En el 2018, en San Juan de Lurigancho, el equipo de arqueólogos de Cálidda encontró en un fardo los restos de una mujer de más de 500 años. Se le bautizó como “Wayaw, la Dama de El Sauce”. A estos restos se les reconstruyó digitalmente el rostro en 3D, y hoy la imagen de “Wayaw” forma parte de la identidad del distrito más grande del Perú y es compartida en diversas expresiones artísticas.
Al realizar las obras de instalación de tuberías de gas natural, Cálidda se topa debajo de las calles con la herencia milenaria de los antiguos pobladores de Lima y Callao. En coordinación con el Ministerio de Cultura se han recuperado más de mil hallazgos arqueológicos.
Lo que más le sorprende a la arqueóloga Cecilia Camargo, coordinadora de Patrimonio Cultural de Cálidda, es la cantidad y la conservación de los hallazgos arqueológicos que se encuentran literalmente debajo de las pistas, a tan solo 30 cm de la superficie actual, y cómo han sobrevivido al avance urbano y a la instalación de otros servicios con redes subterráneas. “La sorpresa no radica en encontrar la evidencia arqueológica durante las obras, eso es esperable al trabajar en una ciudad como Lima con más de 3,000 años de historia y ocupación continua”, dice. Pero no solo hay hallazgos milenarios, sino otros muy peculiares, de épocas más recientes, como rieles del tranvía en Chorrillos, entierros de migrantes chinos en Carabayllo, o botellas de agua y de licor de los primeros años de la República.
El equipo de arqueólogos del área de Patrimonio Cultural acompaña las obras en campo de manera permanente y trabaja de la mano con el personal de la empresa o de las contratistas, quienes han sido capacitados para seguir un protocolo y detener las obras en caso se encuentre algo de interés en el subsuelo. Los arqueólogos ejecutan el rescate –que puede variar en complejidad y dimensión–, investigan y luego difunden lo encontrado y reconstruyen la historia que cuentan los hallazgos para darlos a conocer a la comunidad.
Todo este trabajo se encuentra reunido en el Gran Museo Cálidda (https://granmuseo.calidda.com.pe/), una página web en la que se cuenta de forma muy didáctica cuáles han sido los hallazgos, con fotos y videos de las piezas y restos humanos rescatados, donde además se puede hacer un recorrido por la historia prehispánica. También se puede acceder a esta información descargando la aplicación de realidad aumentada Gran Museo Cálidda AR.
El Gran Museo Cálidda es una muestra digital e interactiva de acceso inmediato y pensado para estos tiempos. Aunque Cálidda también se ha ocupado de organizar algunas exhibiciones itinerantes con la participación de municipalidades y organizaciones culturales. Sin embargo, nunca se planteó tener un espacio físico permanente, tal como una sala de museo; esto se debe a que Cálidda se encarga de los análisis y de la conservación de los materiales arqueológicos recuperados, pero luego debe embalarlos y entregarlos al Ministerio de Cultura.
“En Cálidda creemos firmemente que nadie puede amar lo que no conoce, por eso, contribuir a que la comunidad haga suya la historia de su ciudad y que se pueda sentir orgullosa de su pasado es un compromiso por el que seguiremos transformando nuestra ciudad”, indica Luciana Caravedo, directora de Sostenibilidad y Reputación de Cálidda.
La pandemia de la COVID-19 y la nueva normalidad han cambiado la forma de llegar a la comunidad. Por eso hoy las piezas del Gran Museo Cálidda también se muestran en la calle. A finales de marzo se inauguró la exposición fotográfica “Museo en tu Calle”, con 17 murales al aire libre en el Óvalo de Puente Piedra. Las imágenes muestran algunas tumbas prehispánicas del antiguo Cementerio Zapallal y objetos encontrados como ajuares elaborados con placas de metal, vasijas, cuencos, ollas, platos, copas y cuchimilcos. Para Camargo, estos entierros dan muestran de un cementerio utilizado por cerca de 1,000 años por culturas típicas del norte chico (Chancay y Huaura), es decir: la frontera actual del norte chico no era tal en épocas prehispánicas, su área de influencia llegaba hasta el actual Puente Piedra”, explica la arqueóloga.
Por otra parte, ante la falta de más actividades presenciales, Caravedo señala que se dará más protagonismo a las redes sociales y que este año se seguirá apuntando a proyectos digitales. “Daremos a conocer a la comunidad algunos rostros de sus antepasados, con los cuales puedan identificarse y conocer un poco más de la Lima prehispánica. También tenemos pensado trabajar directamente con el público escolar, en un proyecto a más largo plazo, transformando varios de nuestros productos culturales en herramientas para profesores”, concluyó la directora de Sostenibilidad y Reputación de Cálidda.