros puestos mundiales de competitividad en el sector minero.
Cuánta responsabilidad le confiere al sector privado. ¿Cuál es el rol que le compete?
En estricto rigor, al sector privado le bastaría con que respete la Ley, pague los impuestos y ya. Pero eso está en el papel. En la práctica necesitas una buena relación con la comunidad. Es un vecino más por 20, 30 o 40 años y, por lo tanto, es mejor ser un vecino bienvenido. Hay que tener un buen desarrollo comunitario, una buena gerencia que opere con la sociedad con la cual estás interactuando. Por eso es importante fortalecer la capacidad política de esas regiones y de esos distritos. Esos alcaldes, si tuviesen una mejor formación política, entenderían también que les conviene para sus propios distritos tener más canon y poder gastarlo también en las comunidades y en el desarrollo de la infraestructura social y política de la región. Eso también tiene que ser importante. Para eso, hay fondos concursables. Se opera en zonas con mucha pobreza y mucho oportunismo también. Entonces, sabiendo eso, hay que actuar con inteligencia.
Las cifras del precio del cobre se han duplicado. Desde Macroconsult, ¿se percibe un mayor interés en invertir en el sector minero dado el alto precio del cobre?
Ser minero en el Perú implica no solamente ser buen minero per se, o contar con equipos metalúrgicos, hidrológicos o geológicos, sino también es manejar el tema de la gerencia social. Eso es muy importante. No hay ninguna empresa mundial importante que no haya puesto inversiones en Perú. Todos ya conocen, de una u otra manera, lo que es operar aquí. Pero veamos qué resulta de las elecciones.