Hace un par de semanas el estudio del Instituto Peruano de Economía daba cuenta del potencial de la minería en el crecimiento económico, exportaciones, generación de empleo y aporte al fisco. Hace unos días el Centro de Competitividad y Desarrollo (CCD) de la Universidad San Martín de Porres dio a conocer los resultados de su estudio “Minería: oportunidad de desarrollo frente a la crisis nacional”, elaborado a pedido del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
Pobreza, empleo e ingresos
Según Rudy Laguna, director del CCD, el crecimiento de la minería explicaría 16 puntos porcentuales de reducción en la pobreza en el 2020. El año pasado, según sus estimados, la pobreza se elevó de 20% a 27% de la población por efecto de la pandemia y su impacto en la economía. Pero este indicador, sin el aporte de la minería, hubiera llegado al 43% de los peruanos.
Según proyecciones del CCD, el impacto a futuro de la minería sería igual de importante. La ejecución de la cartera de proyectos mineros que tienen el MINEM, con inversiones por casi US$ 60,000 millones, permitiría reducir la pobreza nacional al 15% de la población en el 2031. Sin la dinámica que se genera desde el sector minero, esta variable se ubicaría 14 puntos porcentuales arriba, es decir, la pobreza llegaría al 29% de la población.
Además, el impacto positivo de la ejecución de los proyectos al 2031 está relacionado directamente con el empleo. El CCD estima que al 2020 las personas empleadas de manera directa, indirecta y los beneficiarios de la actividad minera fueron 6.4 millones de peruanos, el 20% de la población. Pero en una década este impacto positivo más que se duplicaría, pudiendo beneficiar a 15.5 millones, es decir, al 36% de la población proyectada para ese momento.
El estudio, presentado como parte de las actividades de Rumbo a PERUMIN, también mostró estimaciones de un importante impacto de la minería en el PBI per cápita nacional, logrando duplicar su valor hacia el 2032, producto de la puesta en marcha de los proyectos mineros y del crecimiento del clúster que acompaña a su ejecución. A más largo plazo, hacia el 2047, el estudio proyecta que el PBI per cápita podría crecer hasta cinco veces por este impacto positivo de la minería.
Impacto en compras
El análisis asigna a la minería un impacto de 4.1 puntos porcentuales del PBI debido a las compras que realiza en la economía local. Con ello, su importancia en el PBI no se queda solo en el 10.2% que representa directamente, sino que llega a 14.3%.
De estos 4.1 puntos adicionales del PBI en compras mineras, 0.35% se realiza en su propia localidad (US$ 807 millones), 0.75% en su propia región (US$ 1,729 millones) y 3% se da en otras regiones (US$ 6,916 millones).
Panorama incierto
Pese al alza de los precios del cobre, mineral que representa la mayoría de las exportaciones del país, el Perú sólo tiene en agenda la ejecución de dos nuevos proyectos de este metal: Mina Justa (US$ 1,600 millones) y Quellaveco (US$ 5,300 millones). Otros proyectos de gran envergadura como La Granja (US$ 5,000 millones), Galeno (US$ 3,500) y Los Chancas (US$ 2,600 millones) han sido postergados para finales de la presente década.
“Necesitamos tomar medidas para agilizar la puesta en marcha de estos proyectos y fomentar la exploración. Sólo así lograremos aprovechar esta buena oportunidad que tiene el país para revertir los efectos de la pandemia”, advirtió Miguel Cardozo, presidente del Rumbo a PERUMIN.