Según el Boletín Estadístico Minero del Ministerio de Energía y Minas, durante el 2020 la producción de oro cayó en 32% respecto del 2019. No obstante, este bajón solo acentúa una década en la que la producción del metal precioso se redujo a poco más de la mitad con relación al 2010, pasando de 164 millones de toneladas finas a 87 millones.
En conversación con Desde Adentro, Carlos Gálvez, ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), señaló que este bajón en la producción se debe a la falta de nuevos proyectos, que nacen de las labores de exploración, que hoy tienen más trabas que antes.
“Entre 2010 y 2011 había una producción muy importante de Yanacocha, que generó 3 millones de onzas troy cada año de producción. Hoy se producen 500 mil onzas al año y con dificultad. Las operaciones de minas necesitan una exploración constante. En el caso de las operaciones de oro diseminado, se deben realizar exploraciones de manera permanente”, aseveró Gálvez.
De acuerdo con el ejecutivo, durante el Gobierno 2011-2016 se registraron las primeras trabas burocráticas que dieron pie al bajón en el nivel de inversión en exploración minera y, por lo tanto, en el nivel de producción de minerales como el oro. “La caída en la producción de oro es solo una consecuencia natural”, manifestó.
Además de estas trabas, Gálvez señaló que el Ministerio de Energía y Minas ya no es la única autoridad que decide en este tipo de permisos. “La exploración es una apuesta con conocimientos geológicos. Se puede encontrar un hallazgo económicamente viable, así como no. Hemos perdido una década de crecimiento por falta de exploraciones y no por falta de deseo de los inversionistas, sino por actuaciones estatales que se dilatan y ausencia de mecanismos efectivos de promoción. El bajón es una reacción esperada. La exploración minera es la raíz de todo. Si no se siembra, no se podrá cosechar”, concluyó.
Los números de la inversión en exploración
De acuerdo al Boletín Estadístico Minero, las inversiones en exploración minera disminuyeron en 37.5% entre 2020 y 2019, pasando de US$ 357 millones a US$ 223 millones.
La exploración minera registró su mayor nivel en la última década en el 2012, con US$ 905 millones. La cifra contrasta con la del 2020, pues representa una disminución de 75% respecto de este nivel máximo.